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 Las Lágrimas de la Inmortalidad

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biancalucas
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Breyo_lyn
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:33 pm

me encanta!!!

esta muy bueno!!!

cuando aparece un chic por ahi??? (desesperada...jeje)

segui!!

bessoss
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:35 pm

jajajaja prontooo!! los chicos aparecen en breve y van a estar mu presentes!! no t preocupes jejeje
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Breyo_lyn
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:43 pm

que es La Alianza???

otra historia???
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:43 pm

la alianza es la continuacion de las lagrimas de la inmortalidad Smile la tercera parte se llama la prision de oro
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Breyo_lyn
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:46 pm

q imaginacion has de tener tia!!!!

son todas tuyas las historias????

osea, no te ayudaron???

(yo no pido ayuda xq me da verguenza)
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:47 pm

jajajaja sii, son todas mias. En realidad, a parte de la trilogia, tengo otros libros acabados... creo q son tres mas y muchisimas ideas para otros, q los tengo a media. A mi tb me da muchisima verguenza!! jajajaja!! no suelo pedir ayuda nunca, a menos q sea algo inevitable
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Breyo_lyn
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 9:57 pm

yo no lo hago porque:

-mis amigas son muy "realistas"¡le sacan la magia a todo!

-mi familia ya piensa que leo mucho y mi mama detesta q les libros de vampiros...

-a si, lo mas importante, si lo llego a hacer....me mandan directo al manicomio!!!!(en serio)
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeMiér Nov 25, 2009 10:00 pm

jajajajaja!! en mi familia el problema es q todos escriben! desde mi hermana hasta mis padres, q escriben libros de derecho (mi padre) y articulos sobre lo mismo (mi madre) y mi hermana libros... y a mis amigas, pues... solo se lo he dejado a dos, a parte de los foros, claro jejeje
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 12:02 am

hola de nuevo!!!!

jeje

podes publicar mas???

porfa!!!

bessoss
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 12:37 am

ups!!! se me olvido poner capi aqui!!! ahora mismo lo pongo, voy a ver donde os quedasteis Smile
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 12:38 am

