Contra las Sombras, ¡cuarta ronda!

¡Tú qué crees?!

Lo dicho, he aqui el capi!!!!!!! xD os aviso, es laaargo xDD espero que os guste!!!


MATT


La mañana del miércoles pasó entre rápida y extraña. Rápida porque me la pasaba absorto en mis pensamientos y no me daba cuenta ni de lo que escribía yo mismo en las clases, y extraña, porque me sentía raro ese día, no sé, estaba hoy demasiado ido, normalmente no solía estar tan ausente. Al menos, esa ausencia disminuyó un poco cuando la profesora de literatura se percató de embelesamiento y me llamó la atención.
Aunque no duró por mucho, hoy parecía ser de esos días en los que ni me quería fijar en la hora del reloj.
Las clases de matemáticas y biología pasaron igual que en literatura, solo que cuando Mayra me preguntaba sobre algo y nos poníamos a hablar, por supuesto le contestaba, aunque creo que se me notaba demasiado que no me prestaba atencion ni yo mismo.
Cuando sonó el timbre que daba por finalizada la última hora de clase, me levanté y salí rápidamente por la puerta. Había visto a cris andando por el pasillo. Quería hablar con ella. Su comportamiento conmigo ya me estaba mosqueando bastante. ¿Qué demonios le pasa conmigo? Ni que hubiera matado a su perrito.
La ví a punto de girar para entrar al comedor y apresuré el paso para poder pararla.
- ¡Cris, Cris! ¡Espera!
Llego porfin hasta Cris. Me había visto ir detrás de ella y comenzaba a andar por el pasillo a paso furioso.
Quería explicarle que no se mosqueara tanto conmigo, joder, ya tenía bastante con la pesadez de Aurea. Esta mañana entre clase y clase me había interrumpido cuando hablaba con Riley y se había puesto a hablar con un entusiasmo muy raro para tratarse del trabajo que teníamos que hacer. Le había estado escuchando, pero prácticamente yo era, cuerpo en la tierra, mente en mi mundo. Al final, le respondí con varios "hum..." y "aham...." para que al menos ella no se cabreara conmigo también.
Al final cuando terminó de hablar, miró el reloj, dijo que tenía prisa y me dio un beso en la mejilla. Quise apartarme, no sabía que narices se traía entre manos con tanto flirteo y ese besito en la mejilla, pero no quería formar parte de su jueguecito.
Lo peor esque Cris lo vió. Creo que eso le enfureció.
Logré pararla antes de que entrara por la puerta del comedor.

- ¿Me quieres decir porque estas asi conmigo? Me tienes atacado, pasas de mi, cuando me hablas, practicamente me gruñes y me matas con la mirada y si te pregunto, te giras y vuelves a pasar de mi. Me tienes hasta preocupado, ¿Te he hecho algo que te molestara? Porque en ese caso te juro que no lo hice por molestarte y si no, me pillaste enfadado, pero por favor - añadí con una mirada de suplica - no te pongas asi que me preocupas.

Cris me mró sorprendida, pero luego volvió a su actitud fría y reservada que utilizaba para molestarme.

