El Gran Brujo de Brooklyn y el cazador de sombras (capitulo 6 y último)

Lo cierto es que Iglesia es macho, y ya es oficial
¿Que porque es oficial?
Pues porque le he mandado un email a Cassandra Clare y me ha respondido (sigo si creermelo)
Si quereis verlo lo he puesto en el tema que abrí: Iglesia ¿macho o hembra? y también lo he puesto en el club de fans de presi.

Ya he subido el capitulo, a ver que os parece...

yo ya lo he leido me encantaa

Me alegro de que os guste el de presi (suponed que aquí hay un emoticono que no para de dar saltitos)
El proximo de Malec (el capi 3) los subiré viernes o sabado, porque he tenido que modificar un par de lineas en las cuales hacia refencia a Iglesia, pensando que era chica...Pero no ha afectado para nada al cap.

oooo me encanta tu fic!!!!! estoy deseando que continues!!!

Gracias a tod@s, me alegra que os guste, lo único es avisar de que este capitulo es el más largo que he escrito hasta ahora, en el Word me ocupó de la página 9 a la 16...
Espero que os guste!



Claro que Alec recordaba aquella noche el la que Magnus le salvó la vida, aquel día en particular figuraba en sus listas de los peores y de los mejores días de su existencia. Es cierto que casi lo mataban, que estuvo apunto de morir… pero los acontecimientos que esto desencadenó merecieron la pena.

Las imágenes acudieron a su mente si ser llamadas y lo recordó todo, no como si hubiera sido ayer, sino como si acabara de suceder.



(((Aquí voy a contar lo que sucedió la noche en que por poco un demonio mayor mata a Alec, y en particular y concretando un poco más, lo que sucedió entre Alec y Magnus esa noche, que he hecho que fuera la primera vez que ellos dos…que ellos… bueno ya lo veréis…)))



Negro, todo era negro, todo lo veía negro…No. No veía nada, que era distinto. Tenía los ojos cerrados y le ardía todo el cuerpo, en particular destacó el dolor de cabeza que sentía y el de la zona del estomago, como si le hubieran hecho alguna herida importante y esta estuviera cicatrizando lentamente.

Tumbado. Entre la poca información que pudo procesar la mente le llegó esta, estaba tumbado en una cama. ¿Su cama? No, no se encontraba en su habitación. ¿En la enfermería? Si, no sabía porque aquello si que le encajó, el dolor de cabeza, la sensación de tener una profunda herida en el pecho y sentir el cuerpo todo echo polvo… No cabía duda de que eran los síntomas posteriores de una pelea.

Entonces lo recordó todo y un torrente de imágenes invadió su dolorida mente.

Valentine vivo. La Copa Mortal. Trayecto en furgoneta. Madame Dorotea. Conversación. Consiguen la Copa. Portal abierto. Demonio Mayor. Pelea. Miedo. Dolor. Jace en peligro. Estúpida heroicidad. Mucho dolor. Gritos. Silencio. Otra vez en la furgoneta. Gritos. Mucho dolor. Mucha sangre. Su sangre. Y después todo se volvía negro.

Poco a poco, mientras rememoraba cada vez con menos esfuerzo lo sucedido, se dio cuenta de que el dolor de cabeza se había ido. Seguían doliéndole todos los huesos del cuerpo, pero el nefilim se encabezonó en tratar de incorporarse.

Logró a medias su propósito: se incorporó unos pocos milímetros, pero después se dejó caer en la cama, incapaz de soportar el peso de su cuerpo.

Notó que había alguien más en la habitación, notó como quien quisiera que fuera el que estaba allí dentro se había acercado hasta su cama cuando percibió que el nefilim se había despertado. Picado por la curiosidad decidió abrir los ojos para ver quien se encontraba allá dentro junto a él. ¿Sería Jace? ¿Izzy o Clary? ¿O puede que sus padres ya hubieran vuelto de Idris? No sabía cuanto tiempo llevaba allí.

Poco a poco, con un supremo esfuerzo y transfiriendo todas sus fuerzas a sus parpados consiguió abrirlos. La luz de la bombilla entró a raudales por las dos finas rendijas que se abrieron en sus ojos. Parpadeó, confuso. Veía borroso. Y también veía que había una alta figura cerca de su cama que lo observaba con curiosidad, a pesar de que algo dentro de su mente le decía que conocía sobradamente al tipo que se encontraba de pie a un par de metros de él no lo pudo reconocer, por eso se sintió obligado a musitar:

?¿Qui-quien eres? ?las palabras salieron firmes, pero débiles y forzosas de su garganta, dirigidas a la persona que no le quitaba el ojo de encima.