Era veinticinco de noviembre y caminaba por las frías calles de Manhattan en dirección al recinto del instituto. Pese a que aún eran las siete y cuarto de la mañana, muchas eran las personas que caminaban junto a mí; mujeres y hombres trajeados que, mientras hablaban por el móvil, corrían para llegar a tiempo a sus puestos de trabajo, madres que tiraban de las manos de sus hijos pequeños para que no se durmiesen antes de llegar al coche y, finalmente, jubilados que sonreían ante el trajín de la gran manzana.
Al terminar las clases, sobre las tres y media, tendría que ir a buscar a Tom. Trabajaba en un enorme rascacielos cuya empresa ocupaba los seis últimos pisos. Me había pedido que pasara por allí para ir a comer juntos en vez de hacerlo cada uno por su cuenta.
Cuando llegué a los jardines, donde se encontraban dispersos los distintos edificios en los que se impartían las clases según las materias, comenzaba a llover. Aún así, algunos chicos jugaban en la cancha de baloncesto. Sólo la de fútbol continuaba vacía. Los que formaban parte del equipo no acudían a las primeras clases de la mañana y los profesores hacían la vista gorda. Eran los campeones estatales en el deporte, los de baloncesto no llegaban todavía a tal nivel, pero estaban cerca; por lo que en breve disfrutarían de los mismos favores.
Abrí la doble puerta de cristal del bloque de lenguas y caminé por los pasillos, pasando entre las taquillas de color granate que se situaban a ambos lados. Torcí en varias ocasiones a la izquierda y subí hasta el último piso, el tercero. Cuando empujé la puerta de clase dos chicas que me sacaban un año me saludaron, sentadas en la mesa del profesor.
Les devolví el saludo y dejé mi mochila en el último asiento junto a la ventana, cerrándola para evitar que las primeras gotas de la mañana mojasen mi asiento. Fue entonces cuando me fijé en los libros que había repartidos por las mesas y cogí el mío con el ceño fruncido. Probablemente, la señora Perry, la profesora de Literatura con la que me tocaba a esa hora, los había dejado allí para comenzar el nuevo tema.
Como me lo había leído un par de meses antes, lo cambié por el de al lado y me senté, comenzando a sacar todos mis apuntes y libros, dispuesta a ojearlos hasta que sonase el timbre.
Corina Perry era una mujer muy anciana que también impartía Historia, amaba las letras y todo lo que tuviera que ver con el pasado. Además, le gustaba dar clases. Odiaba hacer exámenes y por esa razón no solía hacerlos, por lo que calificaba según los numerosos trabajos que mandaba a lo largo del curso.
Era viuda desde hacía muchos años y tenía un solo hijo que vivía en Los Ángeles, al cual iba a visitar siempre por Navidad, faltando a las semanas posteriores. Por otro lado, le atraían las cosas paranormales, por lo que en sus clases solía declinarse hacía las quemas de brujas y demás hechos turbios de la historia, razón por la que muchos alumnos le tomaban el pelo. Cosa que ella aceptaba con humor.
La puerta se volvió a abrir dejando paso a un chico de pelo castaño dorado, cuyo flequillo le tapaba un poco sus ojos verdes. Me sacaba dos años y, aún así, estaba en mi curso. No es que se hubiera dejado asignaturas sueltas, sino que, durantes dos años, había dejado de acudir por completo al instituto. Hecho que sus ricos padres no tardaron en cubrir con más dinero. Era hijo único, su padre era muy estricto y se dedicaba por completo a su empleo, su madre le ignoraba. Prácticamente vivía solo.
Se llamaba Ian Smith. No había chica en el instituto que no hubiera salido con él, se dedicaba a buscar nueva compañía cada día aunque a mí parecía haberme respetado. No era de extrañar que tuviera tanto éxito, era guapísimo y alto, perfectamente podría haber sido modelo, porque se mantenía en forma.
Tiró la mochila junto a su pupitre, que se encontraba en la fila central justo en el medio de ésta, y se desplomó en la silla, apoyando la barbilla con la superficie de la mesa. Las dos chicas soltaron una risita y juntaron las cabezas dándole la espalda para comenzar a cuchichear por lo bajo.
Cerré el libro de texto y fijé la mirada en el exterior, en la cancha de baloncesto que ya se encontraba completamente mojada. Desde ahí pude ver en diagonal la entrada principal, por la que ya comenzaban a entrar los demás alumnos, algunos refugiados en sus paraguas y otros corriendo cubriéndose las cabezas con sus americanas color verde.
-Eh, tú… La rubia…-dijo Ian incorporándose e inclinándose con la silla hacia atrás.
-¿Qué?-respondí cortante.
Ahora las dos chicas nos miraban con curiosidad, sin tratar de disimular lo más mínimo.
-¿Has hablado con Justin?-me preguntó reprimiendo un bostezo mientras se aflojaba un poco la corbata.
-¿Debería?-el escepticismo había tomado mi voz sin poder evitarlo.
Se encogió de hombros y apoyó de nuevo la cabeza contra la mesa.
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Breyo_lyn
Brujo
Breyo_lyn



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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 12:49 am

no puedes dejarme asi!!!!

no es justo!!!!!

segui, porfa!!!!!

besssoosss
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Emilie
Hada
Emilie



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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 12:50 am

jajajaja oki!!!! siento haberme olvidado de subir, pero he estado muy ocupada!!!