- Tú sabrás ¿No? Si no preguntaselo a Aurea que seguro que ella te lo dice.
Le miré extrañado - ¿A Aurea?
Cris resolpló - como si no lo supieras - dicho esto, se giró y se fue al comedor.
Oh, vale, que ahora resulta que soy adivino.......¿Pero que narices les pasa a esas dos?
A este paso yo me escapo del internado y me meto en un loquero.
Entré en el comedor con un suspiro. Hoy había pollo y pisto.......bueno, no esta mal......
El resto del día lo pasé en las clases ya más atento y participativo y luego al terminar, me fui al aula de música. Hacía tiempo que no iba, y quería matar el tiempo.
Después de ensayar un poco, me aburrí y me fuí. Hoy la profesora no estaba en el aula, así que no me tuve que molestar en ser cortés y me fui sin decir nada y rápido.
Dí un paseo por los jardines para despejar las ideas, y luego me metí en mi habitación.
Estaba ojeando el libro de texto que tenía en frente para ver si conseguía memorizar algo, o al menos, luego no puedo comerme la cabeza con que no he hecho un esfuerzo por estudiar. La verdad esque tenía muchas cosas en la cabeza, y cada cinco minutos me distraía absorto en mi mundo.
Miré por la ventana, el miercoles se me estaba haciendo más largo que de costumbre y eso no me gustaba nada, cuando los días tienen pinta de ser largos y cansados me suelo poner de mala uva y negativo, o simplemente cansado.
Resoplé y recosté mi cabeza sobre el escritorio.
Había oído unos pasos acercarse a mi habitación, parcían de una chica, Jacques anda de otra manera.
(conté mentalmente) Uno, dos, tres, cuatro...........
Tocaron a la puerta de mi habitación. Suspiré y dije un seco "entra".
Aurea se colo rápidamente por la puerta. Tenía una sonrisita divertida y sus ojos miraban todo curiosos.
A saber lo que querrá ahora, el trabajo era para la biblioteca. Si ahora viene es para su propio interés. Lo que me faltaba, yo con follones de estos de flirteo, como si no hubiera tenido suficiente el año pasado con Charlotte.
Además, era la mejor amiga de Dan, y ese no me tenía mucho aprecio precisamente, no porque le hubiera hecho algo, o que él me hubiera hecho nada a mí. En realidad sólo recuerdo que una vez al mes nos asentimos secamente a modo de saludo y punto, lo demás se queda en blanco. La verdad era porque Dan y Jacques se odian a muerte, y por supuesto yo estoy del lado de Jacques, si me tengo que conseguir un enemigo por estar de parte de mi mejor amigo, cojonudo. Aunque tampoco entiendo esa enemistad, solo sé, que es tan fuerte que encuanto se saludan, se ponen verdes, y alguna vez que otra, hasta han llegado a los puños. Por eso, por lo de Charlotte, y porque ya tengo mas que de sobra con mis problemas con Cris, no tenía ni una pizca de interés en el jueguecito que se trae Aurea desde hace días.
La miré. Estaba parada en medio de la habitación con los brazos cruzados sobre el pecho, y seguía sonriendo.
- ¿Pasa algo Aurea?
Se encogió de hombros.
- ¿Una amiga no puede venir para hablar? Pareces de mal humor ¿Te ha pasado algo?
Puse los ojos en blanco. "Algo" es un eufemismo.
- Hum.......llevo medio milenio intentando meter algo de esta sopa de letras en la sesera y no hay manera, dentro de poco viene otra ronda insufrible de exámenes, cada vez hace más frío, cosa que odio, y para colmo Cris parece que me odia. - Resoplé irritado por mis propias conclusiones. No me había percatado del frío hasta ahora que lo había dicho. Aun así, me seguía fastidiando igual, odiaba el frío desde siempre y el calor me sofocaba. Si, era raro, pero yo soy de esas personas intermedias, ni frío ni calor, templado. Aunque si me dan a elegir, elijo mil veces antes el calor que el frío.
De repente recordé lo que me dijo al medio día Cris.
- Oye, ¿Tú sabes algo de lo que le pasa a Cris? Me ha dicho que te pregunte a ti.
No me mireis así, no soy gilipollas, más o menos me huelo la trama, pero quiero asegurarme por si me equivoco y resulta que es una pelea de gatas porque las dos tienen la misma blusa de última temporada de la marca superpija a la que las chicas le suelen encantar. Quien sabe, eso suele pasar.
Aurea sonrió y se acercó a mi.
- ¿Y eso te preocupa? Cris simplemente está envidiosa.
- Envidiosa........¿Envidiosa por que si puede saberse?
¿Ahora andaban con peleitas de el tipico estilo este-chico-es-mio-yo-lo-vi-primero?
Porque en ese caso se iban a llevar un buen chasco.
Por lo menos Aurea se lo iba a llevar. Cris es un tema a parte.
Aurea amplió su sonrisa de forma juguetona y se acercó (otra vez) a mi.
Nustras caras estaban cada vez más cerca. Ahora solo nos separaba un pequeño espacio de aire, aunque ella lo iba acortando a la vez que hablaba.
- ¿Tú que crees?
Justo cuando iba a hablar lanzó sus brazos alrededor de mi cuello y me besó.
Intenté apartarme delicadamente para no resultar un brusco capullo maleducado, pero en cuanto oí abrirse la puerta y ver por el rabillo del ojo una figura femenina que yo conocía muy bien, mis pobres intentos por ser cortés se fueron al traste. Era Cris.
- Con que no salías con ella, eh........- su voz sonaba angustiada.
Me aparté ya de golpe de Aurea y miré la puerta. Mierda santa. Cris se había ido corriendo. Miré a Aurea. Estaba jadeando pero sonreia.
- ¿Ahora lo entiendes Matt?
Me quedé atónito. ¿Ha hecho sufrir a Cris sólo porque queria besarme? Uh, esto iba de mal en peor. Como mi mal genio.
- Pues mira sí, ahora entiendo la triquiñuela tan tonta que te traías entre manos con tanta sonrisita y tanto saludito. ¿Pero sabes qué? Me da que el tiro te ha salido por la culata, porque el caso esque no me interesas. Eres maja y divertida, pero en ese sentido no me interesas. Lo siento, pero es así. Y no soluciona mucho las cosas que encima te me tires para besarme.
Dicho esto, me levanté y salí pitando detrás de Cris.
Ví cómo corría a toda pastilla a través del pasillo.
Iba a seguir por una parte que desembocaba en dos salidas, una por la derecha y otra por la izquierda, y que terminaban unidas en un mismo pasillo más adelante.
Ella fué por la izquierda, y yo decidí ir por la derecha para acorralarla.
Cuando los dos salimos a la vez por la parte que terminaba en un solo pasillo, la agarré de los brazos y la empujé - suavemente, no soy un maldito bruto - contra la pared.
Cuando la miré vi que estaba entristecida, aparte de que respiraba entrecortadamente de la carrera, pero sus ojos estaban tristes y angustiados.
Por un impulso que se despertó en mí, la solté de los brazos, apoyé mis manos en la pared a los lados de su cabeza, me incliné hacia ella y...la besé.
Luego me aparté con una sonrisa y le miré.
Me miró sorprendida. Abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró.
Aunque luego sus facciones pasaron a enojadas.
- ¿Me vas a escuchar ahora?
"Oh, por favor, que diga que sí, hoy llevo un día de marrones femeninos...."
- ¿Tú......tú quien te crees?¡Claro que no! - me chilló histérica.
Oh, perfecto, ya sabía yo que las cosas no me podían ir fáciles.
Me apartó y volvió a salir corriendo hacia los jardines.
"Dios mío....a este paso voy a ganar la medalla de oro en atletismo...."
Salí corriendo detrás de ella por todo el recorrido. Corría hacia el fondo de los jardines, donde comenzaba el bosque por el sendero que conducía al lago.
De repente, Cris se paró; delante de ella había un tronco caído.
- Mierda - escuché que murmuraba.
Aprobeché el momento y la agarré por detrás de la cintura.
Me acerqué a un banco antiguo que había ahí cerca y senté a Cris allí.
Me puse en frente de ella.
- No intentes salir corriendo otra vez, porque sabes muy bien que te atraparé. Ahora escúchame.
Me miró enfadada.
- Vale - dijo secamente.
Tomé una bocanada de aire y empecé a hablar.
- Primero: no salgo con Aurea, no saldré con ella, ni quiero salir. Segundo: no estará bien que lo diga así, pero que conste que yo no la he besado, ella se me ha tirado encima. Y tercero: ¿Porqué crees que te he besado?
Vale, quizás lo tercero no estaba muy bien dicho, me hubiera gustado expresarme mejor, pero estaba cansado del maratón y lo estaba diciendo en tropel por si se le volvía a ir la olla y salía pitando de nuevo.
- Porque....- sonrió.
Oh, vale. Ahora tocaba la tipica parte en la que el chico se le declara, la chica le mira con ojitos de corderito y al final se besan y son felices para siempre, como los novelones rosa que solía ver mi tía por las noches en la televisión.
Pues el caso esque sentía como si callera por el vacio con un buen nudo en el estómago. Esto ya me pasó una vez y terminé siendo un maldito cornudo. A parte de que me rompieran el corzon y etc etc
Por eso no estaba muy seguro de como saldría esto, pero Cris me gustaba y mucho, las cosas claras, y si no me equivoco y por las indirectas de Aurea sobre Cris, puede que ella sienta lo mismo, asi que, allá vamos chaval, lánzate en la declaración definitiva.
- Yo....Cris.......esto.......joder, es más dificil que tomar declaración en un interrogatorio de la policía - se rió. Bueno, eso es positivo, al menos no la mataré de aburrimiento.- Verás, ya se que somos mejores amigos y eso.......pero.....vale, esto no va bien, parece que me esté declarando a mi hermana - resoplé irritado conmigo mismo. Cogí aire y comencé de nuevo. A ver si ahora lo decía bien. - Yo desde hace un año, tengo por norma general pasar de todas las tías y eso, desde hace un año - añadí en un murmullo - no me fio de tener otra vez novia y eso después de lo de Charlotte y..... - me miró sin comprender - ehm, sí, te explico. El año pasado yo estaba con una chica, Charlotte, era muy guapa y todo, un encanto, y claro, a mi me gustaba mucho, total, que le pedi salir y aceptó encantada y estuvimos de novios unos tres meses.......era muy cariñosa y yo estaba como en las nubes....hasta que un día la pillé en su habitación algo "ocupada" - apreté la mandíbula. No me gustaba mucho hablar del tema, excepto cuando Jacques lo sacaba a colación cuando se preocupaba por mi actitud pasota con las tías. - con ocupada me refiero a montándoselo con dos tíos en su cama. - Me miró medio flipando. Uh, quizás fui demasiado directo. Joder, esto de declararse no es fácil, parezco un desastre, mierda.- Lo siento. - Le dije arrepentido. Hice ademán de irme, quizás un paseo me despeje las ideas y luego pueda decírselo mejor......pero me agarró el brazo, negó con la cabeza y dijo:
- No, nada nada, tú sigue, no lo sientas, en serio.
Le sonreí. De verdad, ella se mercía que cambiara mi norma por ser ella. No sé lo que ha hecho esta chica con mi armadura de hierro alrededor de mi corazon, pero está claro que la ha roto. Suspiré y seguí:
- Claro, después de esto, la dejé, no soy imbécil, quizás a veces soy un completo gilipollas, pero se reaccionar a estas cosas. Ella me dijo que muy bien, se lo pasaba mejor ligando que conmigo, que era un buen chico, muy mono, pero que le aburría, ella era más de "acción". - Gruñí por lo bajo y desvié la vista. - Después de esto, ya los demás me fueron diciendo las aventurillas que había tenido mi "queridisima" Charlie con otros chicos, y en fin, depués de esto, no he querido imbolucrarme más en nada relacionado sentimentalmente. Pero llegas tú y me haces sonreir y reirme y me haces sentir mejor que nunca y me desarmas mi norma por completo. - me reí. Eso de la norma es un poco exagerado, no es norma, simplemente algo que me dije a mi mismo por precaucion, pero esque ahora mismo no le encontraba otro nombre.- Así que ya ves, estoy aquí, preocupado y angustiado por si ahora me odias por lo que montó Aurea y a la vez te estoy diciendo como me siento, y si te soy sincero, esta debe de ser la peor declaración del mundo y yo el peor idiota.- Me reí.
Me sonrió y luego se rió.
- No me lo pareces en absoluto. Lo que me parece esque esa tal Carlotte es una tarada y una ida de la olla por hacerte eso.
Le sonreí.
- Bueno...entonces te quedó claro que yo con Aurea no tengo nada de nada ¿No?
Su sonrisa se amplió.
- Sí, me quedó claro.
- Y hum......bueno, ya sé que me está esto saliendo muy precipitado, pero que narices, quiero intentarlo.....yo......¿Quieres salir conmigo?
Ala, ya esta muchacho, ya lo has hecho. Ahora que te diga que no y ya vas bueno.
Sus ojos se le iluminaron y me miró con una gran sonrisa.
- Me has perseguido por medio internado y luego casi hasta el bosque, me has acorralado dos veces, y te me has declarado. ¿Tu te crees que te voy a decir que no? - Se rió.
Después de eso le besé. La verdad es que no me había sentido así en la vida, ni con mil charlottes dando la murga.
Luego nos fuimos al comedor para cenar y nos sentamos con Allyson y las demás. No vi a Jacques por ninguna parte, así que supuse o que estaría dando uno de sus paseitos para despejar la mente, o yo estaba medio cegato. Opté por lo primero, ahora no tenía ganas de que un oculista me mandara gafas de culo de vaso.
Al terminar de cenar, Cris me dijo que le acompañara a su cuarto, así que acepté con una sonrisa. No penseis mal, luego vendría Allyson, asi que no ibamos a hacer cosas raras precisamente. Simplemente le iba a acompañar hasta su habitación, le daría las buenas noches y me iría a mi cuarto a dormir la mona.
Le estaba dando un beso en su cuarto antes de irme, cuando alguien abrió la puerta de golpe y nos interrumpió. Dimos un respingo y nos apartamos.
Allyson estaba parada mirandonos a los dos. Abrió la boca para decir algo, pero la cerró. Una sonrisa se extendió por sus labios.
- Ops, perdon por interrumpir......
Cris se sonrojó.
- Nada nada, si de todas formas Matt ya se iba.
Allyson nos miró burlona.
- Oh no, por favor, que yo no queria molestar.
Ya era hora de intervenir.
- No, en serio, que yo ya me iba, solo nos estabamos despidiendo.
Me acerqué a Cris, le dí un ràpido beso en la mejilla y le sonreí.
- Hasta mañana.
- Buenas noches. - Me dijo sonriendo.
- Hasta mañana Allyson. - me despedí con un gesto de la mano.
Luego salí por la puerta, y recorrí el pasillo hacia mi cuarto.
Ya en el cuarto, Jacques tampoco estaba allí y yo me sentía ya cansado, así que me cambié de ropa por mi pijama y me metí en la cama. A los cinco minutos me quedé frito.
El jueves pasó rápido : las clases eran aburridas, tomé apuntes, apunté las fechas de algunos exámenes próximos, comí esta vez con Jacques, por la tarde más clases y luego, porfin, tiempo libre para descansar.
Di un paseo por los jardines y luego me pasé otra vez por el aula de música por si había alguien y me animaba a ensayar, pero como ayer, estaba totalmente vacío.......¿Qué les había pasado a todos? Hombre, seguramente estudiando para exámenes o trabajos, yo también lo hacía, pero ¿Y la profesora? Se me hacía raro ya, que cada vez que pasara por allí no me diera el mismo sermón de siempre.
Al final acabé en mi cuarto estudiando literatura y luego, un poco de historia, que esa última, la llevaba un poco floja, así que mejor me metía caña, que los exámenes andaban cerca.
Al rato Jacques entró al dormitorio y me miró con una ceja enarcada y una medio sonrisa estilo ostras-de-lo-que-me-he-enterado-te-vas-a-cagar.
Le miré preparándome para lo que fuera que me iba a soltar.
- Conozco esa cara ¿Qué se cuece por los pasillos para que me mires así?
Rió divertido por la situación.
- Uy... pues el caso es que se cuece algo jugoso ¿Sabes? He visto por el pasillo a dos chicas rubias hablando de mi compañero de habitación... tú no sabes nada ¿No?.
- Ehm... si es lo que creo que es... sí, lo sé, y esas rubias son unas bocazas hablando por ahí.
Soltó una carcajada.
- Ay mi chiquitin que ya vuelve a enamorar a las niñitas.
Bufé.
- Me recuerdas a mi difunta abuela tío.
- Sí, pero yo soy la versión mejorada: joven y moderna.
- Ah vale, abuelita, ¿Hoy vas a cocinar un bizcocho de yogur o de fresitas?
- Por que poco, pero ya sabes que me salen mejor las natillas. Anda chaval, no me cambies de tema, que te veo venir.
Me miraba divertido. Suspiré y puse los ojos en blanco.
- Dios... ya sé que yo no he ido a la misa desde los ocho años...pero si me tienes aprecio, llévame contigo...
Se rió.
- Ah no, tu de aquí no te vas de aquí hasta que me digas si es verdad o no lo que he oído
- Vale, joder, una de esas rubias era Cris, ¿No?
- Seh.
Me tiré en la cama y resoplé.
- Entonces ya lo sabes, ¿Para que quieres que yo te lo diga?
- Porque Cris no es mi mejor amiga y ella no sufrió una putadita amorosa de las gordas el año pasado y se quedó jodida. Asi que no, no me preocupo por ella.
- Oh, es verdad version moderna de mi abuelita, que tu labor es darme pellizquitos en las mejillas y recordarme lo monin que soy.
- Mi paciencia no es infinita precisamente asi que no vuelvas a irte por las ramas.
Ahora sonaba serio.
- Joder, vale, ¿Qué quieres saber?
- Uhm... la verdad, no sé. Simplemente quiero saber como lo llevas después de lo de Charlotte.
- Hombre, por lo que has podido comprobar lo llevo bien.
- Pero...
- Pero nada ¿Porqué siempre tiene que haber un pero? Cris me gusta mucho, le he pedido salir y me ha dicho que sí, resulta que yo también le gusto y ahora salimos ¿Qué hay de malo?
- Vale fiera, no me comas. - dijo sarcástico.
- Esque sabes que no me gusta tocar el temita de Charlotte.
- Ya, pero tendrás que hablarlo con alguien algún día ¿No?¿Se lo dijiste a Cris?
- ¿El qué? - me hice el tonto.
- Joder, que llevas debajo del uniforme una camisetita con dibujitos de ositos de peluche rosas ¿Qué coño va a ser? Lo de Charlotte.
- Sí, se lo dije.
- ¿Y?
- Y nada, me dijo que ella era un tarada por hacerme eso y luego ya le pedí salir y me dijo que sí.
Me miró divertido.
- Eres un gilipollas por tardar tanto en espabilarte, llevas babeando por ella desde septiembre. Creí que tendría que hacer yo mismo de Celestina.
- Sí ya, y yo voy y me lo creo. - dije con un risa. - Y no babeo por ella desde septiembre.
- oh, a mi me parece que sí... se te veía el plumero.
- Bueno vale, se me veía el plumero, ¿Qué pasa? Tengo mis motivos por haber tardado, me preocupaba que me dijera que no.
- Tú al nacer te estrellaste de cabeza contra el suelo... - dijo poniendo los ojos en blanco.
- Y tú caiste desde un quinto piso, ¿No te jode? ¿Podemos dejar ya el tema de Cris?
- Ay que le da corte a Matt hablar de su novia. Que se me sonroja y todo...
- Gilipollas.
- No no no no no. Ahora no recurras a los insultos para esconder que esque te da verguenza.
- A mi no me da verguenza, simplemente no tengo ganas de hablar más del tema. Por cierto, ¿Y tú qué tal con las tías? Digo yo, ya hemos hablado de mi de sobra... Alguna novedad por esos lares? - le dije divertido.
- Ni de coña chaval. Ese tema es mío y eso sí que no lo vamos a hablar.
- Me lo tomaré como que sí hay novedades - dije con una sonrisa socarrona.- Dime ¿Morena, rubia, pelirroja?¿Alta, delgada, con curvas, guapa?
- ¿Como besa Cris? - contraatacó.
- Vete a tomar por saco.
- Lo mismo te digo.
- Vale, vale. Tranquilízate. ¿Dejamos el tema para luego? - dije divertido.
- Mejor dejamos el tema y punto. - dijo con sorna.
- Bueno, entonces hablemos de otra cosa. Este finde es lo de la acamapada al pueblo ¿No?
Me dio unos golpecitos en la cabeza.
- Confirmado, gracias a Dios que el golpe no te deformó la cabeza.
- Vale mister bromitas, me lo tomaré como un sí.
- Mejor tómatelo como un: ¿eres tonto o eres tonto? Como para no acordarse que siempre el último fin de semana de octubre es la acampada, es tan divertido y entretenido ver a los profesores intentando asustar a los crios...
- Perdon, disculpe la ofensa, no quería ofenderle caballero - dije con sarcasmo - tengo muchas cosas en la cabeza, se me había olvidado.
- Oh, es verdad, se me olvidaba que cuando a mi amigo Matt se le enamora el alma solo piensa en escenas de novelitas rosa con la chica de sus sueños. - Dijo burlón.
- ¿No íbamos a dejar el tema, coñazo?
- Claro, claro, esque verte así de atontado es una oportunidad única para poder meterme contigo.
Después de eso seguimos hablando y más tarde bajamos al comedor para cenar.
Al final, resulta que se nos había pasado el tiempo para bajar a cenar, no había casi nadie ya, así que cogimos las bandejas, nos sentamos en la primera mesa que pillamos y cenamos rápido para volver a la habitación y echarnos a dormir.
　
Como se notaba que era viernes a primera hora de la mañana y que la de Historia me tenía manía. Se ve que antes de la acampada le apetecía amargarme un poquito, a ver si así se divierte antes de tener que vigilar dos dias enteros a niños correteando por un campamento hasta torcerse un tobillo.
La profesora me lanzó su típica mirada para mí, altiva y odiosa.
- Señor Collins, ya que parece tan ocupado escribiendo en su libreta........seguramente de apuntes, ¿Porque no nos hace el favor de salir a la pizarra a recordar lo que hoy os he explicado? Parece que esta mañana todos están muy entusiasmados por la salida de mañana, no obstante, eso no quiere decir que no debais seguir prestando atención hoy en clase, como todos los días. Así que.....haganos el favor de salir, señor Collins.
"Respira hondo........ni se te ocurra soltar el mal genio......esa bruja te puede poner un parte.......sal y di lo primero que se te ocurra o recuerdes......."
Al rato después de salir, quedó claro que lo que estaba escribiendo en mi libreta no eran a puntes y que yo estaba pasando de la clase tanto como de las notitas que me intentaba lanzar Aurea a la cabeza (cuando ya estaba enojada de que pasara de ella) y a la mesa.
Por lo menos, la profesora no había sido tan sádica de ponerme en ridículo, solo se había quejado y refunfuñado por lo bajo y después me mandó a mi sitio.
El resto de las clases pareció que los profesors se daban cuenta de que era misión imposible que hoy prestáramos atención, así que abandonaron y flojearon la clase hasta el punto de hacer caso omiso de cuando nos poníamos todos a hablar a cuchicheos y empezar a preguntar sobre lo que pensábamos hacer mañana en la salida.
A la hora de comer me senté con Jacques, pero al rato de estar hablando y comiendo con él, charlando de la mañana y de la salida, vino Cris y se sentó con nosotros.
Jacques empezó a bromear sobre bromas como "tortolitos" y cosas asi....lo típico.
Luego ya hablamos de demás cosas.
Al terminar, Jacques y yo dejamos las bandejas en su sitio, y salimos por el comedor, solo que él se iba a sus clases, y Cris y yo a las nuestras, así que nos separamos al cambiar de dirección por el pasillo.
Antes de entrar en clase de literatura, Cris se puso frente a mí y me sonrió con un pequeño toque de timidez.
- Oye, ¿Te apetece quedar luego, después de las clases o por ahi?
Le sonreí.
- Claro. Ahora vamos a entrar, no vaya a ser que seamos los últimos y ya es lo que nos falta.
Cris se rió y asintió. Al entrar en clase, descubrí - un poco aliviado - que no éramos ni por asomo los últimos, todavía faltaba casi media clase.
"¿Pero donde están......?"
Al final, vinieron todos uno a uno casi en fila india, y por suerte - para ellos - justo antes de que la profesora entrara en clase.
En biología, Mayra y yo estuvimos hablando de todo menos del trabajo, el profesor se encontraba enfermo, y el sustituto era un novato, así que, como no, hay que aprovechar una oportunidad cuando se presenta.
- Bueno, ¿Tú que locuras planeas cometer con tu amigo Jacques? Este año he visto que no habéis hecho ninguna novatada.....¿Qué?¿no os dió tiempo? - se rió.
Sonreí divertido.
- Exacto, diste en el clavo, no hicimos ninguna por desgracia, porque el tiempo libre no estuvo de nuestra parte. Ni el tiempo ni la inspiración. Así que no sé si se lo comentaré eso de gastar las bromitas este fin de semana....
Mayra me miró divertida con una ceja enarcada.
- Si haceis alguna broma.....ni se os pasará por la cabeza gastárnosla a mi y a las demás, ¿No?
- Hum......... - alcé la vista dubitativo - dame algún motivo para que no lo hagamos - le sonreí malicioso. Mayra me dio un golpe en el brazo.
- Simple, porque no creo que te atrevas a gastársela a Cris, y porque si nos la gastas a nosotras, o por lo menos a mí, te aseguro que te despellejaré vivo, lenta y dolorosamente chavalin.
- Eso ha sonado a sadismo puro ¿Sabes?
- A mi me parece que lo que sonaba es a una amenaza bastante convincente, y que sepas que soy capaz de cumplirla.
- Duh....... - fingí estrmecerme de horror - en ese caso, te apunto en la lista negra de "Ni de coña hacerles bromas". Me gusta mi piel tal y como está.
- Eres un chico listo.
Después de la clase de biología y la de música - en la que hoy si que no me libré de ver a la profesora, menos mal, pensé que la habían secuestrado o abducido - me fuí a mi cuarto.
Dejé la mochila en el borde del escritorio, me quité la camisa del uniforme y me la cambié por una camiseta gris de manga larga que me remangué hasta los codos, luego me puse unos vaqueros oscuros y me puse unas zapatillas.
"Mucho mejor, sin el pesado uniforme"
Entré en el baño, abrí el grifo del lababo y me eché un poco de agua templada en la cara. Luego me sequé con la toalla y me lavé los dientes.
Estaba en plena hazaña del cepillado, cuando tocaron a la puerta.
Abrí y me encontré con Kyle. Joder, parecía como si no lo hubiera visto en años, y el caso esque solo había desaparecido unos días.
-Buenas tardes, ratoncito Pérez.
Le lancé una sonrisa burlona y le dejé pasar. Me metí al baño para enjuagarme la boca de la pasta de dientes, y cuando salí le miré.
-Lo siento, Kyle… Pero es que he quedado con alguien.
A ver si Cris llega ahora. Kyle me miró con una gran sonrisa y noté como me ruborizaba un poco.
"Tio, ¿Ahora te ruborizas?¿Pero qué te pasa?"
-¿Con quién? ¿Cris?
-Si, ¿algún problema?-pregunté. A ver si ahora hay objeciones con que yo quede con mi novia....
-No, por supuesto que no. Bueno, mejor me voy no vaya a ser que venga Criiiiiiiis-dijo con voz cantarina.
Será.........
Comencé a empujarle hacia la puerta.
-Vete a tomar por culo, Kyle.
Se rió y se giró hacia mí.
-Oye Matt… Tengo una caja de condones en mi cuarto por si acaso… ¡Siempre con precaución!
Jajajajaja, sí, muy gracioso. Para eso antes que pedir condones los traigo yo mismo.
Hay que joderse......ahora con estas bromitas. Ya verá cuando este se pesque novia.
-Anda y que te folle un pez espada.
Se fué con una gran sonrisa burlona.
Al cabo de un rato llegó Cris y nos fuimos a dar un garbeo, no nos íbamos a quedar todo el rato en la habitación.
Al rato de estar charlando y riendo, escuchamos unos murmullos de varios chicos y chicas agrupados en una pandillas cuchicheando nerviosamente.
Pasé un brazo por los hombros de Cris y nos acercamos al grupo para saber qué es lo que pasaba. Entre ellos se encontraba Riley, así que nos acercamos a él y le pregunté.
- Jacques y Adamatti. Se han puesto lindos en una pelea, hace ya un rato. Se han llevado a Dan, pero no sé donde está Jacques, quizás esté en la habitación, o en la enfermería......
Resoplé. No, si ya tardaban esos dos en meterse ostias, ya era raro que no se hubieran ostiado en septiembre.
- No, en la enfermería fijo que no está, Jacques no iría, él estará en la habitación. El que va a tener que ir a la enfermería soy yo para coger hielos.
Miré a Cris, que asintió, le cogí de la mano y nos fuimos a la enfermería para comprar unos hielos (seguro que harían falta) y luego irnos a mi cuarto.
La enfermera se quedó agusto cobrando, 10 euros por una bolsa de hielos.........
No dije nada, porque Cris ya me estaba diciendo que fuéramos a mi cuarto a ver si estaba Jacques. Estaba inquieta por lo que podría haberle pasado. Le dí un beso para tranquilizarla y le dije que ellos todos los años se metían como mínimo en cinco peleas siempre, seguro que estaría vivito y coleando. De mala leche, pero vivo.
Cuando entramos en la habitación, vimos a Jacques repantingado ens u cama con los ojos cerrados y refunfuñando. Tenía sangre en la nariz y un moratón en el ojo derecho, también parecía que tenía en la mejilla un arañazo y estaba un poco inflamada.
"Joder........se han divertido de lo lindo esos dos"
Miré a Cris, que a su vez estaba mirando a Jacques con la boca entreabierta.
- Cris,.....me da que Jacques va a a estar de mal humor, así que lo mejor será que te vayas, seguro que va a estar refunfuñando y quejándose. Luego cuando esté curado te llamo y vienes a verle ¿Bien?
- Vale, luego vengo a ver que tal está. - me sonrió y me dió un beso rápido. Luego se fué. Me giré hacia Jacques.
- Ya decía yo que no era normal que este año no os pusiérais el ojo hinchado él y tú.
Me miró.
- Que te den.
- Ok, entonces quieres quedarte solo con la sangre pegada en la jeta y el ojo inflamado¿No?
Parecío pensárselo mejor.
- Vale vale, lo siento, estoy de mala ostia.
Resoplé - ¿Tú crees? No me había dado cuenta.
Me acerqué al armario y abrí el altillo. Cogí el botiquín de primeros auxilios y lo dejé en la mesita de noche, lo abrí y saqué el alcohol y un algodón.
Cuando lo pasé por las heridas Jacques se puso quejica, pero le dije que se jodiera y apechugara por meterse en la pelea.
- Bueno, ya está, te he echado medio botiquín para que no salga ni una gota de sangre y que los antiinflamatorios hagan efecto, así que, la jeta al final no te quedó tan fea, solo un poco rara. - Me reí.
Me lanzó una mirada envenenada.
- A ver si te arreglo yo la tuya y veremos qué me dices luego.
- Te diré que pareces un criajo que se pica por nada.
Bufó y puso los ojos en blanco.
- ¿Cómo estarías tú despues de ostiarte con Adamatti?
- Vale vale, pero a mí no me mates.
Después de eso, vino Cris que le preguntó a Jacques como estaba, y éste le dij oque como una rosa, y bajamos a cenar.
Por la mañana, el despertador sonó temprano. Joder, ya sabía que hoy era la acampada....pero era sábado.....¿No podían ser generosos y dejar que nos levantáramos un poquito más tarde? Yo con dos horas más de sueño, me levanto más feliz que unas castañuelas.
Jacques y yo bajamos a desayunar, aún medio zombies, pero con las mochilas y todo preparado. Yo me senté al lado de Cris, que estaba con Mayra y Sam, después de un rato, llegó Kyle.
Cuando casi todos terminamos de desayunar - que por cierto, por fin ponían en cantidad, al menos es para que no nos dé un bajón de azúcar - la directora se puso al frente y comenzó a hablar.
-Chicos, puesto que vamos a pasar noche fuera, necesitamos llevar tiendas de campaña. Cada profesor llevamos una, pero hay más tiendas que profesores y por eso hemos elegido unos cuantos chicos al azar de los dos últimos cursos para que lleven las restantes. No se ha apuntado mucha gente, así que solo necesitaremos 10 chicos, que son. De primero de bachillerato: Matt, Juan, Alonso, Manuel y Carlos. De segundo de bachillerato son: Dan, Antoine, Kyle, Luis y Jacques. Dentro de media hora saldremos. Los nombrados por favor pasad por el despacho de la directora para recoger las tiendas.