?Vaya…y yo que me enorgullecía de haberte curado, de que estuvieras sano y salvo…y ahora va y resulta que hay algo que no funciona como debería allí dentro ?señaló con un acusador dedo su cabeza?, porque es la única explicación que se me ocurre para que no me recuerdes ?la familiar voz, aunque un poco acusadora, destilaba cachondeo y buen humor por los cuatro costados, y una vez acabó de hablar obsequió al nefilim con una encantadora y divertida sonrisa.

?Magnus Bane ?dijo Alec por toda respuesta reconociendo al mago a su vez y devolviéndole la sonrisa.

?Mmmm…?dijo el mago con una perversa sonrisa? veo que me recuerdas. ¿Qué tal te encuentras?

?Perfectamente ?le respondió Alec, consciente de que todos sus huesos no paraban de quejarse.

?Hagamos una cosa nefilim, voy a hacer como que me creo lo que acabas de decir ?dijo el mago, que parecía tener un persistentemente buen humor.

Alec examinó con sus cada vez más despiertos ojos a Magnus. El alto brujo de penetrantes ojos verdes que no se separaban de él ni un momento con pelo oscuro surcado de mechas multicolores, que habrían quedado ridículas a cualquiera, pero que a Alec le encantaba como lucía el brujo…

Espera, ¿qué? En ese momento el nefilim reparó en las ropas del Magnus, de hecho, la razón por la que no había reparado antes en ellas era por que eran todas negras. ¿Magnus Bane de negro? ¿Magnus Bane vestido todo de un mismo color? Se planteó seriamente si no se habría dado un golpe en la cabeza más fuerte de lo que creyó en un principio…Pero no. Allí estaba, de pie, al lado de su cama, vestido todo de negro, como si fuera un cazador de sombras, además, no pudo dejar de pensar en lo bien que le sentaba, como se le ajustaba la camiseta marcándole los músculos, lo ceñidos que le quedaban los pantalones, resaltando todo lo que merecía la pena resaltar…

No sigas por ahí Lightwood…resonó una voz en su cabeza.

?¿Por qué vas todo de negro? ?le preguntó Alec, desviando la mirada de su escultural cuerpo y mirándolo a unos ojos verdes que no dejaban de ser hechizantes.

El mago se sorprendió por su pregunta, bajó su mirada y se miró, luego se encogió de hombros y le preguntó:

?¿Por qué te enfrentaste a un demonio mayor aunque sabías que acabarías así o peor?

?Buena pregunta ?le respondió Alec algo turbado por su inesperada pero acertada pregunta.

?Ya veo… ?comenzó Magnus pensativo? Por si te interesa, ahora estoy tratando de averiguar si lo que tienes es complejo de héroe o de suicida.

Alec rió divertido ante su comentario, pensando en lo fácil y placentero que era charlar con Magnus, no le importaría pasar toda la noche hablando con el brujo.

?Interesante teoría ?le dijo él?, y bastante acertada.

El mago se contentó con corresponder a su comentario con una sonrisa y seguidamente se hizo un placido silencio en la habitación, hasta que Magnus lo rompió.

?¿Alec? ?lo llamó, y el cazador de sombras deseó que aquel brujo le gastara el nombre.

?¿Qué pasa?

?Ahora en serio, ¿qué tal te encuentras? ¿Crees que podrías incorporarte un poco?

?Me duele todo el cuerpo, y supongo que no me dejarías levantarme de la cama aunque pudiera, pero creo que si, que puedo incorporarme ?contestó por toda respuesta.

?Genial, pues deja que te ayude.

Magnus se acercó hasta la cama decidido, sin quitarle los ojos de encima a Alec ni una vez. Cuando llegó a su lado y con toda la libertad del mundo (aunque Alec tuvo que admitir que no le importó lo más mínimo) pasó su brazo derecho por debajo de su espalda y tiró de él hacia arriba, suavemente, para no hacerle daño, hasta que el cazador de sombras pudo sentarse en la cama.

?Gracias ?le dijo Alec, una vez estuvo sentado con la espalda contra la cabecera de la cama.

?Oye nefilim, que no ha sido na…

?No me refiero a eso ?lo corto Alec?, gracias por salvarme la vida. Gracias

?Oh, eso…no hay de que, no tiene importancia ?respondió confuso el mago.

