The Darkness: La oscuridad.

jejejeje!!!!!!!!!!!1 si, creo que no nos importaría tocar a Jace eh????? buffff.....k hombre!!!!!
bueno, ahora dentro de un ratito subo más!!!!
un beso!!!!

HELLO YOLI!!!!!
Para cuando te pases por aquí, doble regalito!!!!!
estos videos que he hecho sobre Clary y Jace( dime k te parecen eh????):
https://www.youtube.com/watch?v=PHNT87ZbLfA
https://www.youtube.com/watch?v=joV9MaGqa7o
https://www.youtube.com/watch?v=x_M_28DGgfo
https://www.youtube.com/watch?v=Mq92bMl1iEU
https://www.youtube.com/watch?v=e2n4rvM_RbY

y otro cachito más!!!!!!!!!!!!!

[color=white]Cuando subo al autobús, un olor, mezcla entre podrido y rancio, se me mete por la nariz, haciéndome dar una arcada. Cassie, que parece más acostumbrada, me da pequeños empujoncitos para que avance.
-Ya, voy, impaciente-me quejo, andando hacia unos asientos que están libres-es que esto huele
a rosas, y me embriaga el olor…
Llegamos a nuestros asientos. La verdad, no me esperaba que estuvieran en buen estado, si no más bien descuartizados, mordidos, quemados…
Yo me siento en el asiento de la ventanilla, por que por lo menos, puedo ver el paisaje, que no está nada mal, a no ser por los árboles muertos y los arbustos secos.
Cassie se sienta a mi lado.
-Vamos a la residencia de ancianos-me informa.
La miro, y alzo una ceja tanto, que casi se junta con el nacimiento de mi pelo.
-¿A la residencia de ancianos? ¿Ese es el “trabajo forzado”?
Cassie me baja la ceja con la mano, lo que provoca que me ría. Ella también se ríe.
-El trabajo forzado no es ir a la residencia en sí-dice, mientras el autobús se pone en marcha con un ruido estrepitoso-sino limpiar lo que hay allí.
La miro, con el miedo reflejado en el rostro.
-¿Qué quieres decir con limpiar?-inquiero.
-Quiero decir limpiar, es decir, lavar ropa, sábanas, suelos, culos…
-¿Culos?-pregunto con voz tan alta, que varios chicos y chicas me miran, se miran entre ellos y empiezan a partirse-¿Culos…de personas?
-No, Alexandra, culos de vaso-me dice, poniendo los ojos en blanco-¡pues claro que culos de personas! De personas ancianas, para ser exactos…
La miro. Miro por la ventanilla. La vuelvo a mirar.
-Oh, no…Oh, no, no, no, no…!yo no pienso limpiarle el culo a un vejestorio!-digo, intentando modular el tono de mi voz, pero no la pronunciación, tipo “y una mierda”.
-No te estoy pidiendo que elijas…es lo que hay-dice Cassie, mientras se toquetea el pelo.
Vale. La verdad es que este reformatorio es una mierda como un castillo. Y la verdad es que es estricto. Y la verdad es que me tenía que estar dando cabezazos en las paredes ahora mismo, por haberle pegado a la niña.
-Bueno-digo yo, intentando buscarle algo bueno al asunto-por lo menos podré elegir entre un hombre o una mujer…¿no?
Cassie me mira, y ahora es ella la que alza la ceja.
-Alex, por favor, esto no es un resort…además-añade-un culo es un culo, tanto en un hombre como en una mujer.
-¿No me diga?-digo yo, fastidiada-se lo que es un culo, no hace falta que me de una clase acerca de la anatomía de un culo, señora sarcástica... Pero ya que tengo que lavar culos, preferiría que estos fuesen de mujer. No me apetece para nada lavar un culo peludo. Eso se lo dejo a Kira, gracias.
-Por favor, señorita Foster-escucho la voz de Stevens a nuestro lado, y me giro hacia ella. En ese momento soy cosciente de la mirada de todas y cada una de las personas que hay en el autobús. Incluso de la de Adrian-nos encantaría que por favor, nos hiciera el viaje más ameno dejando a un lado el tema de los…traseros.
Me hundo en mi asiento, y Cassie también, mientras todo el mundo se parte de risa.
-Y le advierto de que no hay distinción alguna-prosigue Stevens-lavará traseros tanto lisos como peludos-me dedica una de sus sonrisas particularmente exasperante-espero que lo disfrute.
Y dicho esto, y después de dejarme en ridículo delante de todo el mundo, se marcha, meneando su enorme…trasero.