Justin Hall era su mejor amigo y el que había ocupado mi antigua casa al mudarse con sus jóvenes padres desde San Diego bastantes años atrás. Tenía la misma edad que Ian y, casualmente, había dejado los mismos años sin hacer. Lo que me extrañaba era que sus padres lo hubiesen permitido y pagado.
Charlotte y Christopher eran muy amigos de Tom. También tenían dinero, no tanto como la familia Smith, pero sí un buen pellizco. Lo que pasaba era que no eran de ese tipo, parecían una familia bastante estricta en lo referente a los estudios.
A Justin lo conocí varios meses después de lo de Ellen y jamás habíamos mantenido una conversación normal. Nos pasábamos el día discutiendo en cuanto podíamos y, aunque las cosas se habían tranquilizado un poco, no nos hablábamos más que lo estricto. Aquella era la razón por la que me había extrañado la pregunta de Ian.
Sin darme cuenta, lancé una mirada a la pulsera de plata de mi muñeca izquierda. Charlotte me la había regalado de niña y desde aquel día, en toda fecha importante, me regalaba una figurita para que la colgase de ella. De cierta forma, se había ocupado de mí como una verdadera madre y yo no me había negado a aceptarla.
Mi reloj marcaba ya las ocho menos diez, aquellos tres cuartos de hora se me habían pasado realmente rápidos. De golpe comenzaron a llegar mis demás compañeros y los pasillos se llenaron de conversaciones, incluida nuestra clase, hasta que, finalmente, Justin entró en el aula seguido de la señora Perry.
Tomó asiento y le dirigió unas palabras a su amigo, que levantó la cabeza y miró a la profesora, como si tuviera la intención de prestar atención por primera vez en su vida.
-Buenos días. Sentaos, por favor.-habló Corina colocándose sus gruesas gafas de pasta negra, que le hacían enormes sus ojos castaños.- Supongo que os habéis fijado en los libros que hay sobre vuestras mesas. Bien, pues no los dejéis a un lado porque ahora son vuestros. Le pedí al conserje que los repartiera el viernes por la noche, dando igual a quién tocase cada uno. Lo que quiero es que con esto comencemos el nuevo tema: la magia en la literatura.
Se colocó delante de su mesa mirándonos, apoyando sus pequeñas manos sobre ella y sonriendo.
-Desde el principio de los tiempos se cree en la magia. Por ejemplo, hace muchos años se creía que la desaparición del sol cada anochecer era algo mágico, sin explicación alguna. A partir de cierto punto de la historia, en la literatura se empieza a plasmar todo esto. Comienzan a escribirse leyendas sobre espadas mágicas o mitos antiguos irrealistas. Los hechos que no se pueden explicar los relacionan de manera inevitable con la magia, como los poderes que emplean los héroes para vencer a sus enemigos. Ahora están muy de moda este tipo de novelas; seguro que vosotros tenéis alguno de estos libros en vuestras estanterías, aunque sea de cuando eráis más pequeños.-explicó.- Lo que quiero preguntaros es, ¿existe de verdad la magia?
-Está claro que no…-rió alguien de la primera fila.
-¿No? Y, ¿por qué, señorita Walker?-se interesó la profesora.
Anna Walker sonrió y se puso recta en su asiento. Era la misma chica que antes me había saludado y se había mostrado interesada por Ian.
Antes de que pudiese responder, Lisa entró en clase. Su impresionante melena negra estaba perfectamente peinada, al igual que su flequillo, pero sus rosadas mejillas dejaban ver que había estado corriendo para no llegar demasiado tarde.
Le entregó una nota a Corina y se sentó junto a mí, resoplando.
-¿Y bien?
