bueno, esta actu va dedicada a Leyre por decir eso tan chachi!!
en serio me encanta que digas que es tu favorito Capítulo 8
El despertador sonó a las 10. Salió corriendo de la cama y fue en busca de Lucy.
-Buenos días, señorita-le saludó la sirvienta.
-Buenos días, Lucy. Necesito que me hagas un gran favor. He quedado con un amigo para hacer surf pero mi madre me ha prohibido verle.
Val sabía que Lucy sentía una gran repugnancia hacia los ricos.
-por favor. No le gusta porque es el camarero del club y…
-¿Qué quieres que haga?-se apresuró a decir Lucy.
Val la abrazó dándole las gracias mil veces.
-Invéntate cualquier cosa. Una gripe que solo afecta a los ricos, no sé algo, pero nadie puede entrar en mi cuarto.
Lucy asintió y le sonrió.
-Gracias-volvió a decir Val.-Me voy porque llego tarde.
Salió corriendo de casa, sus padres aún dormían así que no la podían haber visto. Entró en una tienda de deportes y compró una tabla de surf. Salió y fue a la playa todo lo rápido que pudo. El chiringuito estaba abierto. Genial. Se sentó en un taburete y sonrió a Jack.
-¿Qué haces aquí?-le preguntó sorprendido.
-Me he escapado. La sirvienta me encubre.
-¿traes tabla?
Val asintió y Jack salió del chiringuito y se acercó a Nick y le pidió que se hiciera cargo de su chiringuito.
Pusieron las tablas en la arena y Jack abrazó a Val con fuerza.
-¿A que viene esto?-preguntó con una sonrisa la chica.
-Pensé que no ibas a venir. Como tu madre te dijo eso… pero has venido.
-no iba a volverte a dejar de lado.
-bueno, vamos a repasar.
Estuvieron un cuarto de hora repasando los movimientos y las posiciones y después se metieron al agua, nadaron un poco hasta encontrarse un poco alejados de la orilla. Se sentaron sobre las tablas y Jack miró a val.
Cuando yo te diga rema y súbete a la tabla con la ola que venga, solo quiero que vayas recta hacia la playa, ¿de acuerdo?
Val asintió un poco nerviosa y miró lo lejos que quedaba la playa..
-Y sobre todo relájate. Aquí viene una muy pequeña date impulso y después sube. Y mantén el equilibrio.
Val le hizo caso y comenzó a remar, cuan do la ola se formó se levantó y mantuvo el equilibrio hasta llegar a la orilla. Los amigos de Jack la aplaudieron desde el chiringuito. Val se puso roja y se volvió hacia Jack que venía rápidamente, le sonrió y le dio un beso en la mejilla. Volvieron de nuevo al mar.
-Joder, si hubiese sabido que la chica se iba a dejar no habría apostado-comentó Jared.
-tranquilo-.dijo Amy dándole un mordisco a su helado-tiene novio. Está muy pillada por él, y en el caso de que lo dejaran en dos semanas no se habría recuperado como para besar a Jack.
Nick sonrió-Entonces no hace falta preocuparse.
A la hora de comer, Jack y Val salieron del agua y se tumbaron en las toalla. Ambos estaban agotados.
-¡Mañana quedamos a la misma hora?-preguntó Val.
-No puedo, me toca turno de piscina. Pero pasado estoy libre.
-de acuerdo.
El móvil de Val comenzó a sonar y esta se sobresaltó, lo cogió y descolgó rápidamente.
-Hola Mark-dijo con una sonrisa.
-¿Dónde estás?-le preguntó el chico.
-Estoy en la playa con unos amigos. ¿Vas a venir?
-Si, ahora te veo..
Colgaron y Val miró a Jack recogiendo sus cosas.
-Voy a seguir con el chiringuito, es la hora de comer y mucha gente pedirá algo. Nos vemos mañana.
Val lo vio alejarse y suspiró. A lo lejos ya se acercaba Mark, fue corriendo hacia él. Cuando estuvo frente a él le besó.
-Hola. ¿Qué tal estás?
-Bien. He estado con un amigo.
-¿Quién? ¿El chico del chiringuito?
La chica asintió.
-No me gusta que vayas con él. No es como como nosotros.
-¿Y que tiene eso que ver? No es mal chico. A mi no me gustan tus amigos y nunca te hhe dicho nada.
-Pero mis amigos tienen un rango social, los tuyos trabajan en el club.
-Deje este tema ya, ¿Vale? No voy a dar mi brazo a torcer.
-Esta noche mis padres preparan una cena en nuestra mansión, venid.
Val torció la nariz.
-No creo que podamos, me empiezo a sentir mal y creo que me echaré un poco.