Está muy bien aunque es muy fuerte. Sigue así.

gracias wapa!!!! un beso!!!!

la verdad...

esto esta para partirse de la risa!!!!!!!!!!

me encanto!!!

espero q mi mama ni mi hermana se hayan despertado con mis risas!!!!

jeje

de donde sacas taaaantttoooooo tiempo para escribir?????

y (espero q no te moleste la pregunta) por q tenes dos personajes con el mismo nombre???

no es q no me guste...pero....me lo pregusto!!

enserio chica, tenes talento!!!

bessoss

aaahhhh...

me olvide de decirte...

QUIERO MAS, QUIERO MAAAAAAASSSSS!!!

jeje

bessoss

otra!!!otra!!!

me encanto!!!

jeje

pobre cassie!!

bessoss

hola!!!

dejame adivinar...

me parece q esta alex es siquica....

hay 2 opciones:

1-adrian mato al tio de un disgusto o de otra forma...
o
2- tiene taaan mala suerte este chico que se le murio el tio, o algo le agarro...

(si es que se murio dego..no???)

repito:pobre cassie!!!

bessoss

Claudia sigue así! Me ha encantado.

hola!!!!!!!!!!!!!aki va un pokito mas!!!!

-Alexandra, apartate de ahí ahora-dice, su voz glacial como el hielo. En ese mismo momento, me da hasta un poco de miedo. Me aparto como ella me pide y en ese momento, Cassie me coge del brazo y me arrastra hacia una esquina.
-No me lo puedo creer…-musita, mirándome con ojos temerosos.
-El que? Que ha pasado?-quiero saber, nerviosa.
Cassie mira a la enfermera, que no puede parar de llorar.
-Está muerta…la mujer de esa habitación…ha muerto, y dice que…que…-pero Cassie no puede seguir hablando.
-¿Qué?-pregunto, con los pelos del cogote de punta.
-Está…desfigurada, Alex, como si la hubieran aporreado con un martillo hasta la muerte-dice Cassie, y le empiezan a brotar lágrimas de los ojos. no puedo ver a la gente q me importa llorar, asi que abrazo a mi amiga muy fuertemente. Estoy asustadísima. Una de las razones es que no puedo dejar de pensar que hay una persona muerta a escasos metros de nosotras…la otra, es que la última y única persona que estuvo en ese cuarto fue…Adrian.