"Ouuuuu.....que bien........ala, a cargar con tiendas de campaña se ha dicho."
Kyle y yo, y los demás nos levantamos y fuimos al despacho. Nos entregaron unos sacos grandes y pesados. - que bien, eso es lo que me faltaba esta mañana justo después de necesitar dos cafés para quitarme mi mente zombie, una hermosisima tienda de campaña - que luego atamos a nuestras mochilas.
Todos nos miramos unos a otros esperando que el tramo de caminata fuera de cinco minutejos en vez de varias horas.
Al cabo de un rato, ya estábamos saliendo por la entrada, y nos encaminábamos por la linde del bosque hasta el lugar de acampada.
Cris se acercó a mí y se dispuso a caminar a mi lado.
- ¿Pesa mucho?
- No, que va, en realidad todo esto está relleno de plumas de ganso. Si ves a mi espalda doblada es sólo por puro gusto, de mayor quiero tener una gran chepa.
Se rió.
- Para ganso ya estás tú.
- Exacto, yo sirvo de ganso, no de mula de carga, pero en fin, así puedo demostrar que estoy más fuerte de lo que pensaba, algo es algo.
- Uy sí, superman en acción.
- ¿A que te dejo la tienda a ti para que la lleves tú?
- Oh, no gracias, eres tú el que está inscrito en la lista, no yo.
- Hum......al menos hablemos de otra cosa que no sea el pedazo de bulto que llevo en la espalda.
Soltó una carcajada.
- Ay, pobrecito mio. Vale vale, hablemos de otra cosa. - se volvió a reir.
A las tres horas y media, los profesores por fin se decidieron por decirnos que paráramos para acampar.
Los chicos de penúltimo y último curso nos pusimos a montarlas, y aunque parecía que los profesores nos ayudaran un poco, en realidad sol ose limitaban a dar instrucciones y ponernos la cabeza como un nido de abejas.
Por la tarde montaron unos juegos en los que todo el mundo se apuntó.
Por la noche encendimos varias hogueras y los profesores contaron historias de miedo que asustaron a los niños pero a mí me aburrían, eran las típicas de campamento. A las 10 la directora nos dijo quienes íbamos con quienes en las tiendas de campaña. En una tienda de campaña tocamos: Dan, Matt, Antoine, Jacques y yo.
Después de dejar la mochila, cambiarme, y dejar listo el saco de dormir me fui a dar las buenas noches a Cris.
Cuando llegué a su campaña, ella salió, le dí un beso, le dije que durmiera bien, ella me sonrió y me fui a la mía a dormir yo también.
En la tienda la tensión de Dan y Jacques se podía cortar con un cuchillo si hacía falta. Nos metimos todos en nuestros sacos de dormir y todos nos quedamos en silencio. Resoplé y puse los ojos en blanco. Enseguida alguien empezó a roncar. No sabía quien era, pero imaginé que sería Antoine, Dan y Jacques se les notaba despiertos, a Dan porque miraba de un lado a otro como de mala uva y a Jacques porque no paraba de refunfuñar en voz baja. Al final me pareció que Dan salía de la tienda.
Con eso, Jacques pareció calmarse un poco, a si que bufé y ya decidí dormirme.
Dan nos despertó a todos alarmado. Nos sacudía de los sacos y nos gritara que nos levantáramos rápido y cogiéramos unas linternas.
Me levanté a toda pastilla con la linterna y salí al exterior.
Lo que ví era............no sé si espeluznante, pero algo por el estilo.
Habían sombras escurriéndose por el suelo del campamento.
Kyle, Mayra y las demás chicas estaban apuntándolas con linternas.
Me acerqué a ellas rápidamente y yo también les apunté.
Parecía que se estremecían y retrocedían un poco. Al final desaparecieron.
Nos quedamos los diez en silencio.
- ¡Ayuda! - Gritó Mayra.
Su pierna estaba completamente negra. Negra por las sombras.
- ¡Mayra! - Dan corrió hacia ella.
Pero de repente cayó al suelo con sus pies cubiertos de la sombra.
De repente sentí dolor en la cintura, y cuando bajé la vista, ví que la sombra también me estaba engulliendo a mí. Intenté quitármela de encima, pero no había manera. Miré a todos, y ví que estaban en el mismo berenjenal. Al cabo de un rato, estaba cubierto entero por ella y caí al suelo. El dolor se extendía por todo mi cuerpo.
Joder, ¿Todo se iba a acabar así?¿Así iba a morir? ¿Engullido por una puñetera sombra de esas? Oh no, de eso nada, no pensaba dejar a mi tía Claire sola. Ni a Cris, ni a Austin, ni a nadie. No pensaba morir así. No pensaba rendirme por una puñetera sombra negra.
De repente, una luz salió de mi pecho, asustando a la sombra.
Se fué desprendiendo de mi hasta que desapareció por completo.
Miré a todos y comprobé que estaban igual.
Al cabo de un rato, cuando comprobamos que la cosa estaba ya calmada, nos miramos los unos a los otros respirando agitadamente.
Dan fue el primero en moverse, que fue a abrazar a Mayra, luego fue Kyle con Sam.
Miré a Cris, estaba un tanto lejos de mí, peero me levanté y fui a por ella.
Me miró asusutada y horrorizada.
Me senté deprisa junto a ella y la abracé con fuerza. Enterró su rostro en mi pecho y se acurrucó. La estreché contra mi y le dí un beso en el pelo.
-Ya habéis sido iniciados.
Alguien habló detrás nuestra. Todos nos giramos y nos encontramos al profesor de gimnasia frente a nosotros.
-¿Profesor?-pregunté incrédulo. ¿Qué leches pintaba en todo esto el profesor de gimnasia?
-Señor Delta a partir de ahora, si no os importa. Habéis sido iniciados para luchar contra las sombras y yo voy a ser vuestro instructor.
-¿Instructor?-preguntó Jacques-¿Para qué?
-Para luchar contra lo que os ha atacado ahora mismo.-contestó el profesor con las manos en la espalda.
-Y si sabía que nos iba a atacar ¿porqué no nos ha ayudado? Podríamos haber muerto.-contestó Kyle muy enojado.
-Si ese hubiese sido el caso las habría matado yo mismo. El caso es que a partir de ahora necesitáis ser entrenados, 7 días a la semana, 4 semanas al mes y 365 días al año.
-¡Já!-dijo Antoine.-Y cuanto, ¿24 horas al día?
-No. Cada día tendréis una hora y media para vosotros. Podéis estudiar, hacer los deberes, lo que queráis, pero en cuanto se acabe esa media hora debéis estar en el gimnasio para vuestro entrenamiento. Valoro mucho la puntualidad, por lo que si llegáis tarde, media hora de entrenamiento más, por minutos y persona. Y tampoco me gustan los maricones ni las niñas pijas, así que si escucho una queja durante el entrenamiento, media hora más por queja y persona.
-¿Está loco?- casi gritó Dan. -La directora se escandalizará.
-La directora ya está al corriente de lo que va a suceder a partir de ahora.
-¿Y cuando quiere que durmamos?-preguntó Mayra.
-Por la noche-contestó el "señor Delta".- Tenéis entrenamiento hasta las 10. Se os servirá una cena a parte para reponer fuerzas y después a la cama. Pero claro, si llegáis tarde o si os quejáis ni cena y como poco a la cama a las 10.30 después de más de 5 horas de entrenamiento.
-Está loco.-dijo Dan.
-Y ahora a la cama, mañana os espera un largo día ya que recibiréis las consecuencia del ataque de esta noche.
Cada uno se fue a su tienda. Cuando estuvimos todos los chicos metidos en la tienda. El silencio inundaba todo.
Al final, con un suspiro, me giré y me dormí.
La camina de la mañana siguiente no fue mala, fue mil veces peor. Tal y com odijo "el señor Delta" el dolor por todo el cuerpo después de lo de anoche, se lo estaba pasando de lo lindo cobrando. Nadie dijo nada en toda la mañana. Cuando llegamos al internado, devolvimos las tiendas de campaña en dirección y después subimos a nuestros cuartos.
Cuando Jacques y yo llegamos a nuestra habitación, nos miramos fijamente. Se nos notaban todas las prguntas que nos bullían en la cabeza por las expresiones que teníamos.
Decidí comenzar yo.
- ¿Qué cojones fue lo que paso anoche exactamente? Porque me pareció más una maldita pesadilla traumatizante de peli de miedo medio cutre.
Jacques se rió.
- Pues algo por el estilo, no vas muy desencaminado.
- ¿Y de verdad le tenemos que llamar al profesor de gimnasia "señor Delta"? Parece sacado de un gerente de circo. Aunque bueno, visto lo visto lo de anoche, mejor llamarle así y no nos metemos en marrones.
- Pero esque todavía estoy flipando. Joder, hasta la directora sabe de eso y no hace nada por que el entrenador no exagere tanto las condenadas normas.
- En fin, sólo espero que luego se nos ablande "el señor Delta" y que no sea tan rudo como parece, sino voy a acabar hasta las narices.
- Bueno....mejor dejemos de rayarnos la cabeza y lo descubramos mañana.
Estuve totalmente de acuerdo. - Sí, tienes razón.
Me despedí de Jacques y fui a ver a Cris.
Estuvimos toda la tarde conversando y ella me preguntó sobre lo del entrenamiento preocupada, pero intenté tranquilizarla quitándole hierro al asunto.
Al final, se nos hizo la hora de cenar y fuimos al comedor.
Oh, bonito día. El lunes.
Mi día preferido. No podía ser jueves...o viernes.....no. Lunes.
Las clases fuero medianamente rápidas. Algo bueno de todo esto, esque todavía no tocaban exámenes hasta dentro de cuatro días. El viernes tocaba el de literatura.
Algo bueno de que hoy no sea viernes y sea lunes.
A la hora del almuerzo, fui al comedor y comí sin ganas.
Me dejé la comida a medias,y salí a dar una vuelta antes de ir a entenar.
Cuando miré el reloj y me dí cuenta de que apensa faltaban diez minutos para el entrenamiento salí pitando hacia el gimnasio.
Llegué el tercero, después de Dan y Kyle.
Comenzamos con un poco de calentamiento, y luego seguimos con ejercicios de velocidad. Las chicas lo pasaron peor, porque como eran más lentas, el entrenador les metía más caña.
Luego nos organizó por parejas: Alysson y Mayra. Leyre y Sam. Yo y Antoine. Dan y Jacques. Cris y Kyle.
Jacques con Dan........de lujo. Les iba a ir de maravilla.....
Lo que nos mandó fue ese ejercicio de la confianza, unos de los dos, se dejaba caer hacia atrás, y el otro lo agarraba.
Comenzé yo, me tiraba hacia atrás y él me cogía. Luego, nos mandaron cambbiar de posiciones y ya le tocó a él.
De repente sonó un gran PUM! y todos miamos en dirección a Dan y Jacques.
"Por qué será....."
Los dos estaban tirados en el suelo.
"Si ya decía yo que eso no podía salir bien.......mira que ponerlos juntos...."
-He aquí un gran ejemplo de desconfianza. El señorito Dan no confía lo suficiente en Jacques y no emplea la fuerza necesaria para cogerle. A causa de esto os voy a mandar deberes.Para la semana que viene quiero que me entreguéis dos folios escritos a ordenador de todo lo que habéis aprendido, positivo, del compañero que os acaba de tocar. Si no lo entregáis, dejaré de entrenaros. Lo que significará vuestra muerte.