-De acuerdo. Entonces nos vemos mañana.-Mark se despidió con la mano y se alejó.
Val resopló, cogió la tabla y se dirigió hacia su casa. Entró por la puerta trasera y subió corriendo a su cuarto, dejó la tabla en su armario y se metió en el baño para darse una ducha rápida, al salir se miró al espejo y cogió polvos blancos se los puso por la cara y los brazos y se metió corriendo en la cama. Cinco segundo después su madre entró bruscamente en la habitación.
-¿Cómo estas?-le preguntó.
-Mal… no sé me está pasando.
-Lucy cuidará de ti. Tu padre y yo nos vamos, llegaremos pasado mañana por la mañana. Recupérate. Cuando el coche salió del recinto, Val se levantó y se quitó con una toalla húmeda los polvos. Resopló y miró la hora.
Hora de comer.
Bajó a la cocina y después de comer un plato de macarrones salió a la calle.
-¿Y te vas a rajar?-preguntó Nick sorprendido.
-No lo sé, lo estoy pensando.
Jared bufó.
-Esa chica te está cambiando, ya no eres tú.
Jack sonrió y miró a sus amigos.
-Sigo siendo yo, idiota. Lo único que no quiero cagarla.
-¿Y desde cuando te ha importado cagarla?-le preguntó Nick mientras rodeaba con sus brazos a Amy.
-Desde que Val es con quién puedo cagarla.
-Pues vaya-comentó Tom.
Jack observó la playa y contempló como una pareja se besaban tumbado en la arena. Suspiró, pero los ojos casi se le salieron de las orbitas cuando vio de quien se trataba.
Era Mark. Con una chica morena.
-Que hijo de puta.-murmuró.
-Y tu gilipollas-exclamó Jared.
Jack le miró extrañado.
-No, tu no. El novio de Val.
Todos se giraron hacia Mark.
-Uuuuhh, que putada. Y Val viene por ahí.
-¿Qué?-exclamó Jack-.Tíos no le digáis nada, ahora no ¿Vale? Y que no los vea.
Val se sentó en un taburete.
-Hola chica. ¿Qué tal? Venía para deciros que esta noche estoy sin padres y me gustaría invitaros a mi casa a cenar, para agradeceros el hecho de que me hayáis “aceptado” en vuestro grupo. Seréis algo así como multimillonarios por una noche. Y traeros bañado y cerveza-añadió con una sonrisa hacia Jack.
Jack se estremeció y le devolvió la sonrisa.
-Y Tranquilo, no habrá multimillonarios de verdad, excepto yo. Os veo allí a las ocho, ¿de acuerdo?
Todos asintieron y Val se dirigió a Jack.
-¿Podemos hablar?
Jack salió del chiringuito y se alejó unos cuantos metros.
-¿Podrías ayudarme a prepararlo todo? Nunca he dado una fiesta y dudo mucho que sea como a las que voy.
-De acuerdo. ¿Empezamos ya?
Val asintió con una sonrisa.
-¿Puedo llevar mi tabla a tu casa? Así tendremos más tiempo. Adelántate, yo ahora te pillo.
Jack corrió al chiringuito cogió la tabla y le tendió las llaves a Nick.
-Cierra el chiringuito, nos vemos a las ocho. Intenta hacerle una foto a Mark. Hasta luego.
Corrió con la tabla hacia donde estaba Val y se colocó a su lado.
-Y ¿de cuanto dinero disponemos?-preguntó Jack-supongo que te habrás pues un límite. Aunque claro, cuando dispones de todo el dinero del mundo…
Val le sacó la lengua y sacó las llaves del bolsillo. Abrió la puerta y dejó pasar a Jack.
-Bienvenido a mi casa.
Jack silbó mirando todo a su alrededor.
-Subamos la tabla a mi cuarto, después nos marcharemos.
-¿En limusina?-preguntó Jack.
-Si te hace ilusión puedo pedírselo al chófer.
-Tranquila, no hace falta molestarle.
Subieron al cuarto de Val y el chico dejó apoyada la tabla en la pared. Val le miró atentamente.
-¿Nos vamos?
Jack asintió y salieron de la mansión. Val se subió a su coche y esperó a que el chico llegara, le dio a un botón y el techo se plegó dejando el coche descapotable. Jack volvió a silbar y Val rió.
Fueron hacia el pueblo más cercano y aparcaron.
-Bueno, tenemos que comprar bebida, comida, vasos, platos, luces y si no quieres limpiar, manteles.
Entraron a la primera tienda y Val no lo soportó más.
-Jack, ¿puedo preguntarte por tus padres?