Dejo a Cassie con el hombre trajeado y me excuso diciendo que estoy mareada, y que necesito tomar el aire. Pero lo que necesito es despertarme de esta horrible pesadilla. No puede ser lo que pienso que es, es decir, que Adrian es un maníaco asesino con sed de venganza por haber sido encerrado en una mierda de reformatorio, y que mata a personas…bueno, puede que la razón por la que esté en el reformatorio sea esa: que mata personas… pero no puede ser, sencillamente, por que nadie en su sano juicio metería a un asesino en serie en un lugar lleno de gente asesinable…pero nadie en su sano juicio metería a una chica en un reformatorio por pegarle dos tortas a una niña y aquí estoy yo. Mi cabeza parece una orquesta llena de tambores, trompetas y trombones…no deja de dolerme.
Giro con una rapidez nada común en mi la esquina que da a la salida de la residencia, y para mi más absoluta y terrible sorpresa, Adrian está subido en el autobús, junto un montón de chicos y chicas más. M quedo paralizada unos segundos, hasta que por fin mis piernas empiezan a responder y camino hacia el autobús. Haciendo acopio de todo mi valor, subo a él. El conductor me mira extrañado, debido a mi fuerte tembleque, pero no dice nada.
Yo, en cambio, tengo la vista puesta en otro sitio: Adrian. Está sentado en asiento trasero, mirando por la ventanilla. Después de un largo y profundo suspiro, camino hacia él, ante la atenta mirada de todos los allí presentes, que me miran, confusos.
Cuando llegó hasta él, alza la cabeza para mirarme. Su rostro me pone los pelos de punta. Y no por que parezca un asesino sangriento ávido de cuerpos a los que descuartizar…sino por que está completamente relajado, como si se hubiera despertado de un largo y profundo sueño de lo más feliz.
-¿Puedo ayudarte en algo?-me pregunta muy educadamente. Soy cosciente de que todos los ocupantes del autobús, incluso el conductor, están al loro de nuestra conversación, así que me acerco un poco más a él y bajo muchísimo el tono de mi voz.
-¿Qué haces aquí?-susurro, con los ojos abiertos como platos.
Adrian esboza una sonrisa juguetona y me coge del brazo. Con un movimiento rápido, tira de mi hacia él y me hace sentarme a su lado.
-Observo el paisaje-contesta, también en un susurro, y señala hacia el exterior, donde se puede ver una gran cantidad de vegetación muerta-es estupendo.
Estupefacta, me zafo de su agarre y le miro con ojos sorprendidísimos.
-Has matado a esa pobre mujer-susurro, titubeante. Adrian gira la cabeza hacia mí con la rapidez de un rayo y me mira intensamente.
-¿De que estás hablando?-pregunta, su expresión, dura como el acero.
Noto como me empieza a temblar la pierna derecha, reacción que tiene lugar cuando me estoy muriendo de miedo. Pero aún así, saco fuerzas para continuar.
-De la mujer de la habitación 2-respondo-te vi entrar ahí Adrian, y también te vi salir.
Por un momento, pensé que Adrian me iba a matar allí mismo, delante de toda esa gente que aún nos observaba disimuladamente. Pero no hizo eso. Solo se limito a mirarme con intensidad.
-No puedes haberlo hecho-dice al fin, colocando los hombros y mirando al frente.
Perpleja, se apodera de mi una rabia inexplicable. ¡lo está negando!
Me levanto de un salto y empiezo a gritarle sin parar.
-MENTIROSO! TE VI! TE VI SALIR DE LA HABITACIÓN! TE VI ENTRAR EN ELLA! Y TE VI CAMINAR POR EL PASILLO COMO SI NADA HUBIESE PASADO! PERO SI HA PASADO! Y UNA MUJER HA MUERTO!-mi cuerpo se resiente después de tanto griterío, asi que me doblo sobre mi misma e intento respirar con tranquilidad. No se oye nada. Solo silencio. Pero un silencio muy incómodo.
Cuando alzo la cabeza, Adrian me está mirando con sus grandes ojos negros, pero su expresión no me dice nada. Y eso me irrita.
Cuando me incorporo, una mano me toca por la espalda. Me doy la vuelta y veo que es una chica que no conozco.
-No se de lo que estáis hablando-me dice, mirándome con sus pequeños ojos achinados-pero creo que te equivocas de persona, por que Adrian estuvo con nosotros, en la habitación de la señora O´connor, hasta ahora mismo.
Noto como se me descuelga la mandíbula, y me giro sobre mis talones para mirar a Adrian, que me observa con una media sonrisa turbadora. No puedo dejar de mirarle. después de saber(xk lo había visto con mis propios ojos) que Adrian ha matado a una mujer a martillazos, no puedo dejar de sentirme verdaderamente atraída por su desinteresado atractivo. Es realmente hermoso…meneó la cabeza, contrariada, y vuelvo a mirar a la chica.
-Pero yo le he visto-argumento-le he visto entrar en la N 2 a la misma vez que Cassie y yo lo hacíamos en la 5. El estaba a cargo de esa señora…
La muchacha me mira, y supongo que piensa que estoy chiflada.
-No. Adrian ha estado con nosotros desde que llegamos a la residencia. En la misma habitación…y luego, hemos venido juntos hasta aquí.
Parece muy convencida. Pero yo soy la cabezota numero 1 del mundo. No me va a hacer caer del burro.
-Pero yo…-pero mi frase queda inacabada, por que en ese momento, Stevens entra en el autobús seguida por Cassie, que me busca con la mirada hasta que da conmigo. Parece extrañada por mi mas que palpable acercamiento con Adrian.
-He de comunicarles que una de las habitantes de la residencia a sufrido un fatídico ataque al corazón-un murmullo consternado inunda el autobús-por ello, nos vemos obligados a pedir explicaciones a la persona encargada de atenderla.
Suspiro, triunfante. Stevens debe saber que Adrian era el encargado de cuidar a esa mujer…
-Parkins, por favor, si es tan amable-dice Stevens, y un chico pelirrojo, gordo y bastante feucho, se levanta de su asiento y se acerca a ella, con la cabeza gacha.
Me quedo pasmada. ¿Pero es que están todos locos? Que el asesino es Adrian, el que está sentado tranquilamente detrás de mi, con una sonrisa de suficiencia, me muero por gritar a los cuatro vientos, pero se que eso solo me serviría para que Stevens me pusiera de nuevo en ridículo.
Mientras Stevens y el chico bajan del autobús, me giro de nuevo para encararme con Adrian, que no aparta sus ojos de mi. Cuando nuestras miradas se cruzan, me guiña un ojo y me sonríe con picardía.