-Bueno, porque eso es un cuento de niños. Todo existe desde la ciencia, lo demás son invenciones. Además, si la magia existiese, sería algo público, ¿no?
Un murmullo de aprobación recorrió la clase, hasta que Ian le respondió sin pedir permiso previo a Perry, a la que no pareció importarle la pequeña charla que se iba a instalar entre los alumnos.
-Claro que no sería algo público, Anna. Ten en cuenta que antes la magia era algo malo. ¿O es que no escuchaste cuando nos habló de las quemas de brujas?
-¡Muy bien! Eso es lo que quería. Entonces, ¿usted cree en la magia, señor Smith?-exclamó la anciana con un brillo especial en la mirada y comenzando a andar por la clase.
-Por supuesto, todo puede ser. Seguro que existe, pero que, por razones de seguridad, se mantiene escondida.
-Anda ya, Ian. Deja de hacer el tonto.-se quejó el chico que se sentaba delante de mí.
-Es verdad. Mira, si no existiese… ¿De dónde habrían sacado todas esas historias los escritores? La imaginación llega hasta cierto punto.
-La señorita Walker y el señor Smith han expuesto sus ideas con buenas realidades que las apoyan. Ella cree en la ciencia y él se basa más en la literatura y la historia.-interrumpió Perry sentándose y haciendo callar a todos.- La fantasía no lo es para siempre. El ser humano tiene la capacidad de crear lo que se propone y si alguien se inventa algo, otra persona de cualquier parte del mundo se esforzará por hacerla realidad. La magia no sólo son poderes, sino también cosas inventadas capaces de hacer cosas impresionantes. Un ejemplo claro es Julio Verne, sobre el que hablaremos más adelante.
-Vais a hacer un trabajo por parejas que se entregará al final del tema como examen. En las clases os sentaréis juntos. Uno deberá apoyar la existencia de la magia basándose en los datos históricos y cogiendo como ejemplo libros como el que os ha tocado. El otro le llevará la contraria utilizando todo lo que necesite, pero, por favor, no comencéis a traer cosas raras. Presentaréis ante la clase un diálogo sobre el tema en voz alta y otro escrito para mí. Vosotros mismos decidiréis quién ha ganado.-resumió con rapidez.- Según os nombre, cambiaros de sitio.
-Anna Walker, en contra, ponte con Richard Peterson.
La chica se levantó y se colocó junto a él al final de la sala, cargando con su archivador y el libro. Durante los siguientes cinco minutos continuó haciendo parejas hasta que, al final, llegó a mí.
-Emilie Hudson, estarás en contra, ¿de acuerdo?-fijó la vista en su lista y pasó el dedo varias veces por los nombres. De alguna manera supe cuándo se iba a detener y por ello me mordí el labio inferior. Finalmente, se detuvo en el que iba delante de mí.- Justin Hall, estará a favor. Aprovechando el viaje, Ian Smith, ponte donde la señorita Hudson y haz el trabajo con Lisa Yang. Usted a favor.
Una mueca de asco se puso en mi rostro cuando hice lo que me ordenaba. La clase estaba llena de murmullos y eso no ayudaba mucho. Todo el mundo, incluida Corina, sabía que no podíamos estar juntos y menos para hacer un trabajo. Éramos como el agua y el aceite.
Me senté en el sitio de Ian y esperé a que Perry acabase.
-Espero que haya una tregua, al menos en Literatura. -comentó él cerrando los libros al comprobar que ya iba a sonar el timbre.
Suspiré y me incorporé sin contestarle. Iba a tener que armarme de paciencia.
* * *
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Ain Lightwood
Nefilim
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MensajeTema: re:Las lagrimas de la inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 6:15 pm

