Bueno pues aquí el octavo capítulo. Mañana no voy a poder subir nada asi que hasta el domingo (si es que puedo) no habrá mas, lo siento. Espero que os guste
CAPITULO 8:
Clary se despertó en una habitación del instituto. De vez en cuando se quedaba a dormir allí para que su madre y Luke tuviesen tiempo para estar solos pero esta vez la que quería estar sola era ella. Lo que había pasado con Jace en el invernadero esa noche había sido muy romántico e íntimo pero por mucho que le había dicho que todo estaba bien, que la perdonaba, ella no acababa de creérselo. Sabía que no era así, algo le pasaba a Jace y ella todavía tenía el sentimiento de culpabilidad recorriendo su cuerpo de arriba abajo.
Eran las diez de la mañana y sus nervios no la dejaban echar otra cabezada así que decidió que era hora de una ducha caliente, quizás la relajase. Se metió bajo el agua caliente y dejó su mente en blanco. La ducha tuvo el efecto deseado, la dejó relajada aunque ese estado no duró demasiado. Cuando salió del baño con una toalla alrededor del cuerpo y su pelo mojado cayendo por su espalda se encontró en el medio de la habitación a Magnus, mirándola, con unos ojos diferentes.
-Hola Clary
-Hola. No te había oído entrar, ¿te importaría salir? Me gustaría cambiarme, tengo algo de frío. – dijo Clary.
-No te preocupes, después de tantos años me he acostumbrado al cuerpo humano y no solo de chicos. – dijo Magnus acercándose a Clary.
Sí él daba un paso, ella retrocedía dos. Estaba distinto, no le parecía Magnus en absoluto. Llegó un momento en que chocó contra la puerta. Buscó con la mano el pomo y fue girándolo poco a poco.
-Clary, Qué pasa, ¿te asusto? ¿Me tienes miedo? Por favor Clary, soy yo, Magnus.
Daba igual lo que le dijese, no se fiaba ni un poco de él. Se dio la vuelta y salió corriendo por el pasillo. Oyó que Magnus la seguía haciendo que acelerase el paso. Donde estaría Jace. Pasó por la biblioteca, el salón y su habitación pero no le encontró por ninguna parte, entonces pensó que podría estar en la sala de música. Corrió todo lo que pudo pero Magnus se acercaba cada vez más, en ese instante supo que era el momento de gritar.
-¡¡¡¡JACE!!!!
Magnus le había agarrado por el brazo haciéndola girar para que le mirase. Esos ojos… los había visto antes, no sabía dónde ni cuándo pero los había visto. Ese no era Magnus, estaba completamente segura.
De repente dejó de sentir la presión que antes había en su brazo haciendo que apareciese un fuerte dolor. Jace había aparecido de la nada y había arremetido contra Magnus. Le mantenía con la cara pegada al suelo y completamente inmovilizado.
-Clary, coge mi estela y haz unas runas – ordenó Jace
No se paró a discutir aun que odiaba que le mandase. Consiguieron que Magnus o quien fuese, estuviese dentro del circulo, con las manos y pies atados.
-¿Estás bien? ¿Te encuentras bien? ¿Clary, cómo estás? – Jace se estaba empezando a poner histérico.
-Tranquilo, estoy bien – dijo Clary mientras dejaba caer la mano que tapaba allí donde su brazo había sido presionado.
-Ven aquí – le dijo Jace mientras la estrechaba entre sus brazos.
Llamaron a Alec e Isabelle pero solo la segunda fue.
-Isabelle ¿y Alec? – preguntó Jace.
-En teoría estaba con Magnus – respondió Isabelle mirándole.
Pasó una hora cuando Alec llegó sorprendiendo a todo el mundo. Venía acompañado de Magnus, del verdadero Magnus quien entró en cólera al ver al farsante tumbado en el suelo.
-¿¡Cómo te atreves a combinar pantalones naranjas con una camiseta rosa?!
Todos le miraron asombrados, incluso Alec. ¿Tenía frente a él un doble suyo y le preocupaba cómo había combinado la ropa?
-Yo sé quien es – dijo Clary sorprendiendo a todos.
Seguía llevando la toalla puesta, estaba descalza y el agua que escurría de su pelo había formado un pequeño charco en el suelo.
-Hola Jack.