Cojonudo, eso por poner a Jacques con Dan de compañeros.
Seguimos con ejercicios de fuerz, empujándonos, y luego nos tiramos una hora corriendo por todo el gimnasio.
Al final del entrenamiento, Dan se acercó a mí con aire reservado aprovechando que el señor Delta no estaba cerca.
-Eh... Collins- me llamó-, yo... quiero pagarte para que escribas mi redacción sobre Mackworth
-¿Qué? - ¿En serio? Esto va a ser divertido.
-Eso. No te costará mucho decir cosas buenas de tu amigo en dos folios, imagino.
Le sonreí. Claro que no, pero no va a ser gratis.
-Claro- le dije-. Quiero sesenta. En efectivo, por supuesto.
Dan alzó las cejas
-¿Qué?
Alcé la barbilla y seguí sonriendo
-Bueno, siempre puedes escribir tú tu trabajo. Jacques es un tío de puta madre, seguro que le sacas cualidades a la mínima que lo intentes.- Hice ademán de irme. Él mismo, si no paga, no hay redacción.
Dan frunció el ceño
-Cuarenta
Me dí la vuelta hacia él, con la sonrisa de antes otra vez en los labios
-Cincuenta
-Cuarenta y cinco
-Venga ya, ¿qué te importan cinco euros más o menos? redondeemos la cifra. Cincuenta. - Esto de los regateos es divertido.
Dan pareció pensarlo.
-Máxima discreción. Que nadie se entere, y menos el profesor.
Le tendí la mano
-¿Trato hecho?
Dan pareció pensárselo un momento y después accedió a estrechármela
-Trato-.
Después de esto, nos fuimos a cenar. Habían macarrones. Me los terminé rápido y luego me fui a dormir. Estaba molido.

que bien está LUM me he reido un montón con lo de pagar por el trabajo... mmmm el señor delta.... no se yo si se enterará!

Lum está muy bien!!!
Que monos Matt y Cris, y las conversaciones con Jaques, y el trabajo de Dan
Te ha quedado fantástico!!!

JAJA
JODER LUM ME E MEAU DE LA RISA






ME A ENCANTADO LA PARTEDE MATE PPIDINDOLE UNA RESPUESTA A CRIS¡¡¡¡¡¡

Y SOBRETODO
ME A ENCANTADO
MATTTT¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Yo vengo a dejaros un mensaje de parte de Rhîw, ya que nos conocemos y algún favor habrá que hacerle a la chiquilla, se encuentra en Asturias ahora mismo por que se le murió un familiar el otro día y se fueron nada más saberlo, por eso no pudo avisar de que se iba. Dice que lo siente mucho.

OH! vaya...lo siento mucho. Dile a Rhîw que no se preocupe ahora por el fic y que espero que esté bien. Si hablas con ella mandale un beso de mi parte.




Chicas, yo seguramente suba hoy, ya tengo escrito hasta el sábado así que dentro de unas horas subo!

Genial Serena.
Rhîw, lo siento mucho No te preocupes por esto ahora.. que hay cosas más importantes y con tranquilidad!

Bueno pues aquí está ^^, Os traigo a May recién sacada del horno jajaja. Espero que os guste