Muy bien Emilie!!!

Cuando puedas sigue, ok?
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Breyo_lyn
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeSáb Nov 28, 2009 8:11 pm

wow!!!

q pasara???

jeje

segui!!

bessoss
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Emilie
Hada
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Nov 29, 2009 5:44 pm

Para hacer mayor mi mal humor el timbre sonó con retraso, a las cuatro menos cuarto, por lo que, sin ni siquiera despedirme de Lisa, salí corriendo tras entregarle la hoja completa al profesor de Química. No me importó que continuase lloviendo ni me preocupé de ir cerca de los edificios para evitar mojarme; tenía demasiada prisa como para fijarme en eso, pues eran seis las manzanas que me separaban del trabajo de Tom.
Al fin me detuve ante el gran portal del edificio gris y entré cuando el portero me abrió la puerta con una sonrisa y dándome la bienvenida. El gran hall estaba transitado por muchas personas, en su mayoría empresarios, que iban de un lado a otro con sus maletines negros. Los recepcionistas daban información a dos hombres que, vestidos de negro, preguntaban por una empresa en concreto.
Pulsé el botón del impresionante ascensor transparente y esperé. Poco a poco más personas se unieron a mi espera hasta que las puertas se abrieron y todos entraron de golpe, incluidos los hombres que habían estado informándose minutos antes.
Tras detenernos en varios pisos inferiores, me quedé sola con ellos. Imponían tanto que me vi obligada a agachar la cabeza. Los dos emanaban una extraña fuerza pese a que no hacían nada extraño. Estaba deseando llegar al despacho de mi padre.
Las puertas se abrieron en la planta inferior a la que yo había marcado, dejando ver una especie de galería de arte. A penas había tres personas en ella, aunque parecían importantes, y un guardia que miró con confianza a mis acompañantes. Para mi sorpresa, de uno de los portales, apareció un grupo escolar bastante grande formado por niños pequeños que no debían de superar los ocho años. Las dos profesoras iban pasando lista mientras se dirigían al ascensor, preparadas para bajar hasta el recibidor y subir al autobús amarillo que antes había visto aparcado frente a la puerta.
Noté que alguien me agarraba de los brazos y me cogía después del cuello con gesto amenazante, obligándome a entrar en la galería a rastras. Agarré el brazo de mi atacante, pero por mucho que me esforcé no logré que me soltara.
Sin que me diese cuenta, el guardia se había unido a los dos hombres y comenzado a gritar órdenes a los presentes. Todos se tiraron al suelo sin decir nada. Alguno de los niños comenzó a llorar y las mujeres se esforzaron por hacerle callar, temerosas de lo que pudiese ocurrir.
El pánico comenzaba a apoderarse de mí. Si todavía no habían robado ninguno de los caros cuadros ni quitado las carteras a los presentes significaba que no eran simples ladrones. Y eso me preocupó aún más.
-Estate quieta, preciosa, no vaya a ser que me tenga que deshacer de una chica tan guapa.-me susurró al oído el hombre, acariciándome el pelo que me llegaba hasta más allá de la mitad de la espalda.
Me revolví haciendo caso omiso de su amenaza, lo que me valió un buen golpe en la espalda.
Observé que un chico joven se acerba a una de las profesoras y la hacía incorporándose, mientras a ésta comenzaba a escapársele las lágrimas. Me acababa de meter en un buen lío, o, mejor dicho, en un secuestro en toda regla.
Escuché el ruido del ascensor y deseé que nadie más tuviera que unirse a nuestro cautiverio, pero, por la forma en la que reaccionaron todos, supe que no era así. Justo antes de que el hombre que me mantenía como escudo me hiciese girar para poder ver a los dos recién llegados, observé el letrero en el que ponía el nombre de la galería y el de su dueño: Charles Martin Smith, padre de Ian.
No me atreví a abrir los ojos hasta minutos después, conservando la esperanza de que nadie conocido se metiese en todo eso. Fallé. Como me había temido, tanto Justin como Ian estaban allí. La parejita feliz se había metido en mi secuestro. Los rostros de ambos pasaron por distintas emociones: sorpresa, enfado y, al verme allí, llena de terror, de nuevo sorpresa.
-Muy bien, chicos.-se adelantó Ian con seguridad.- ¿Por qué no dejamos a estas personitas y charlamos?
-Al fin. Qué bien, dos por uno.-comentó el guardia.- Las cámaras están desconectadas, hay quince minutos.
-Ellos fuera.-sentenció Justin señalándonos con la cabeza.
-Nunca os ha importado el público.
La duda se había pintado en los extraños ojos negros del chico que sujetaba a la sollozante profesora.
-Con la edad uno se vuelve más tiquismiquis.- Ian trataba de aparentar indiferencia, o eso creía, pues no lo lograba pese a que lo hacía mucho mejor que su amigo.
No entendía de qué hablaban, pero estaba claro que se conocían de antes. Respiré hondo, tratando de serenarme.
-Está bien.
De golpe me vi libre y no dudé en correr hasta el ascensor. Los dos que había en el edifico estaban parados en ese piso y me apresuré a coger el que no estaban ocupando el resto de escolares y hombres. Antes de pulsar el botón que me llevaría hasta mi padre, dirigí una mirada a los cinco que se iban a quedar allí.
El brazo por el que me había agarrado el hombre me dolía, pero me limité a actuar como si no hubiera pasado nada.
Mi padre estaba a punto de llamarme cuando me presenté en su despacho. Traté de poner buena cara y decidí no contarle lo sucedido, pues sentía que no debía hacerlo.
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Nov 29, 2009 8:23 pm

wow!!!

sos de dar muchas vueltas a la trama???porq esto no me lo esperaba!!!

para nada!!!

q romantico!!!

espero q lo aprecie!!!

aunque me parece sospachoso... Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_scratch

esta es una historia magica o realista???