no entiendo nada!!!

lo mato o no???

adrian tiene poderes para controlar la mente o que????

me parece raro....

pero segui!!!

bessoss

aki va un caxito mas!!



-Cassie, no puedo tranquilizarme-digo yo, cerrando la puerta de la habitación de un portazo. Kira está con las barriguitas y tenemos la habitación para nosotras solas.
Cassie me mira como si me hubiera vuelto loca. A lo mejor, así era…
-Pero Alex, puede que te…-no la dejo terminar la frase.
-Cassie, tu también lo viste entrar-exclamo, furiosa por que mi amiga dude de mí-no me digas que a lo mejor me lo imaginé.
-Iba a decir que se que lo viste entrar…pero que a lo mejor…no se Alex…de veras le viste salir?
Hice un sonido con la lengua, de pura impaciencia.
-te lo he dicho mil veces…yo-lo-vi-con-estos-ojitos!-gesticulo como una loca, pero no me importa-el sabe que lo vi, y se ha reído de mi en el autobús-me llevo las manos a la cabeza y empiezo a pensar en voz alta-tal vez le pagara algo a esa chica para que contara una mentira, y…-pero esta vez es Cassie la que me interrumpe.
-Alex, Stevens ordenó que fuera Parkins el que se ocupara de esa habitación, y la enfermera dice que no vio a Adrian por allí cerca.
-Pues también pagó a la enfermera, Cassie!-exclamo yo, exasperada-no, se…pero lo que si sé es lo que vi. A Adrian saliendo de la habitación. Y ni tu ni nadie me va a quitar esa idea de la cabeza.
Después de decir eso, abrí la puerta con demasiada fuerza y salí de la habitación, furiosa.

Yo sabía muy bien que había pasado, y no podía ser que todo el mundo estuviera ciego. Y yo no mentía. No lo había hecho nunca. Siempre había ido con la verdad por delante, sin dejarme comer la cabeza. Si Jules hubiera estado aquí, me hubiera creído sin dudarlo, no hubiera dudado como había hecho Cassie, y en general, todo el mundo.
Pero yo sabía que Adrian había matado a esa mujer. Lo sabía. Lo había visto al mirarle, cuando se lo mencioné. Vi la comprensión reflejada en sus ojos, como sabía que yo lo sabía. Él era un asesino. Y nadie, nadie, me creía. Pero tampoco nadie iba a hacer que dejara de pensarlo. Cunado me miró con sus oscuros ojos negros, había provocado en mi un sensación extraña, mitad angustia, mitad…otra cosa. Otra cosa en la que no quiero ni pensar por muchas razones:
Una de ellas es que no estoy de humor para ello.
Otra…que no es concebible que aún ahora, después de tener la certeza de que Adrian es un asesino, me sienta terriblemente atraída por el.

Me ha encantado. Muy bonito tu avatar, Claudia.Ben Barnes...

a si???? y que teoria es esa????????????????????????

jejejejeje!!!!!!!!!!! pues estaré a la espera de tu teoria a ver que tal!!!!!!!! ei!!!!!!!aki va mas!!!!!!!!!!!!!