MAY

Viernes. Qué bien sonaba esa palabra. En las acepciones del diccionario tendría que poner, a parte de “quinto día de la semana y sexto de la semana litúrgica”, que era un sinónimo de felicidad. Y es que los viernes todo el mundo estaba de buen humor, por mucho que tuviésemos los exámenes a la vuelta de la esquina. Menos yo que, como siempre, me gusta ser el perro verde. Y no, no es que no me gustasen los fines de semana, ni los fines de semana de acampada como lo sería este… es que Dan me tenía completamente despistada.
Desde hacía unos días parecía como si Dan se hubiese dado un golpe en la cabeza y tuviese amnesia parcial. Justamente amnesia en todo lo que a mí me concernía. Me veía por el pasillo y ni siquiera era capaz de saludarme… y eso que no me esperaba que me diese un beso en la mejilla y me diese los buenos días con una sonrisa, que yo con un pequeño movimiento de cabeza me daba por más que satisfecha. Pero nada, ni siquiera una mirada. ¿Qué había hecho yo? ¿Habría dicho algo que le molestase? Hice un ligero balance mental. Que yo supiese no había hecho o dicho nada que le pudiese molestar…o eso creía yo.
Me levanté de la cama dejando atrás todos los pensamientos con una ducha de agua tibia. Me puse mi querido uniforme y volví al baño a peinarme. Me coloqué el flequillo hacia atrás en un pequeño tupé que fijé con horquillas negras. Seguidamente cogí mi enorme mochila verde militar llena de chapitas y metí los libros que me harían falta ese día además de un gran taco de folios para tomar apuntes y mi estuche lleno de bolígrafos y rotuladores de colores. Seguía siendo una niña pequeña, desde que entré al colegio me gustaba que todo tuviese colorines y hacerlo más fácil de leer y de estudiar.
Me puse la mochila en los hombros y salí de mi habitación, seguidamente la cerré con llave. Manías. Caminé por los pasillos que aún estaban desiertos y me dirigí al comedor, dónde como todos los días estaba Álvaro.
- ¿Hoy es el día en el que cambian la hora? – me preguntó irónicamente
- ¿Es que una no puede levantarse un pelín más temprano? – le sonreí
- Sí, cualquier persona puede hacerlo…pero tú es genéticamente imposible que madrugues. ¿Sabes? Siempre he pensado que eres descendiente de los perezosos –Álvaro comenzó a reírse.
No pude evitar sonreír. Llevaba razón. Y mucha.
- Tal vez sea mi animal totémico…lo investigaré. Mientras…¿Me das un tazón de cereales?
- Vale, ahora estoy completamente seguro de que no eres mi hermanita. Mayra hubiese pedido un tazón de cereales, un par de tostadas, una fruta y un vaso de leche con cola-cao. ¡¡Ave retrum satanás!! – me dijo mientras hacía la cruz con los dedos
- Álvaro, coño, que no soy el diablo- dije riéndome
- ¿Una zombi?
- Ni zombi, ni vampiro, ni mujer lobo, ni política, ni ninfa, ni hada, ni Chuck Norris…yo…¡soy tu padre! ¡Y quiero mi tazón de cereales!– dije poniendo voz de Darth Vader
Álvaro cada vez se reía más. Mientras me preparaba el desayuno no paraba de hacer el sonido de las espadas láser. Él también seguía siendo un niño pequeño.
El resto del desayuno continuó con normalidad.
Me dirigí hacia el aula y me senté en mi sitio preferido. Saqué las cosas necesarias de la mochila y me puse a mirar por la ventana. Vi como las hojas de los árboles estaban teñidas de tonos marrones, amarillos y anaranjados. Había cambiado mucho el paisaje desde el primer día hasta hoy. Ahora había menos gente en los jardines por la tarde, y la que decidía ir era para relajarse y huir un poco de los demás. No podía decir que no me gustase el otoño. Seguí nadando en mis pensamientos hasta que llegó la profesora, que para no variar me sacó de mi mundo. Comencé a tomar apuntes y a hacer esquemas. El taco de folios comenzó a disminuir considerablemente de tamaño.
- Menos mal que reciclo, que si no sería la enemiga principal del Amazonas - pensé
Pasaron un par de horas a ese ritmo. La verdad es que era mejor tener la mente ocupada, ya fuese pensando en las inecuaciones o en Cleopatra, cualquier cosa era mejor que pensar en cierto pelirrojo con May-amnesia.
- Vaya ritmo llevas hoy May, no llevas ni una asignatura un poco más retrasada- me dijo una voz amable. Era Caitlyn.
-Bueno, me gusta llevar las cosas al día – le sonreí- ¿y tú, como lo llevas?
- Bien…bueno, regular…tengo algunas dudas en matemáticas – dijo
- Si quieres te puedo echar una mano –me ofrecí- este trimestre las llevo más o menos bien
- Gracias- me sonrió.

Después de las clases comí junto a Kyle y mis rubias. No presté atención a lo que hablaban. Estaba completamente aislada. Seguía pensando en por qué Dan no me hablaba.
Cuando terminamos de comer cada uno tomó su rumbo, yo me fui directamente a clase de biología, en la que tenía de compañero a Matt. Cris y Alys ya me habían contado que Cris y él estaban saliendo juntos, lo cual era evidente en la gran sonrisa de Matt. También influyó el hecho de que nuestro profesor de biología estaba dado de baja por una enfermedad y el sustituto era un joven que apenas daba clase, por lo que estuvimos casi todo el rato hablando. Y no, no de biología.
- Bueno, ¿Tú que locuras planeas cometer con tu amigo Jacques? Este año he visto que no habéis hecho ninguna novatada.... ¿Qué? ¿no os dio tiempo? – me reí. La verdad es que siempre me habían divertido las bromas de estos dos. Eran unos expertos en la materia.
Matt sonrió muy divertido.
- Exacto, diste en el clavo, no hicimos ninguna por desgracia, porque el tiempo libre no estuvo de nuestra parte. Ni el tiempo ni la inspiración. Así que no sé si se lo comentaré eso de gastar las bromitas este fin de semana....
Miré a Matt divertida arqueando una ceja.
- Si hacéis alguna broma.....ni se os pasará por la cabeza gastárnosla a mi y a las demás, ¿No?- le pregunté.
- Hum......... - alzó la vista dubitativo - dame algún motivo para que no lo hagamos – me dijo con una sonrisa maliciosa, que le contesté con un golpecito en el brazo.
- Simple, porque no creo que te atrevas a gastársela a Cris, y por que si nos la gastas a nosotras, o por lo menos a mí, te aseguro que te despellejaré vivo, lenta y dolorosamente chavalín.- ahora la que sonreía maliciosa era yo
- Eso ha sonado a sadismo puro ¿Sabes?- me dijo riéndose
- A mi me parece que lo que sonaba es a una amenaza bastante convincente, y que sepas que soy capaz de cumplirla.-seguí maliciosa.
- Duh....... – dijo fingiendo horror - en ese caso, te apunto en la lista negra de "Ni de coña hacerles bromas". Me gusta mi piel tal y como está.
- Eres un chico listo.- le sonreí en señal de aprobación.

Tras las clases fuimos a la sala de teatro, donde nos esperaba Tristán alias “Señor o te aprendes el guión en cinco minutos o estás fuera”. La verdad es que era un poco estricto, pero era la única manera de que le prestásemos un mínimo de atención.
En cuanto estuvimos todos empezó la clase. Subimos al escenario y sacamos los diálogos por si nos olvidábamos de algo.
-Mayra, ¿tienes novio?-me preguntó el profesor.
¿Eh? ¿Qué?- era lo único que podía pensar. Finalmente negué con la cabeza.
-Espero que tú no tengas novia Kyle.
-No te preocupes por eso, estoy libre.- le contestó sonriendo. Kyle siempre tenía ganas de bromear y de sacar de quicio a Tristán.
Espero que Tristán no quiera hacer de Celestina y emparejarnos- pensé irónicamente.
Tristán me cogió del brazo y me colocó frente a Kyle en medio del escenario, para que nos mirásemos a los ojos.
-Haced la escena en la que os despertáis y os dais cuenta de que estáis hechos el uno para el otro. Como ninguno de los dos tiene pareja supongo que nos os importará besaros, ¿no?
-Pues si que quería emparejarnos- concluí mentalmente. Sonreí a Kyle como diciendo: ¿qué vamos a hacer? Sabíamos que nos teníamos que besar. El me miró y seguidamente empezó a decir el diálogo, aunque a veces tenía que mirar el cuaderno por que no recordaba bien lo que tenía que decir. Cada palabra que decía parecía que era la cuenta atrás para lanzar un cohete. 10…9…8…7…6…5...4…3...2…1…¡0! ¡Despeguen! Kyle y yo nos miramos, acercamos lentamente nuestras caras y seguidamente juntamos nuestros labios. Era una sensación realmente extraña. Cualquier chica mataría por estar en mi situación, y es que Kyle era increíblemente guapo. Pero no podía besarlo como si me atrajese. No podía besarlo como a Dan. Lo hacía casi por obligación. Bueno sin el casi. Kyle era mi amigo, mi mejor amigo. Como mi hermano inglés. Poco después nos separamos y volví a sonreír a Kyle.
-Chicos-comenzó Tristán seriamente.- Se nota que sois muy amigos, pero no se puede notar en el escenario. Aquí estáis enamorados el uno del otro y además después de esta escena se supone que os vais a casar. No podéis besaros de esa manera. Vuestros labios tienen que amoldarse al del otro… Os voy a mandar deberes, practicad ese beso.
¿Dónde quedaron esos profesores que mandaban hacer redacciones? ¿O proyectos? ¿O investigaciones? Creía que nunca diría esto pero… ¡quiero que volváis! –pensé creyendo que Tristán lo decía en broma, pero no Tristán estaba jodidamente serio. No es que Kyle no fuese guapo, ni que lo hubiese pasado mal besándolo…pero tenía muy claro que en mi mente pervertida el incesto no tenía lugar. Aunque parecía que deberíamos “aprender” a besarnos. El resto de la clase la pasamos practicando otros diálogos mucho menos comprometidos.
Tras el teatro me fui a mi habitación a hacer los deberes, los cuales terminé rápido ya que llevaba unos días que parecía una empollona. Siempre haciendo deberes, aunque fuese para distraer la mente. Daba el perfil de loca amargada seguro. De repente oí un ruido. A mi mente vino de nuevo el incidente con la extraña sombra y no pude evitar tener miedo. Volví a escuchar el ruido. Presté más atención, procedía de la ventana. Me acerqué sigilosamente y la abrí esperando encontrar otro bicho negro siniestro de mis sueños.
- ¡Oh! ¿Pero que haces tú aquí? ¡Qué tonta soy! ¿Cómo me vas a responder si eres un gatito?- le dije al animal que estaba en el alfeizar de la ventana. Éste se limitó a mirarme, de una manera que parecía hacerme una mueca y de un salto se metió en mi habitación.
- Ale, tú no te cortes ¿eh? Como Pedro por su casa – le dije al gato. Pues seguro que es una señal del destino, todas las locas amargadas tenían un gato y las brujas también, sin olvidar a las solteronas –pensé.
- Eres un cúmulo de alegrías felino – le dije irónicamente, cosa que él pareció entender por que empezó a dar vueltas sobre mis pies ronroneando, lo que me hizo sonreír- Voy a ver si tengo algo para que comas.
Encontré un pequeño paquete de galletas que le puse en el suelo junto a un plato de agua. El pequeño gato me miró en señal de agradecimiento. Mientras él comía me senté en la cama y pude fijarme bien en él. Tenía un pelaje grisáceo oscuro bastante espeso que hacía contraste con sus ojos azules. Era muy bonito. Cuando terminó de comer se quedo sentado mirándome.
- ¿Y bueno pequeñín, tienes nombre? – el gato siguió en su sitio mirándome- Me lo tomaré como un no…pues te llamaré Shadow- el gato de ojos azules dio un salto y se colocó en mis rodillas- Y eso me lo tomaré como que te gusta el nombre.
Tras un rato el gato comenzó a explorar mi habitación y mientras yo me puse a afinar la guitarra. Alguien llamó a la puerta.
- Pasa – dije mientras dejaba la guitarra en la cama. Vi que era Caitlyn
- Hola…no tenía nada que hacer y bueno…pensé que tal vez podrías resolverme las dudas que te dije de matemáticas…si no estás ocupada claro- dijo tímidamente Caitlyn.
- Por supuesto, pasa no te quedes ahí – le sonreí- ¿Con qué tienes más dificultades?
- Pues con el tema tres…la verdad no entiendo nada- me dijo sonrojándose lo que hizo que sonriera.
Sacamos los libros y comencé a explicarle a Cait las cosas que no entendía y a resolverle las dudas que tenía. Después hicimos algunos ejercicios para ver si lo había entendido bien.
- Jo, May eres una matemática de primera – me dijo
- Qué va Cait, en realidad ni siquiera me gustan las matemáticas pero más o menos se me dan bien.
- Pues deberías hacer la carrera de profesora de matemáticas, creeme.
- Me conformo con ser una simple mecánica de Ferrari –me reí
- Lo conseguirás, bueno tengo que irme ya. Gracias May- me dijo
- De nada, no te preocupes. Si tienes alguna otra duda ya sabes- le dije amable.
Se dirigió hacia la puerta y se paró en seco al ver a Shadow.
-¿Tienes un gato? – inquirió
- No...Bueno si…ha aparecido hace unos minutos en la ventana, le he dado de comer y bueno…Aún no se ha ido…
Caitlyn sonrió.
- Cuídalo bien, te protegerá -y seguidamente se fue cerrando la puerta.
Miré a Shadow y lo acaricié. Deje la ventana entreabierta para que pudiese salir cuando quisiese.
- Me voy a dar una vuelta Shadow, espero volverte a ver – le dije mientras salía de la habitación.
Se me ocurrió buscar a Kyle…pero estaría en su habitación, la misma que la de Dan. Sería mejor cambiar de idea. Caminé sin rumbo por los pasillos, hasta encontrarme en los jardines casi sin darme cuenta. Miré el cielo, estaba nublado y la tierra olía a humedad, aunque parecía que no iba a llover. Hacía un poco de viento fresco. Algunas de las plantas me rozaban mis piernas desnudas. A lo lejos vi que alguien estaba apoyado en un árbol y que emitía unas claras señales de humo que decían que allí estaba Kyle. Me acerqué sigilosamente.
-Joder-dijo asustado.-¿Tienes un sensor en la cabeza que te avisa de cuando estoy fumando?
-Si, algo parecido. Aunque yo lo llamo seguirte porque quería hablar contigo.-le sonreí.
El también me sonrió y le dio una calada al cigarro. Ah no, por ahí si que no.
-Kyle, no pienso besarte si estás fumando todo el puto día. Me da asco. – le dije medio enfadada. Seguidamente le quite el cigarro que estaba fumando y me lo puse en la boca. Arg que asco-pensé
-¡Eh!-exclamó-No hagas eso… ni se te ocurra.
Mi yo malevolo salió a relucir. Le di una lenta calada al cigarrillo intentado no morirme en el intento y seguidamente le eché el humo a la cara intentando con todas mis fuerzas no toser. La cara de Kyle era un cuadro. Ahora sabía en qué se había inspirado Edvard Munch para pintar El grito. Repetí lo que había hecho, no sin esfuerzo ya que nunca me había gustado el olor del tabaco y mucho menos fumar.
-May, dame eso. ¡Es caca! Dámelo. No puedes fumártelo- decía escandalizado. Lo que me hacía reír por dentro.
-¿Por qué?-le pregunté.
-Pues porque tiene muchas cosas malas. Da cáncer y la nicotina y el alquitrán no es buena para los pulmones.- Kyle parecía un anuncio de corta por lo sano.
-Pero si te lo doy te lo vas a fumar.- le dije seriamente
-Si.-asentí.- Pero yo ya no tengo remedio. Mis pulmones están más negros que Obama…
Esta vez no pude evitar reírme.
-Entonces, no te lo doy.
-Vamos May… se buena amiga.-me dijo Kyle casi suplicante.
-Estoy siendo buena amiga. Ahora dame el paquete.
Él nego con la cabeza y comenzó a correr para alejarse de mí.
-¡Kyle! ¡Ven aquí maldito gallina! – le grité.
Él seguía corriendo y riéndose a carcajada limpia, lo que le hizo perder un poco de velocidad. Rápidamente empecé a correr detrás de él riéndome como él. Cuando lo estaba alcanzando lo cogí de la camiseta, lo que provocó que Kyle tropezara con mi consiguiente pérdida de equilibrio e inevitablemente caí sobre él. Suspiré y me puse a hacer los deberes que me quedaban. Kyle tenía sus manos agarrando mi cintura, mientras que yo tenía una mano en su mejilla y otra apoyada en el césped. Lo besé lenta y dulcemente, dejándonos llevar. Relajándonos. Perdiéndonos lentamente en nuestros labios. Olvidándolo todo, como si nada más existiera. Comencé a acariciar su pelo rojizo. Mierda, no.-pensé- Dan sal de mi cabeza. Paré de besar a Kyle y sentí como se me humedecían los ojos. Kyle me secó las lágrimas. No me gustaba que me vieran llorar, pero ya era tarde.
-Mayra… ¿qué te pasa? ¿Tan mal beso?-me preguntó.
Negué con la cabeza.
-No… es que… Dan…-no pude continuar al pronunciar su nombre ¿Por qué no me hablaba?
Kyle me abrazó tiernamente. Me sentí protegida.
-May… tranquila… ¿qué ha pasado?
-Hace poco vino a mi habitación y le estuve tocando algo y después… bueno, eso… Pero lleva unos días que ni siquiera me mira a la cara. No sé si es que he hecho algo mal… pero no me habla… y aunque yo sé que con él no voy a volver a… Me gustaría que fuéramos amigos. No es que piense casarme con él, ni pasar el resto de mis días con él ni nada de eso...Es que parece que soy su muñeca hinchable en versión morena que ha dejado olvidada en el armario
-May, no es culpa tuya. Dan es así de naturaleza… No te preocupes más por eso, ¿vale? Si no te hace caso peor para él, no sabe lo que se está perdiendo.
Miré a Kyle. La verdad es que era un tío de puta madre. Tenía suerte de que fuese mi amigo. Lo abracé con fuerza, volviéndome a sentir tan protegida como un bebé con su madre.
Decidimos ir a tocar un rato para despejarnos. Subimos las escaleras y zigzagueamos los pasillos hasta llegar a su habitación. Kyle sacó su llave del bolsillo de su pantalón y abrió la puerta.
Allí estaba Dan, frente a nosotros como si nos estuviese esperando. Serio. Mucho más que de costumbre. Estaba enfadado de verdad. Parecía una estatua que me miraba fijamente.
-Mayra…-dijo.- ¿Podemos hablar un momento a solas?
El corazón me dio un vuelco. Asentí. Miré a Kyle en señal de despedida y seguidamente salí junto a Dan de la habitación 29. Caminamos unos minutos en silencio hasta llegar a un lugar más apartado.
-Oye, estarás un poco preocupada, a lo mejor, por estas últimas semanas y eso, pero... no tiene nada que ver contigo, ¿vale? no te des por aludida- dijo intentando parecer amable y marcando con su tono la separación de cada palabra
- He de suponer que debo alegrarme de que sin haber hecho nada deba pagar los platos rotos de sepa Dios quién ¿verdad? – le dije haciendo uso de la ironía. La verdad es que me alegraba oír aquello de que no tenía nada que ver conmigo, aunque no me hacía gracia cargar con las culpas. Pero por otro lado, no me podía sorprender…era Dan
-Lo has entendido- dijo cortante mientras se iba.