segui!!!no me dejes asi!!
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Nov 29, 2009 8:26 pm

jajajaja es una historia fantastica Smile me alegro de q t guste, en cuanto pueda os cuelgo otro trozo!
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Nov 29, 2009 8:31 pm

oka!!1 Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_bounce Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_bounce Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_bounce Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_cheers

pero pronto eh!!!
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MensajeTema: re:Las lagrimas de la inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Nov 29, 2009 10:34 pm

Esta muy bien Pili!!!!!
Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid
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MensajeTema: re:Las lagrimas de la inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Dic 27, 2009 7:35 pm

Publica plis, Pili!
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Dic 27, 2009 7:37 pm

-II-
Los días siguientes pasaron sin ninguna novedad. Ni Justin ni Ian me ofrecieron una explicación sobre lo sucedido, pero tampoco hubo ninguna noticia en los periódicos refiriéndose a la galería. No sabía qué podían haber hecho para hacer que hasta los escolares se mantuviesen en silencio. Normalmente no me hubiera interesado, pero necesitaba saber la verdad.
En mi brazo no tardó en aparecer un doloroso moretón, que, siendo ya diez de diciembre, continuaba como el primer día. Me dolía al escribir y hacer cualquier movimiento, por lo que cada vez me costaba más esconder mi malestar.
-Con esto se acaba todo. Podéis empezar a hacer el trabajo, os dejo tiempo para que os organicéis.-nos dijo Corina sentándose y comenzando a escribir en su cuaderno.
Tomé el bolígrafo echándole una última mirada al reloj, todavía quedaba un cuarto de hora para poder marcharme a casa. Comencé a copiar lo que había escrito en la pizarra, sin poder evitar morderme el labio inferior por el dolor.
-Trae, ya lo copio yo.-se ofreció Justin al verme.
-No, déjame.
Resopló y se dio un suave cabezazo contra la mesa en señal de desesperación. No le había dirigido la palabra en ninguna clase y sabía que le ponía de los nervios. Prefería que discutiéramos a horas y horas en silencio.
-Si vamos a tener que estar sentados juntos una hora todos los días será mejor que nos llevemos bien.
-El día en el que tú y yo nos llevemos bien será el fin del mundo.-contesté levantando la vista hacia el encerado para memorizar la siguiente frase.
-¿Ni siquiera quieres saber qué es lo que pasó en la galería? ¿Ni cómo pudo hacerte tal moretón ese hombre sin que lo notases?-insistió lanzando una mirada a mi antebrazo.
Dándome cuenta de que se me veía, me puse de nuevo la americana y continué a lo mío.
-Te lo voy a contar, así que tu respuesta no me importa.
Suspiré y dejé el bolígrafo encima de la mesa.
-No quiero saberlo.-mentí tratando de sonar cortante.- Ahórrate las molestias.
-Yo tampoco quiero que lo sepas, pero estoy obligado.
Alcé la mirada y la clavé en él, tratando de averiguar a qué se refería. Sus profundos ojos azules estaban fijos en mí, sin dar ninguna pista sobre lo que pensaba.
-Por favor, Emilie, escúchame por una vez.-me pidió al ver que no respondía.
Negué con la cabeza y seguí escribiendo.
-Eres exasperante.-se quejó enfadado, volviendo a lo suyo.
Pasamos unos minutos en silencio hasta que no pude más. La curiosidad podía conmigo y no perdería nada por ver lo que me contaba.
-Está bien.-cedí a regañadientes.
Una sonrisa pasó fugazmente por su rostro.
-¿Cuándo quieres saberlo?
-Ahora.-no estaba dispuesta a que, encima, me hiciese esperar.
-La paciencia no es lo tuyo, ¿eh? Ahora no es buen momento. Cuando haya menos gente.
Fruncí el entrecejo. ¿Qué importaba la gente? Parecía que me iba a contar un secreto de estado en lugar de darme una explicación de quiénes eran los secuestradores.
-Hazme caso, así es mejor.
Asentí imperceptiblemente y dejé la mente en blanco, tratando de apartar todo de mi cabeza.
-Te lo advierto: quiero sacar buena nota en este trabajo, así que hazlo, ¿quieres?