Alec apenas oyó la contestación de Magnus estando perdido como estaba en los malditamente hipnotizantes ojos del brujo. ¿Por qué empezaba a hacérsele tan difícil el despegar su mirada de aquellos ojos verdes? ¿Por qué demonios tenía que haber empezado a sentir una turbadora sensación en la boca del estomago? Por no hablar de la crecientemente e imperiosa necesidad que parecía aumentar por momentos de agarrar al mago por la negra camisa y atraerlo hacia él y…

TOOC TOOC TOOC

?¡Mierda! ?dijo Alec bajando de las nubes.

?¿Qué pasa? ?le pregunto el brujo divertido, el nefilim no podía dejar de reparar en lo cerca que seguía el mago de él? ¿No te apetece que nadie interrumpa nuestra conversación?

"No te haces idea de hasta que punto"pensó Alec, pero rápidamente pensó otra respuesta más adecuada que dar a Magnus.

?No, no es eso ?si, si, claro que es eso…? es que no quiero que se preocupen por mí, ¿tienes idea de la hora que debe ser? Ellos también estarán cansados y heridos, y lo último que necesito es tenerlos aquí toda la noche preocupándose por mí.

?Ohhh, que considerado por tu parte ?bromeo Magnus.

?Callate y cubre me ?le pidió Alec.

El mago que había avanzado dispuesto a abrir la puerta se detuvo a medio camino, a los pies de la cama de Alec, se giró y le lanzó una picara y pervertida sonrisa.

?¿Quieres que le busque el doble sentido a eso último que has dicho?

Alec no se vió capaz de contestarle, y volvió a hundirse entre las sabanas, en parte para ocultar el rojo bermellón de sus mejillas por culpa de el mago y por otro lado, para que quien fuera que estuviera llamando a esas horas pensara que seguía durmiendo. Le daba igual que fuera Jace, se sorprendió pensando, lo único que quería en ese momento era pasar tiempo a solas con el brujo y pensar, pensar en que podía haberlo llevado momentos antes a desear con unas ansias apenas humanas coger a Magnus y besarlo.

?¿Qué quieres? ?oyó decir a Magnus en lo que apenas fue un susurro, al parecer el mago le echaría una mano y le seguiría la corriente.

?¿Qué tal se encuentra Alec? ?preguntó la voz al otro lado de la puerta.

Isabelle.

No era Jace, por suerte, era Izzy.

?Bien ?oyó decir a Magnus, ahora más cerca, debían de haber entrado en la habitación.

?¿En serio? ?la voz de su hermana denotaba felicidad, alegría, euforia, alivio, y algo de reticente preocupación.

?Si, hará como media hora se despertó, me preguntó por todos vosotros, me dio las gracias por haberle salvado el culo y se volvió a dormir.

?Tipico de Alec, no le importaría pasarse la vida al borde de la muerte con tal de que Jace y yo estuviéramos a salvo. ¿Puedo quedarme por si vuelve a despertarse?

?Isabelle, tanto tú como tu hermano necesitáis descansar, y de ninguna manera voy a permitir que pases la noche en vela, aunque no tan malherida, tu estas tan cansada como Alec.

?Esta bien… ?sonó la voz abatida de su hermana? ¿Puedo darle un besito de buenas noches o prefieres hacerlo tu? ?apuntó sagazmente.

?Isabelle, largo ?sonó la fría y seria voz del mago.

Inmediatamente después de oír cerrarse la puerta Alec ya estaba incorporándose otra vez y sentándose en la cama.

?Ya está, ¿contento? ?le dijo el mago volviendo al lugar al lado del nefilim en el que se encontraba antes de que los interrumpieran? ¿no piensas agradecérmelo?

?Si ?respondió cansinamente Alec? pero que conste que él que ha decidido utilizar argumentos tan contundentes y que ha echado de aquí a mi hermana sin ningún miramiento has sido tú.

?¡Porque me lo has pedido!

?Pero tú has decidido hacerme caso…

?Anda calla y déjame sitio… ?le dijo Magnus, mientras lo apartaba a un lado de la cama y se sentaba a su izquierda? no voy a dejar que acapares el único asiento cómodo de esta habitación.

El mago se acomodó en la cama al lado de Alec, muy pegado a Alec, el nefilim pensó que puede que incluso demasiado. Porque estaba el hecho de que no sabía si soportaría tener al brujo tan cerca, no sabía si podría resistirse o si por lo contrario acabaría bes…

?Te has desecho todo el pelo ?la voz de Magnus resonó interrumpido los pensamientos del cazador de sombras.

?¿Y… ?comenzó Alec, pero se detuvo al sentir la mano de Magnus acariciándole el pelo. "Que así no ayudas…" deseó gritarle Alec, consciente del esfuerzo que tenía que hacer para no estar pensando continuamente en lo mismo todo el tiempo, y sintiendo como los dedos del brujo alisaban su pelo.