No se si es suerte, o en mi caso desgracia, pero la cuestión es que mientras camino por el pasillo, me encuentro de cara con Adrian. se me ponen los pelos de punta. No quiero ni pensar que estoy frente a un potencial asesino.
El, por su parte, me observa, con una sonrisa dibujada en el rostro. Su rostro es demasiado dulce para tratarse de un asesino. Pero lo es. Ha matado a una mujer y nadie me va a decir lo contrario. Sus ojos, negros como la noche, me recorren de arriba a bajo. Luego, se detienen en mi cara, en mis ojos, y veo como me mira con intensidad. Tardo varios segundos en darme cuenta de que estoy paralizada, y de que no puedo moverme.

Con bastante miedo, soy cosciente de cómo Adrian camina hacia mi, hasta quedar tan solo separados por unos centímetros. Esboza una sonrisa.
-Eres…la verdad es que eres bastante peculiar-dice, observándome con atención.
¿peculiar? ¿pero de que habla este ahora?
-No pensaba encontrarme con alguien como tu…-cierra los ojos solo unos segundos, como rememorando algo-otra vez.
¿Otra vez? Vale. No entiendo nada.
-¿Qué quieres decir?-pregunto yo, para mi mas absoluta sorpresa. Pero debo aparentar indiferencia…no quiero que vea que estoy asustada.
El si parece sorprendido por mi repentina pregunta, pero se recupera con una rapidez sorprendente.
-No quiero decir nada-responde…y se da media vuelta y empieza a marcharse.
¿¿¿Cómo??? Este a mi no me deja así, tanto intrigada como cagada de miedo. Obligo a mis piernas a caminar e ir hacia el, y a mis manos a agarrarle uno de sus brazos. El se para y baja la cabeza hacia mi, y luego mira su brazo, apresado por mis manos, que por otra parte, están temblando.
Luego, vuelve a mirarme a mi.
-¿Qué haces?-pregunta.
-Buscar respuestas-me obligo a decir, sonando muchísimo mas decidida y tranquila de lo que estaba.
-No vas a conseguirlas haciéndome perder el tiempo-dice, su voz, fría como el hielo-aunque no vas a conseguirlas de ninguna manera.
Boqueo varias veces antes de contestar.
-Pero…Adrian-digo su nombre por primera vez delante suya-yo te vi…salir de allí, y también entrar…tu has matado a esa mujer, pero…pero….-pero nada. No sabía que mas decir. Todavía no le había soltado el brazo.
Adrian me mira detenidamente.
-Tu no has visto nada, Alexandra-dijo él, y me sorprendo al saber que sabe como me llamo. Su voz es tan dura como el acero, y eso también me sorprende. Tanto, que acabo por soltarle el brazo.
-Si lo he visto-respondo yo entre dientes, furiosa.
-Pareces ser la única-se mofa-creo que todo el mundo sabe que yo he estado todo el día con Meridith y con Tom-me mira de nuevo-incluso Stevens sabe que yo no estuve ni siquiera en tu planta.
Tiene razón en algo. Parece ser que yo soy la única que lo ha visto en esa habitación. Todo el mundo habla de un tal Parkins, un chico pelirrojo, gordo y con pecas. Creo que, teniendo en cuenta que Adrian es moreno, está bueno, y su piel está impoluta, me hubiera dado cuenta de la diferencia. Yo había visto a Adrian. No a una morsa de pelo rojo.
-Me da igual lo que digas y lo que piensen todos-digo yo al fin, fulminándolo con la mirada, aunque me resulta bastante complicado teniendo en cuenta que a Adrian no se le debería fulminar con la mirada. Habría sido mas correcto que se me cayera la baba. Pero esto es serio-yo te vi a ti, solo a ti. Les habrás pagado para que callen, o les habrás amenazado con hacer lo mismo con ellos, yo que sé. Pero de lo que estoy segura es de que tu eres un asesino, y no me voy a quedar de brazos cruzados viendo como tu…-pero no logró terminar la frase. La razón es simple: repentinamente, Adrian me agarra y me atrae hacia él, y yo me quedo muda de asombro. Sus ojos están a escasos centímetros de los míos, y los veo en todo su esplendor, negros, tan negros como la más oscura de las noches.