Puso los ojos en blanco y comenzó a trabajar obedientemente.
Momentos después sonó el fuerte timbre. Todos los alumnos saltaron de sus sillas y comenzaron a hablar mientras recogían; los más rápidos comenzaron a dar empujones para llegar a la salida cuanto antes y estas en la calle un tiempo antes de ir a sus casas.
Ian se acercó corriendo, arrastrando a Lisa del brazo. Ella parecía enfadada y trataba de librarse. Ni siquiera había podido coger la mochila como su compañero y no cesaba de murmurar por lo bajo, cosa que el chico ignoraba.
-Justin, esta tarde no voy a poder ir.-dijo sonriente.- Tengo que hacer cierto trabajo con cierta señorita.
-¡He dicho que podemos hacerlo por separado!-gritó ella.
-No creo que me dé tiempo de ir. Llama a Will o a Alex, ellos sí van.
-Ah, claro. Bueno, pues ¿nos vamos, chinita preciosa?
-¿Por qué no la dejas, Ian? Está claro que no quiere ir contigo.-salí en ayuda de mi amiga.
-Tonterías- Si vamos a ir a comer algo y a hablar largo y tendido, ¿a que sí? Venga, que yo invito.
Alargó el brazo y cogió las cosas de Lisa, después salieron del aula dando un par de traspiés y sin dejar de hablar e interrumpirse mutuamente. Negué con la cabeza y cerré la mochila, me la cargué al hombro y cogí mi carpeta.
Salí al pasillo acompañada de Justin y esperé hasta que comenzó a hablar, pero no lo hico hasta que estuvimos en la calle caminando con lentitud.
-Es algo complicado… Primero te tengo que contar una historia y no quiero interrupciones por muy raro que te parezca.
-Que sí…-estaba comenzando a perder la paciencia.
Se revolvió el pelo con nerviosismo y se metió las manos en los bolsillos.
-“Hace mucho tiempo, la raza de los hombres estaba dividida en dos clases. Muchos de ellos tenían dones mágicos, los demás carecían de ellos pero se respetaban mutuamente e incluso trazaban lazos amistosos y amorosos entre ellos. Cada clase tenía un rey o una reina que velaba por cada grupo. El rey de los que carecían de dones era un joven llamado Ashler al que, para encontrarse en la misma situación que la representante de las personas con dones, se le entregó una Lágrima de la Inmortalidad que le dio la vida eterna. Sin embargo, era reina la de los que poseían dones. Una bella muchacha de catorce años, inmortal de por sí, llamada Latitia. No solía haber problemas entre las dos clases, pero en el caso de que los hubiese los reyes con sus cortes mediaban para no hubiera problemas mayores.
>>Todo fue bien hasta que, un día, a Ashler le robaron la Lágrima de la Inmortalidad y se acusó a Latitia y a sus consejeros de intentas acabar con el líder de los mortales para poder gobernar a todos. Debido a esa acusación sin ninguna prueba, se ocasionó la guerra. La reina se vio obligada a desaparecer como medida cautelas pese a que todos sabían que el verdadero ladrón había sido el General Militar del mismo rey. Durante las batallas que siguieron a la desaparición de la joven, murieron muchas personas, pero sin la presencia de Latitia sus aliados estaban perdidos. Así fue, el rey ganó la guerra y mandó quemar en hogueras a todas las brujas, como las llamaba él, pues sus consejeros le habían advertido de que era posible que Latitia se ocultase como una más entre sus súbditos. Ashler, al no disponer de la inmortalidad, murió de anciano, y los hombres, mágicos o no, se quedaron sin nadie que los gobernase. Los mortales, por miedo a ser dominados, mataron a sangre fría a todos aquellos que tenían dones… O eso creían. Bastantes fueron refugiados por mortales que estaban en contra de la matanza y gracias a ellos los dones no desaparecieron. Los magos se integraron de nuevo en la sociedad ocultando sus dones mágicos para no ser eliminados.
>>Pero algunos de los magos refugiados ansiaban venganza contra los mortales y formaron un grupo. Solo deseaban hacerles sufrir por todo lo que les habían hecho a sus antepasados. Temiendo lo que pudiesen hacer, los que no deseaban otra guerra, se opusieron y lucharon contra ellos. Durante siglos ambos grupos mágicos se fundieron en interminables batallas a espaldas de los mortales, quiénes, poco a poco, olvidaron la magia y la convirtieron en un cuento de niños. Sin saber que seguía existiendo y que, mientras unos velaban por su seguridad, otros intentaban eliminarles.