Tuvo que contener las ganas de cerrar los ojos y dejarse arrastrar por la agradable sensación que le producía que el mago le acariciara el pelo. Pero se instó a mantener el autocontrol, y cuando la mano del mago abandonó su pelo, Alec clavó la mirada en los ojos del brujo y dijo lo primero que se le pasó por la cabeza para así cambiar de tema.

?¿De verdad he estado tan cerca de…? ¿En serio he estado tan cerca de…ya sabes, de morir?

?No te haces una idea de hasta que punto. Ha faltado muy poco, has estado muy cerca…

?Hugg…la verdad, me preocupa que se enteren mis padres, deben estar apunto de volver de Idris ?le dijo Alec sabiendo que era cierto.

?Espera, ¿te preocupa que se enteren de que Jace, Clary, la rata esa, Isabelle y tú os habéis enfrentado a un demonio mayor que por poco te mata o te preocupa que se enteren de que eres gay?

?Las dos cosas ?le respondió Alec sin pensar.

Apenas milésimas de segundo después de contestarle a Magnus su celebro procesó enteramente las palabras del mago, y el nefilim cayó con horror en la cuenta de lo que le había dicho al mago.

?¿¡Espera, que!? Se puede saber que te hace pensar que yo… ?pero no se esforzó en tratar de negarlo siendo que acababa de admitirlo, por eso el dijo? ¿Tanto se me nota?

?Pues hombre, ?le respondió el brujo con tono tranquilizador? notarse no se nota mucho, quiero decir que no salta a la vista…Pero por ejemplo…lo del rubio ese… y además he visto como me miras…

?¡Yo no te miro! ?chilló Alec, asegurándose de que sus palabras fueran minimamente creíbles.

?Oh, si. Ya lo creo ?dijo Magnus, la cabeza del cual se debía de haber acercado a la del nefilim en algún momento de la embarazosa conversación.

Alec no podía pensar. No podía pensar en nada que no fuera ese mago, no podía pensar en otra cosa que en besar a Magnus…La idea de sentir los labios del mago contra los suyos era tan tentadora…

Por eso cuando el cazador de sombras fue consciente de que los labios de Magnus se habían acercado a los suyos se le paró el corazón.

El Gran Brujo de Brooklyn estaba prácticamente encima de él, Alec podía percibir cada detalle de su perfecto y hermoso rostro, cada cambio de tonalidad de sus ojos, el embriagador perfume que desprendía…

El mago vaciló tan apenas temiendo que el nefilim se le apartara, pero al ver que no hacía ademán de huir de él se acercó más a Alec y lo besó.

Al principio fue solo un roce, una suave y maravillosa caricia que para Alec fue el principio de un sueño. Segundos después sintió como los labios de Magnus dejaban de estar en contacto con los suyos y vió que el mago lo miraba fijamente, sus ojos ardían llenos de el mismo deseo que debían de destilar los de Alec.

El nefilim sucumbió finalmente e hizo lo que llevaba soñando toda la noche: alargó una mano hasta el cuello de la camiseta de Magnus y lo atrajo hacía si para que sus labios volvieran a encontrarse.

Aquello ya no fue un roce. Sus labios se encontraron, ávidos y sedientos el uno del otro se besaron apasionadamente olvidándolo todo. Alec sintió que los labios de Magnus se abrían y noto como la lengua del brujo acariciaba su boca; abrió él también la boca sintiendo en el estomago como si se precipitara desde un ascensor en un décimo piso. La lengua del mago, tan ávida, insaciable y juguetona estuvo peleando con la de Alec lo que a él le parecieron gloriosas horas.

Alec alargó el brazo para atraer al mago por la cintura, para tenerlo más cerca de él. Necesitaba tenerlo más cerca, más cerca, más…

TOOC TOOC TOOC

?¿Magnus? ?la voz que sonó a través de la puerta era terriblemente familiar para el nefilim.

Era Jace.

?Supongo que con este si querrás hablar ¿no? ?le dijo Magnus con expresión seria.

Alec vaciló solo unos segundos durante los cuales la llamada a la puerta volvió a repetirse. No se lo pensó más, se volvió a acercar al mago con clara intención de besarlo. No pilló a Magnus por sorpresa pero este no se apartó. Lo besó, enredando sus dedos en el pelo del brujo y su lengua con la de él. Volvieron a llamar a la puerta y se separó de Magnus.