Bueno al menos no es mi culpa –pensé. Dan siempre me decía la verdad y esta vez no iba a ser menos. Me sentía ligera, pero a la vez mi preocupación por Dan aumentó considerablemente. Caminé lentamente por los pasillos hasta llegar a la biblioteca. Me asomé por el pequeño cristal que había en la puerta. Apenas había gente, por lo que decidí entrar.
-Chst chst – dijo una voz.
Rápidamente me giré y vi como detrás de unas gruesas y cuadradas gafas de pasta negra, unos ojos del mismo color me miraban. Me costó reconocerlo. Era Dani, uno de los bibliotecarios. Dani era un muchacho de unos veintidós años, de piel crema, cabello castaño y labios finos. Él estaba estudiando física en la universidad pero necesitaba dinero, por lo que había decidido ser bibliotecario, ya que ganaría suficiente dinero para mantenerse y a la vez podría estudiar siempre que quisiera…o jugar al póker en el ordenador.
-Hola, Dani ¿qué tal? – le susurré para no molestar a los estudiantes que había.
- Bien intentado no matar a cierto profesor de la universidad ¿y tú? Hace mucho que no te veo por aquí – me sonrió.
- Sí, la verdad es que últimamente no he tenido tiempo de bajar a saludarte…veo que has mejorado con el póker – le dije al ver su última jugada.
- El deporte universitario, nena –me susurró mientras me guiñaba un ojo. Lo que me hizo sonreír. Dani no era precisamente guapo, pero tenía algo que hacía que sus movimientos fuesen muy graciosos.
- Ya veo – le sonreí- Bueno, no te molesto más voy a ver si encuentro algún libro interesante.
- Siéntete como si estuvieses en tu propia biblioteca – me despidió continuando con su partida en el ordenador.

Eché un vistazo a los nuevos títulos…no había nada interesante. Decidí ir a algún sitio más divertido. Sonreí a Dani a modo de despedida. Me acordé de Alys y Cris. Voy a ver que hacen mis rubias – pensé. Por el camino vi varios niños de primero de la E.S.O corriendo muy alborotados. Casualmente los gritos de uno de ellos se metieron en mi cabeza.
- ¡Corre! ¡Que ya hay sangre! ¡Vaya ostias se están dando Jacques y el pelirrojo! – gritaba alborotado y feliz por ver algo de acción en el internado.
Al principio no le dí importancia, pero un segundo más tarde reaccioné. Era Dan seguro. Todos conocíamos lo mal que se llevaban esos dos. Corrí en la misma dirección que lo habían hecho los niños. Distinguí un chico de pelo rubio. Kyle. Estaba ensimismado en sus cosas. Corrí hacia él.
-¡KYLE! – grité para sacarlo de sus pensamientos mientras lo alcanzaba.
-¡Kyle! Dan se está peleando con Jacques- dije una vez que estuve a su altura.
Sin decir una palabra ambos corrimos hasta donde estaban los dos chicos. Cosa que no fue difícil, ya que había un inmenso corro de niños gritando como si se tratara de un concierto de heavy metal: ¡PELEA! ¡PELEA!
Kyle decidió intervenir. Se colocó entre ambos pidiéndoles que parasen, cosa que ellos le respondieron con golpes. Unos instantes después Dan paró de dar puñetazos a diestro y siniestro para mirar a Kyle con cara de enfado y después largarse como si nada hubiese pasado.
Escuché como Kyle le preguntaba a Jacques por su estado, a lo que éste aunque aturdido respondió que se encontraba bien. Miré a Kyle ¡oh, no! Su labio estaba sangrando, seguramente se lo habían partido.
-Kyle, tienes que curarte el labio. Ven conmigo.- le ofrecí.
-No-me cortó.-Tengo que ir a hablar con Dan.
Asentí y le deseé suerte mentalmente. La necesitaría. Me fui a mi habitación sin poder dejar de ver a los tres chicos en la pelea.
Llegué a mi puerta, la abrí y entré. Shadow se había marchado ya. Seguramente se había cansado de explorar mi cuarto y había ido en busca de aventuras o de alguna gata. Me senté en la cama y al poco rato llegó Kyle, quien se sentó también.
Volví a ver su labio lleno de sangre. Nunca había sido sensible a la sangre ni a las heridas, pero no soportaba verlas en las personas cercanas a mí. Era como si las tuviese yo. Me levanté y cogí el botiquín que tenía en el baño. Bendigo el día en el que a mi madre se le ocurrió que hiciera un cursillo con la Cruz Roja de primeros auxilios –pensé. Seguidamente empecé a curarle el labio a Kyle cuidadosamente.
-¿Has podido hablar con Dan?- le pregunté casi como si fuese una pregunta retórica.
-Por supuesto que no.- afirmé con una sonrisa.
Cuando terminé ya no tenía tan mala pinta, en un par de días a penas se le notaría. Pasado un rato Kyle comenzó a hablar.
-May… ¿echas de menos a tus padres?
Miré a Kyle. Padres. Había dicho padres. A mi mente vino una oleada de sentimientos y recuerdos. Recuerdos inexistentes. Recuerdos que a veces me había gustado inventar. Recuerdos que no tenía sobre mi padre. Recordé cuando mi tío Miguel, el hermano de mi madre me contó la historia…
Yo tenía unos doce años y nunca había sabido nada de mi padre. Cuando había reunido el valor suficiente para poder preguntarle a mi madre por él, ella cambió rápidamente de conversación por lo que decidí investigar por mi cuenta. Un día mi tío Miguel vino a mi casa cuando tan solo estaba yo, era mi oportunidad. Sin vacilar le pregunté.
- Tío… ¿qué le pasó a mi papá?- pregunté directa lo que provocó en él algo de confusión.
- ¿Tu padre?...May, esas cosas te las tiene que contar tu madre…no yo – me contestó.
- Pero yo quiero que me lo cuentes tú. No le diré nada a mamá.
- Está bien, no debería hacerlo…pero bueno. Tu madre conoció a tu padre muy joven, con dieciséis años. Tu padre entonces tenía veinte años. Se enamoraron rápidamente, parecían estar hechos el uno para el otro. Siempre estaban juntos, incluso a veces creo que sabían lo que pensaba el otro. Cuando tu madre cumplió los diecisiete algo cambió en su vida- hizo una pausa para mirarme- Se quedó embarazada de ti y de Álvaro. Tu madre estaba muy ilusionada, pero tu padre aunque trató de disimular no lo estaba. Él hubiese preferido que abortara, cosa que ella ni se planteó. Al mes de nacer vosotros, tu padre desapareció. No dejó ningún rastro. Ni una nota. Ni una llamada. Nada. Cuando tu madre se enteró estuvo días y días llorando sin parar. Rompió sus fotos, sus cartas…todo lo que podía borrar. Incluso evitó ponerte su apellido para que no supieseis nada de vuestro padre, pero no lo consiguió. Como tampoco consiguió borrar sus recuerdos…

Recuerdos…Los recuerdos que yo no tenía. A veces imaginaba que mi padre era Steve Harris de los Iron Maiden y que nos había tenido que dejar para irse de gira con el grupo de música que tanto me gustaba. Volví a la realidad. Me estaba mordiendo el labio.
-Claro. Pero hace poco que vi a mi madre, así que la echo de menos pero no la extraño. ¿Entiendes la diferencia?-respondí a Kyle
Él asintió lentamente.
-En cambio… a mi padre lo extraño pero no puedo decir que le eche de menos porque no lo conocí. ¿Tú echas de menos a tus padres?- le pregunté.
Volvió a asentir muy lentamente
-Yo también los extraño. –dijo casi sin fuerzas
-¿Hace mucho que nos los ves?-pregunté
-Ocho años.
Lo miré extrañada y con una ceja levantada ¿Ocho años?
-Murieron. Desde entonces hemos estado viviendo con una familia adoptiva.
-Oh, Kyle…-murmuré arrepentida. Claramente había metido la pata...-Lo siento mucho.
Abracé a Kyle intentando consolarlo. Sus lágrimas caían sobre mi hombro. Me destrozaba verlo así. Le acaricié suavemente el pelo a Kyle, intentando darle la protección que él me había dado antes. Como un hermano. Cuando Kyle dejó de sollozar lo miré con una sonrisa.
-¿Estás mejor?-le pregunté
Él asintió y no pudo retener un suspiro.
- Siento esto, Mayra. No debería ponerme así, ya ha pasado mucho tiempo.-me dijo intentando olvidar.
-Es normal… no te preocupes.-dije acercándome a él y dándole un ligero beso en la mejilla.
Entonces alguien entró en el cuarto.
-May, ¿tienes los apuntes de Matemáticas?
Era Sam. Había olvidado que hacía un par de días también me había pedido los apuntes de matemáticas.
-Oh. Perdón. Si hubiese sabido que iba a interrumpir algo no habría…-dijo al vernos a ambos en la cama.
-Tranquila, mujer-dije mientras me levantaba- No has interrumpido nada. –le sonreí. Cogí la carpeta de matemáticas y busqué entre los papeles. No tardé mucho en encontrar los que Sam necesitaba. Cogí el pequeño taco de folios y dí un par de golpecitos a la mesa para que los papeles se organizasen. Le tendí los apuntes a Sam y ésta los copio un tanto avergonzada.
-May, creo que yo me voy ya. Tengo que ir a cenar. Quiero irme pronto a la cama.-me dijo Kyle
-De acuerdo-le sonreí.-¿Estás bien, de verdad?
Me respondió con un asentimiento y una sonrisa. Seguidamente los dos salieron de mi habitación

Me puse a mirar por la ventana. No sé que tendrían las ventanas que me encantaba mirar a través de ellas e imaginarme mil cosas. Como de costumbre perdí la noción del tiempo y se me pasó la hora de cenar. Así que cogí el paquete de galletas que le había dado a Shadow y cogí algunas.
Tras mi ligera cena me desvestí y me acosté.
-Pesadilla allá vamos.-pensé. A los pocos minutos me dormí profundamente.