>>El mundo mágico quedó refugiado de los hombres por miedo a que acabasen con las exóticas creaciones que allí había, pero dejaron puertas de conexión. Había muchos enlaces en todos los países del mundo, pero sólo algunas estaban abiertas. Sólo algunas están abiertas”.
Abrí la boca para decir algo, no obstante, hizo un gesto con la mano para que le dejase seguir.
-Eso es lo que explica más o menos lo que sucedió en la galería. Yo e Ian de un bando y los tres hombres del otro, ¿no te suena? A esos tres los conocíamos de hace tiempo, porque nos los habíamos encontrado en otras ocasiones… La historia que te he contado es la antigua, la que ha pasado de generación en generación por todas las familias relacionadas con los dones.
Me esforcé en mirarle. Me estaba tomando el pelo de una forma demasiado seria y que no tenía ninguna gracia. Se lo debía de tener preparado de antes, pues no era normal todos los detalles que me había dado según hablaba.
Sabiendo lo que pensaba, se paró y alzó una mano cerca de mi rostro. Sin esperármelo, una llama pequeña apareció en ella y comenzó a moverse sin quemarle la piel. Me alejé un poco y le observé atónita; no parecía haber truco de ningún tipo.
-Tengo dones. Domino el fuego y las explosiones. Cuando quiero puedo quemar las cosas, pero eso no significa que no pueda controlarme.
No sabía qué decir ni qué esperaba que hiciera.
-¿Esto se lo… habéis contado a todos los secuestrados?-pregunté insegura.
-No, no se puede ir contando por ahí. Pero a ti te lo digo porque te lo tenía que contar antes o después, hubieses estado o no en la galería. Desde siempre el bando de los que luchan contra la venganza capta a niños pequeños con dones para educarles y para que, luego, si quieren, se unan a ellos.
-Yo no soy una niña pequeña.-aclaré.
Justin esbozó una sonrisa y comenzó a caminar.
-Te deberían haber cogido años atrás, pero también cometen errores. Y ahora ya te toca. Me han elegido como tu entrenador. Es decir, que debo enseñarte todo lo que sé y ayudarte con tus dones.
-Pues dile a quien sea que se ha equivocado. Yo no tengo esos “dones”, ni tampoco los quiero. Estoy bien así.-negué.
-Si no se aprende a controlarlos llega un momento en que es imposible vivir con ellos.-murmuró enfadado ante mi cabezonería.
-Yo no hago cosas raras, ¿de acuerdo? Ni las haré. Hasta mañana.
Subí las escaleras de mi portal y me interné en él sin querer mirar hacia atrás. No pude evitar pasarme el resto del día pensando en eso hasta que por la noche me tumbé en la cama. Estaba convencida de que no lo había dicho en serio, incluso llegué a pensar que era un truco para el trabajo de literatura, pero… una vocecita en mi interior me decía que me fiara de él. Lo de la llama lo había visto con mis propios ojos y no perdía nada haciéndole caso. Quizá si fuera otra persona, pensé. No podía dar mi brazo a torcer con Justin y lo sabía muy bien.

* * *
siento el retrasoo!! pero entre las navidades y demas, y algunos trabajitos se me habia olvidado x completoo!! os pongo un buen trozo y prometo subir mas a lo largo del dia!! Smile
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Ain Lightwood
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MensajeTema: re:Las lagrimas de la inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Dic 27, 2009 7:47 pm

Gracias Pili!!

Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Affraid !!! Esta muy interesante!!!
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Emilie
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Dic 27, 2009 7:48 pm

me alegro de que te gustee!! Smile Smile Smile
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MensajeTema: re:Las lagrimas de la inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitimeDom Dic 27, 2009 7:52 pm

Una cosa dile a Claudia ke vuelva. OK?
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MensajeTema: Re: Las Lágrimas de la Inmortalidad   Las Lágrimas de la Inmortalidad - Página 2 Icon_minitime

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