El chico la miró.
-A mi padre no lo conocí. Mi madre trabajaba para una familia como la tuya, el contrato era de permanencia absoluta y la familia se mudó. Yo me quedé con la familia de Nick. No he vuelto a ver a mi madre desde que tenía seis años.
Val hizo una mueca. Terminaron de comprar todo y regresaron al coche. El viaje de vuelta transcurrió en una silenció incómodo. Val decidió romper el hielo.
-Siento haberte preguntado eso… No debería haberlo hecho.
-Val, tranquila, no me ha molestado. Pero ¿Puedo preguntarte yo algo? ¿que siente tú por Mark?
A Val le pillo por sorpresa.
-¿Por Mark? Pues le quiero, pero esta mañana le noté un poco frío, ¿por qué me lo preguntas?
“Porque te está poniendo los cuernos” le hubiese gustado decir.
-Oh, pues por saber-contestó.-Y ¿crees saber la razón por la que esté así?
-Pues no tengo ni idea. Intentaré hablar con él. Pero tranquilo, no va a venir a la fiesta.
-No estaba preocupado por eso. ¿Y que vamos a hacer esta noche?
-Pues… no lo sé. Lo que queráis.
Aparcaron en el garaje y sacaron del maletero las bolsas. Subieron al comedor principal y dejaron las bolsas sobre la mesa.
-Había pensado hacer un poco de cena, pero le he dado el día libre al servicio.
-¿Y pretendes que yo cocine?-le preguntó Jack divertido-Yo no sé cocinar. Sólo utilizo mi cocina para desayunar. Como en el chiringuito y ceno en el club. Pero podemos intentarlo.
Bajaron a la cocina y Val abrió la nevera.
-Podemos hacer salchichas, pizzas, sándwich y poco más, porque hemos comprado un montón de patatas y comida basura.-comentó Jack echando una ojeada a la nevera.
-Y tengo para hacer también hamburguesas y patatas gritas.
Sacaron de la nevera las cosas necesarias y las colocaron sobre la mesa en el centro de la cocina. Val encendió el fuego y colocó en una sartén un poco de aceite.
-¿Es normal tener todo tan grande?-preguntó Jack-Los ricos tenéis todo muy grande. Me refiero a que normalmente no sois familia numerosa y en esta cocina pueden cenar 20 personas.
-Es como una competición entre familia. Parece que el que más grande tiene la casa, más prestigio tiene. Si esta casa te parece grande, deberías ver la que tengo en Beverly Hills. Es el doble de grande y lujosa.
-¿De verdad?
Val echó las salchichas a la sartén cuando el aceite estuvo caliente. Tras hacer unas 30 salchichas apagaron el fuego y Val sacó del congelador una bola de masa enorme. La estampó contra la encimera y sonrió a Jack.
-¿Alguna vez has hecho masa de pizza? A mis padres no les gusta comprar el pan y le dicen al cicnero que haga él el pan, por eso tengo tanta masa.
Jack se acercó a ella y empezaron a hacer la masa de 3 pizzas.
El chico miró a Val que estaba concentrada en darle forma circular a la masa. Cogió un puñado de harina y se lo lanzó a la cara. Val dejó de amoldar la masa. Le miró con la cara blanca y rápidamente le tiró otro puñado de harina.
-¡Eh!-se quejó Jack.
Abrió un bote y cogió un puñado de lo que había dentro y se lo tiró.
-¡No vale tirar especias! -Val cogió una mandarina y se la tiró a la cabeza, pero Jack la esquivó.
-Objetos sólidos, no.
Jack llenó un vaso de agua y se lo enseño a Val.
-Sabes que soy capaz de tirártelo- la amenazó.
-de acuerdo, ya está bien. Dejemos de hacer el gamberro.
Jack le sonrió y después le tiró el agua a la cara. Val gritó y sacó de la nevera la jarra de agua y se la lanzó a Jack. Él comenzó a perseguirla por la cocina y cuando la agarró por la camiseta, la chica tropezó y cayeron los dos al suelo. Jack se las apañó para apoyar los codos en el suelo y no chafar a Val. El rubio la miró fijamente, memorizando cada centímetro de su rostro. Val sonrió. Jack se dio cuenta de que llevaban mucho tiempo en el suelo y se levantó ayudando a la chica a ponerse en pie.
-estás bastante empapado-apuntó Val.
-ya, no sé de quien será la culpa.
Val rió y siguieron haciendo la cena, aunque desecharon la idea de las pizzas porque se había mojado la masa.
Cuando terminaron Val subió a ducharse mientras Jack veía la televisión.
ahora es cuando empezais a crear un club de fans anti Mark xD