Como todos los días el zumbido del despertador me sacó de mi sueño. Me desperté un poco aturdida por mi común pesadilla. Caminé descalza hasta el baño y me duché. Cuando salí busqué en mi armario algo para ponerme, ya que hoy iríamos al pueblo de acampada y no era necesario ponerse el uniforme. Encontré unos pantalones negros anchos, llenos de cientos de bolsillos, tipo explorador. Me puse las zapatillas que usaba para hacer footing, una camiseta blanca de manga corta y encima una sudadera gris.

Volví al baño y me coloqué el flequillo con algunas horquillas. Cogí mi mochila y metí algo de ropa, el saco de dormir, un par de botellas de agua, una linterna y algo de dinero. Me colgué la mochila que pesaba más que habitualmente y salí al pasillo para dirigirme al comedor. Me senté en la mesa de siempre junto a Alys, Cris y Matt, con los que estuve hablando animadamente sobre la acampada. Unos instantes después llegó Kyle, quien se sentó con nosotros. Como siempre cerca de mí.

Cuando terminamos de desayunar la directora llegó y tras darnos los buenos días nos dio las instrucciones para la acampada.
-Chicos, puesto que vamos a pasar noche fuera, necesitamos llevar tiendas de campaña. Cada profesor llevamos una, pero hay más tiendas que profesores y por eso hemos elegido unos cuantos chicos al azar de los dos últimos cursos para que lleven las restantes. No se ha apuntado mucha gente, así que solo necesitaremos 10 chicos, que son. De primero de bachillerato: Matt, Juan, Alonso, Manuel y Carlos. De segundo de bachillerato son: Dan, Antoine, Kyle, Luis y Jacques. Dentro de media hora saldremos. Los nombrados por favor pasad por el despacho de la directora para recoger las tiendas.

Los diez chicos nombrados se levantaron en seguida y fueron al despacho, mientras que los demás nos fuimos acumulando en la entrada del internado. En apenas unos cinco minutos estábamos dentro de un espeso bosque. Caminé junto a Alysson un buen rato. Estuvimos hablando de varias cosas, entre ellas de Tristán. Cris y Matt nos seguían un poco más alejados. Al poco Kyle se unió a Alys y a mí.
-Hola chicas-nos saludó
-Hola-respondió Alys
-Pobre Kyle… Tiene que cargar con el peso de una tienda de campaña. ¿No te pesa mucho?- le pregunté sonriente
-Pues no. No pesa nada.
-Ya…-dije con otra sonrisa.-No te hagas el machote, que te falta mucho.
Kyle negó con la cabeza y se dirigió hasta donde estaba Dan. Casi a la vez que Kyle llegó, se unió a nosotras Tristán.
-Hola Hermia y Demetrio- saludó Tristán.
-Hola profe- le sonreí – voy a ver a una amiga no vaya que también me mandes hacer deberes con Alys.
Tristán puso cara seria. Di un par de pasos y sin que él me viera me coloqué detrás de él y hice la forma de un corazón con las manos para que Alys me viera. No pudo evitar sonreír. Supongo que imaginó que Tristán se daba la vuelta y me pillaba.

Me fijé en los chicos y chicas que se habían apuntado. Conocía la mayoría, aunque solo fuese de vista. Distinguí a una chica de mi clase de pelo negro. Áurea, la amiga de Dan. Con la que pasaban horas y horas. Seguro que ella sabía qué le pasaba y así podría ayudarlo. Aunque no me hacía mucha ilusión ir investigando vidas privadas…
-Áurea... sé que eres muy buena amiga de Dan y bueno...últimamente está un poco raro con el mundo. Más que de costumbre. ¿Tú...sabes por qué? – le dije intentando disimular la timidez y vergüenza que me producía ser la detective de la vida de Dan.
Áurea abrió la boca para decir algo, pero pareció pensárselo mejor. Daba la impresión de estar indignada.
-Sí. Pero no tiene nada que ver contigo. Al menos hasta donde yo sé-dijo frunciendo el ceño pensando en sus cosas y girándose para irse, pero antes me miró una vez más-Dan es un gilipollas, yo no me complicaría mucho con él- pude ver como miraba a Dan y luego apartó la vista medio enfadada.
- Mmm, gracias por el consejo. Lo tendré muy en cuenta. -reí- Por cierto, perdón por hurgar en vuestras cosas
-No son cosas nuestras- tragó saliva-. Son cosas suyas y no quiero volver a saber nada más del tema. Llevo toda la vida aguantando lo mismo- dijo Áurea. Percibí como aunque Áurea estaba siendo muy amable y simpática conmigo, al hablar de Dan su tono se volvió un poco seco. Casi imperceptible. Casi.
-Vaya, gracias de todas maneras -contesté con una sonrisa
-De nada, May- respondió con otra de las suyas
Cuando me fui pude ver como un chico se acercó a ella dándole un ligero beso en los labios.
Caminamos durante unas tres horas, que sinceramente se me pasaron bastante rápido, no como a los diez chicos de las tiendas que estaban deseando de llegar. El lugar de la acampada era un sitio bastante bonito, todo lleno de vegetación, una montaña casi al lado y un pequeño riachuelo a un kilómetro. Los alumnos comenzamos a montar las enormes tiendas de campaña mientras que los profesores se limitaban a dar órdenes de las cuales hacíamos caso omiso. Tras montar las tiendas comimos y luego montamos diversos juegos, en los que todo el mundo participó, incluido Dan. Entre los juegos estaban “atrapa la bandera”, varios juegos de cartas y cómo no “la botella”.
Cuando la noche cayó, encendimos varias hogueras y formamos un gran círculo alrededor de éstas. Y los profesores comenzaron a contar las famosas historias de terror de los campamentos de hombres lobo, monstruos, desapariciones y demás, que conseguían que los niños se asustaran.
Sobre las diez de la noche la directora anunció quien iría en cada tienda y con quién. Aunque parecía que no había sido informada de la profunda amistad que tenían Dan y Jacques, ya que los puso en la misma tienda junto con Matt, Kyle y Antoine.
En mi tienda nos conocíamos todas y nos llevábamos bastante bien. Dormiríamos juntas Cris, Alys, Sam, Leyre y yo. En seguida cada grupo se metió en su tienda. Nosotras hicimos lo mismo y comenzamos a hablar de mil cosas distintas. Al rato llegó Matt para dar las buenas noches a Cris, lo que ocasionó un revuelo de risitas entre nosotras. Poco a poco todas se empezaron a dormir menos yo, que no tenía sueño. Por lo que decidí salir y dar un pequeño paseo.
-Espero no encontrarme con ningún hombre lobo…aunque si se trata de Jacob Black de Crepúsculo lo mismo me lo pienso- pensé para mis adentros.

Comencé a caminar alejándome un poco de la zona de acampada, respirando el aire puro y frío, que hacía que mi pelo ondease. Un par de animales pequeños se cruzaron en mi camino cuando ví que a unos cuantos metros había una roca en la que podría sentarme y disfrutar de las vistas. Caminé hacia ella cuando ¡PUM!, tropecé con el tronco de un árbol y acabé sentada en el suelo. Me volví para maldecir al tronco cuando ví que se movía y un chico con el pelo de color anaranjado me miraba desorientado.
-¿Me puedes explicar que diablos haces aquí, gnomo del bosque? - dije recuperándome del susto del tropezón
Dan me miró arqueando una ceja mientras se incorporaba.
-Intentaba dormirme. Pero tú has aplastado mi seta.
-Y no puedes dormir haciéndote pasar por una persona normal en la tienda con los demás ¿verdad? Ah no…Olvidaba tus tics violentos - dije con una gran sonrisa y sentándome junto a él
Dan giró la cabeza hacia el otro lado con la cabeza gacha, pude ver como apretaba la mandíbula. Tras unos segundos se volvió hacia mí, pero sin mirarme
- Si vas a llamarme imbécil y sermonearme, espera hasta la madrugada
- Vamos Dan, no te pongas así. Todo el mundo se ha peleado alguna vez y...bueno, aunque tu pelea se deba más bien a algo relacionado con cierta morena que no soy yo. Por lo visto tengo algo en común con Jacques: ambos pagamos tus platos - dije riéndome y abrazándolo por los hombros. Lo que provocó que se encogiera.
-¿Áurea te lo ha contado?- me preguntó preocupado.
- No, prácticamente no. Me dijo que estabas enfadado con ella. No me dijo por qué. Tampoco le pregunté...no debería meterme en vuestras cosas. Lo siento- dije arrepentida.
Dan no contestó. Pasamos unos minutos en silencio cuando ví que algo se movía y venía hacia nosotros. Me fijé en la silueta, no era ningún chico ni ningún animal. Era algo sin forma concreta. Una sombra.
-¡Oh no! ¡Otra vez no! - grité mientras veía como la sombra de mis sueños estaba frente a nosotros, deslizándose para atraparnos.
Dan me miró sin entender lo que decía, volvió la cabeza hacia donde yo miraba.
-¡MIERDA!- exclamó Dan quedándose paralidazo. Me levanté y busqué la linterna que tenía en uno de mis bolsillos, mientras tanto la sombra seguía acercándose a nosotros. Cogí la linterna y apunté a la sombra. Ésta comenzaba a retorcerse lentamente.
-¡DAN!- le grité, lo que provocó que Dan volviera en sí y rápidamente corrió hacia la zona en la que se encontraban los demás.
Yo por mi parte seguía apuntando a la sombra que se había hecho casi diminuta. Cuando desapareció por completó exclamé un taco y bajé corriendo por dónde Dan lo había hecho. Llegué a la zona de acampada y ví que Dan y Kyle estaban fuera y otra sombra se les estaba aproximando. Kyle se metió en su tienda y salió rápidamente con una linterna, que encendió y apuntó con ella a la sombra. Dan hizo lo mismo y seguidamente yo. Cuando la sombra había desaparecido entré en mi tienda.
- ¡Chicas despertad! ¡Alys, Sam, Cris, Leyre! ¡Despertad, es urgente! – les grité mientras zarandeaba sus sacos.
- ¿Qué pasa May?-preguntó Sam
-¿Has tenido una pesadilla? – la siguió Leyre
- Salid de la tienda con las linternas, ¡rápido!
Todas me hicieron caso. Cuando salimos les dije a las chicas que apuntasen con su linterna a las sombras y cuando los chicos salieron hicieron lo mismo. Al rato las sombras desaparecieron, y los diez nos quedamos mirándonos los unos a los otros en silencio. De repente sentí como algo se me enganchaba en la pierna y me quemaba. Volví a sentir el mismo dolor que había sentido hace unas semanas. Lo miré. Era otra de esas asquerosas sombras. El dolor me inundaba.
-¡Ayuda!- conseguí gritar.
Oí casi como en un susurro como Dan me llamaba. Había caído al suelo. No podía moverme, todo el cuerpo me pesaba. Y podía sentir como la sombra me engullía poco a poco y el dolor que me producía era indescriptible. Calor. Sofocación. Horror. Desesperación. Mamá. Álvaro. Dan. Kyle….
De pronto, sentí como algo dentro de mí se rompía haciendo un ligero “crack”. Comencé a temblar involuntariamente y seguidamente de mi pecho comenzó a brotar un rayo de luz enorme y cálido que destruía a la sombra y que hacía que yo me sintiese casi flotando. Miré a los demás y ví que les pasaba lo mismo que a mí.
Cuando todo acabó, sentí como alguien me abrazaba. Era Dan. Sus brazos fuertes me rodeaban completamente. Podía olerlo, no olía ningún perfume o colonia. Olía a él. Hundí mi cabeza en su pecho y yo también lo abracé. Vi como Kyle y Sam también estaban abrazados, al igual que Cris y Matt.
Una voz rompió ese momento tan necesitado.
-Ya habéis sido iniciados.
Todos giramos nuestras cabezas y vimos al profesor de gimnasia.
-¿Profesor?-preguntó Matt incrédulo.
-Señor Delta a partir de ahora, si no os importa. Habéis sido iniciados para luchar contra las sombras y yo voy a ser vuestro instructor.
-¿Instructor?-preguntó Jacques-¿Para qué?
-Para luchar contra lo que os ha atacado ahora mismo.-contestó el profesor con las manos en la espalda.
-Y si sabía que nos iba a atacar ¿por qué no nos ha ayudado? Podríamos haber muerto.-dijo Kyle con los ojos llenos de furia
-Si ese hubiese sido el caso las habría matado yo mismo. El caso es que a partir de ahora necesitáis ser entrenados, 7 días a la semana, 4 semanas al mes y 365 días al año.
-¡Já!-dijo Antoine.-Y cuanto, ¿24 horas al día?
-No. Cada día tendréis una hora y media para vosotros. Podéis estudiar, hacer los deberes, lo que queráis, pero en cuanto se acabe esa media hora debéis estar en el gimnasio para vuestro entrenamiento. Valoro mucho la puntualidad, por lo que si llegáis tarde, media hora de entrenamiento más, por minutos y persona. Y tampoco me gustan los maricones ni las niñas pijas, así que si escucho una queja durante el entrenamiento, media hora más por queja y persona.
No sé que cojones fumará ese profesor, pero podría darnos un poco para el susto -pensé
-¿Está loco?-medio gritó Dan. -La directora se escandalizará.
-La directora ya está al corriente de lo que va a suceder a partir de ahora.
-¿Y cuando quiere que durmamos?-pregunté enfadada.
-Por la noche-contestó el profesor.- Tenéis entrenamiento hasta las 10. Se os servirá una cena a parte para reponer fuerzas y después a la cama. Pero claro, si llegáis tarde o si os quejáis ni cena y como poco a la cama a las 10.30 después de más de 5 horas de entrenamiento.
-Está loco.-admitió Dan.
-Y ahora a la cama, mañana os espera un largo día ya que recibiréis las consecuencias del ataque de esta noche.
Como zombies volvimos a las tiendas donde no cruzamos una sola palabra. Tan sólo un par de miradas y finalmente todas nos dormimos.

Domingo. Él día se avecinaba con mucho dolor, tal y como nos lo había dicho el señor Delta. Cuando nos despertamos comenzamos a recoger poco a poco las tiendas y las demás cosas. Y una vez hecho esto emprendimos el camino de vuelta, que a diferencia del que habíamos hecho antes fue sumamente silencioso. De vez en cuando nos intercambiábamos algunas miradas pero poco más. Yo estaba intentando aclararme las cosas, de las que me hice una lista mentalmente.
1- No sólo Kyle, Sam y yo habíamos visto esas sombras otro siete chicos más las habían visto antes.
2- Teníamos un profesor de gimnasia que sabía matarlas y nos iba a enseñar, y además la directora lo sabía.
3- El profesor de gimnasia parecía querer formar un escuadrón anti-sombras con nosotros
4- Si él era el Señor Delta…¿sería esto una organización? ¿Habría también Señor Alfa, Beta, Gamma, Mi, Ypsilon u Omega?

Cuando llegamos al internado inmediatamente subía mi habitación, dejé la mochila tirada en el suelo y me duché. Me di una larga ducha de agua templada. Cuando salí me puse unos vaqueros de pitillo claros y un jersey azul de Prusia de cuello en uve. Me puse una fina diadema del mismo color y cogí los diálogos del teatro. Me los leí un par de veces y después me dirigí a la sala de teatro.
Llegué de las primeras y Kyle, como siempre de los últimos por lo que recibió otra de las famosas broncas de Tristán. Éste último nos volvió a sacar al escenario a mí y a Kyle para que repitiésemos la parte del beso. Cuando llegó la esperada parte, Kyle me cogió de la cintura y por el cuello y ambos nos acercamos a la boca del otro. Intentamos que el beso pareciera lo más pasional posible, y así no tener que volver a repetirlo. Milagrosamente lo conseguimos. Seguimos ensayando otras partes del teatro y luego todos nos fuimos. Yo estaba bastante cansada por lo que decidí acostarme directamente sin ni siquiera cenar.

La alarma del despertador me anunció que era lunes. Me levanté a desgana y me metí en el baño. Tras ducharme me puse el uniforme y preparé la mochila como todas las mañanas. Me dolía un poco la cabeza pero nada fuera de lo normal. Bajé al comedor y me senté en la mesa de siempre con Kyle, Cris, Alys y Matt.
Tras el desayuno nos despedimos de Kyle, y nosotros cuatro fuimos a nuestras clases.
Las clases de ese día se me pasaron muy rápido, al igual que la comida.
Cuando me quise dar cuenta ya estaba en el gimnasio, con los pantalones azul marino de chándal y una camiseta deportiva de tirantes blanca. La verdad es que tenía ganas de empezar el entrenamiento, ya que hacía mucho que no hacía gimnasia de verdad.
En cuanto que todos estuvimos en el gimnasio el señor Delta comenzó a dar órdenes.
- ¡Atención! No pienso repetir las cosas dos veces ¿de acuerdo? Os diré lo que vamos a hacer hoy: primero calentaremos, después haremos ejercicios de velocidad, confianza, fuerza y resistencia. Para algunos necesitareis una pareja que ya os he elegido. Las parejas serán estas y no quiero ninguna queja: Alysson y Mayra, Leyre y Samantha, Matt y Antoine, Dan y Jacques, Cristina y Kyle.

Tras decir esto comenzamos con el calentamiento y seguidamente y como estaba previsto velocidad. En estos ejercicios fue más duro con las chicas, ya que éramos un poco más lentas que los chicos. Cuando terminamos con velocidad, empezamos a hacer ejercicios por parejas. El primero de ellos era la típica prueba de confianza. No tuve ningún problema con Alys, nos cogíamos rápidamente De pronto un enorme golpe hizo que todos mirásemos a Dan y Jacques. Sabíamos que pasaría. Los dos estaban en el suelo, fulminándose con la mirada el uno al otro.
-He aquí un gran ejemplo de desconfianza. El señorito Dan no confía lo suficiente en Jacques y no emplea la fuerza necesaria para cogerle. A causa de esto os voy a mandar deberes. Para la semana que viene quiero que me entreguéis dos folios escritos a ordenador de todo lo que habéis aprendido, positivo, del compañero que os acaba de tocar. Si no lo entregáis, dejaré de entrenaros. Lo que significará vuestra muerte.
- Ves estos son los profesores que me gustan a mí, no los que te mandan ir morreándote por ahí -pensé
Tras la interrupción comenzamos a hacer ejercicios de fuerza. Siempre me había gustado entrenar y Estévez no iba a ser menos, además me lo estaba pasando bastante bien con Alys, quien parecía no tener mucha fuerza pero en realidad sí que la tenía.
Para finalizar el entrenamiento, fortalecimos la resistencia corriendo una hora alrededor del internado. A las diez dejamos el entrenamiento y fuimos todos al comedor, dónde Álvaro nos había preparado unos macarrones riquísimos. Tras comer Álvaro se acercó a mi.
-No sabía que te interesara el atletismo – me dijo
- ¿Qué?- le pregunté extrañada
- El atletismo. Te recuerdo que vienes de entrenar con el profesor de gimnasia por que vais a representar al internado en las pruebas de atletismo nacionales hermanita amnésica- me sonrió.
- ¡Ah! Perdona, es que estoy reventada…entre la acampada y el entrenamiento de atletismo estoy fatal.
- Me da igual, no te pienso dar más comida. Tu profesor os a puesto una dieta y creeme, no quiero perder este trabajo. Y mucho menos ahora que la enfermera…
-¡¡¿¿Te has tirado a la enfermera??!!- le pregunté asombrada.
- Ya sabes que ninguna chica se resiste a mis encantos – me sonrió
- ¡¡Pero tiene 24 años!!- le exclamé
- El amor no entiende de edades..ni tampoco el sexo. Anda tira para la cama ya. Otro día te lo cuento-me dijo tocándome el pelo como a un perro.
- Está bien. Buenas noches- Dije dándole un beso en la mejilla que él me devolvió.
Seguidamente me fui hasta mi habitación y me di una ducha de agua fría antes de lavarme los dientes. Cuando salía del baño ví que Shadow había vuelto.
- ¿Tú también te fuiste de excursión? – le dije mientras le daba algunas galletas y agua.
Esperé a que se las comiera para acostarme. Cogí mi móvil y empecé a escribir.
“Dan, no se q t pasará,
ni q prblms tiens,
xro puedes confiar n mi
y cntar cnmigo para lo q hga
falta. 1beso. May”
Tras escribirlo busqué a Dan en los contactos de la agenda de mi móvil y se lo envié. Después apagué la luz.
-Buenas noches, Shadow- le dije al gato, que me respondió con un maullido.

esta genial serena!!
jajajaa me ha encantado lo de estos son los profesores que me gustan a mi xD

Yo también lo siento, Rhîw, no te preocupes por el capítulo ._.

Matt:
Oi oi oi oi, ¡Matt y Cris han sido los primeros! tortolitos... ay, ¡cómo me encanta ese chaval!
Lo de Dan con el trabajo nos ha quedado genial, ¿eh? oh, sí
Y todas las conversaciones con Jacques son de cuadro, me he reído lo indecible n.n
No obstante, Matt es un exagerao, vale que Dan y Jacques hayan tenido mil y una broncas, pero nunca habían llegado a los puños, mujer, cómo echas por fuera jajajajaja
Y la declaración a Cris ha sido tan de comedia romántica... ay, por dios

May:
Awwwww... Shadow (por un momento creí que le llamarías Dan, lo juro jaaajajajaja)
Pobre May con su padre... ya sabía yo que había sido la clásica historia del embarazo adolescente y si te he visto no me acuerdo . Bueno, al menos Kyle le sirve de consuelo a la pobrecilla... y cómo ha molado lo de que su padre es el de Iron Maiden, gracioso y tierno a partes iguales ^^
Imagínate cómo se ha quedado Dan al ver a May llorando por su culpa, no le tengas en cuenta su expresión cuando llegaron, mujer... estará mejor n.n
No me acordaba del diálogo que habíamos puesto con Áurea sobre Dan; con lo de "No son cosas nuestras- tragó saliva-. Son cosas suyas y no quiero volver a saber nada más del tema. Llevo toda la vida aguantando lo mismo" me ha dado más pena aún, pobrecilla vv''
PD: El subconsciente de Dan te da las gracias por el sms que no sé cuándo leerá porque jamás usa el móvil y por lo de la acampada

lenny... puedes subir cuando quieras! yo voy a intentar escribir mi parte y os la dejaré porque no creo que me dejen llevarme el portatil!

KopaSara escribió:

cuidaremos de Jacques

Dan: Cuidarás tú. A mí nadie me ha preguntado si estoy bien ni me han venido a hacer las curas, y he salido tan mal como él o peor u.u

Ignorémosle, ya se irá

Lenny Bane escribió:

Ignorémosle, ya se irá

Dan: Sí, eso, ignoremos al quejica del labio partido y los negrones, menudo pesado.


Me parece bien lo del spa jajaja, suena a idea de Allyson

chicas si subis antes del viernes... podré haber escrito el capitulo y si no ha subido rhîw pues se lo dejaré a lenny!! valeee?? pero haced el esfuerzo... porque tengo que leer todo lo que pueda para saber que poner!!

Llévate a Dan contigo, mujer, que le hace falta n.n

Vale, Celia, subiré antes del viernes

Gracias chicas, no veais es cute de autoestima que me habéis metido eh? jajajaja
Lenny, pensé en ponerle Dan al gatito...pero ya iban a ser demasiados Danes en la vida de May jajajaja

P.D: May yo nos apuntamos a los spas que hagan falta! (eso no lo mandan los profes de deberes ¬¬'' xD)

Nada, nada, nada, en el capítulo anterior le llamaste "gato" y hay que ser consecuente con lo que se dice

PD: Encima quéjate del beso con Kyle, jéh ¬¬

jajajajajajaj ay lenny como me anima que te guste tanto!!!! matt dice que si te ve por la calle te para y te da un beso (crisnotepongascelosaejem) aunque en mi opinion creo que el de serena está mucho mejor que el mio, la declaracion me quedó ñoñisima y matt quedo como un bobalicon sentimentalista -.- xD
pero me alegra que os guste!!!!
juasjuas, lo del trabajo nos quedo cojonudo lenny eso si, matt sigue diciendo que no cobra lo suficiente xD
dice que le digas a dan que estire un poco el bolsillo, que matt ya tiene bastante con hacer su trabajo de antoine como para tambien encargarse del trabajo de otro xP (no le hagas caso dan, que esque quiere conseguir un poco de pasta para irse por ahi, que su tia no le dio nada la ultima vez xD)

jajajajaj y el gato shadow es mas monosoooooooo............:33333333333333333
y bueno, ejem (a dan) chavalin, ya se sabe de tu "pequeñita" aversion a jacques, dejadmelo a mi que yo l ocuido para eso estan los mejores amigos, ya me encargo yo de cuidar de mi matty y de jacques
y asi los llevo yo tambien al spa!!!!!!! aunque mañana me voy a madrid con mi padre, pero bah, yo me divido y voy a ese spa!!!!! tengo ganas de que me den un masaje xP