?¿A ti que te parece? ?le dijo Alec, contestando a su pregunta. Segundos después enterró su cabeza entre las sabanas y fingió lo mejor que pudo que estaba dormido.

Se hizo el silencio en la habitación.

Alec sabía que el brujo seguía a su lado, pero se sobresaltó un poco al notar como los labios de Magnus susurraron a su oreja:

?Tu ganas nefilim, pero por Lilith, si queda alguien en este edificio que aun no haya venido a verte dímelo, o tendrás un problema si decide entrar sin llamar y ve algo que tú prefieres que no se sepa.

Alec abrió los ojos y le brindó a Magnus una sonrisa de agradecimiento.

El mago le revolvió el pelo cariñosamente y se dirigió a grandes zancadas a la puerta ante la insistente cuarta llamada.

?¿Qué pasa? ?sonó la enfurecida voz de Jace? ¿Qué con la edad has ido quedándote sordo?

?¿Cuándo llamas a casa de alguien y no abren la puerta porque crees que suele ser idiota? Lo último que necesita vuestro amigo es a todos vosotros encima de él. Estaba bien, gracias a mí, por cierto. Así que si no te importa dime que es lo que quieres y largate.

?Solo quiero saber como esta, y yo que tu iría con cuidado de a quien insultas subterráneo ?le replicó Jace enfadado.

?¿Y a quien he insultado? ¿A un niñato egocentrista que se cree el centro del mundo?

?Aun no se ha demostrado que no lo sea ?le dijo Jace burlón.

?Mira Jace, vete a la mierda siempre y cuando ese lugar quede bastante lejos de esta habitación. Largo.

Y sonó un fuerte portazo.



Alec se volvió a incorporar de la cama, divertido por la conversación que acababa de escuchar y sin poder parar de sonreír.

?¿Estas celoso?

?Tu a callar ?le dijo Magnus que volvió al lugar donde estaba antes de que los interrumpieran.

?¿Y como vas a obligarme? ?le preguntó un sonriente Alec.

La expresión seria de Magnus finalmente desapareció, y el mago sucumbió ante cazador de sombras que no cesaba de provocarlo y lo besó apasionadamente.

Cuando las lenguas del Gran Brujo de Brooklyn y el cazador de sombras se desenredaron después de un largo beso, Alec susurró al oído del Magnus:

?Iglesia.

?Ya se que estamos en una iglesia ?le respondió Magnus, metiéndole su lengua hasta la campanilla en otro beso? pero digamos que hasta ahora eso no te ha importado.

?Eso ya lo sé ?le contestó Alec entre besos?. A lo que me refiero es a que Clary y Simon no están, y que quien faltaría por visitarme es Iglesia, nuestro gato.

?¿Teneis un gato?

?Sip ?contestó Alec volviendo a besar a Magnus.

?¿Y porque no me lo habías dicho? ?dijo Magnus mirándole con una fingida expresión ofendida? ¿Tienes idea de el tiempo que llevo buscándole un amiguito a Presidente Miau?

?¿Y que te hace pensar que camina por el mismo lado de la acera que su amo? Aunque con la de malas influencias que debe de haber tenido ese gato…

Magnus miró a Alec, sonriente, y lo besó fugazmente.

?Me refería a un amigo, solo amigo, además mantuve con mi gato esa conversación hace tiempo, pero gracias por preguntar. Además, fuera homo o hetero, seguro que estaría más dispuesto a salir del armario que tú.

Alec sintió como todo su cuerpo se ponía en tensión, se puso serio y le dijo a Magnus:

?Yo…tengo mis motivos.

?Lo se cariño ?le respondió dulcemente el mago?, coge todo el tiempo que quieras, se que es algo muy difícil. Además, mientras no estés oficialmente en el mercado no tendré que preocuparme de que me quiten el novio.

Alec abrió los ojos, sorprendido.

?¿Cómo me has llamado? ?le preguntó.

?¿Te molesta que diga que eres mi novio? ¿Te molesta que te llame así?

?Para nada, es solo que me costará acostumbrarme a esto. ?se apresuró a aclararle Alec.

?Pues he aquí un voluntario dispuesto a todo. ?le respondió Magnus, con una perturbadora sonrisa, y besó al nefilim con urgencia, sin poder soportar más el contenerse.

Alec le devolvió el beso instintivamente, metiendo su lengua en la boca de Magnus y jugando con la lengua del brujo. Enredó sus piernas a las de él, sin dejarle escapatoria. No se sentía él mismo. Tenia ganas de hacerle cosas a Magnus que minutos antes lo habría hecho enrojecer, pero que sentía que ahora le apetecía probar con anhelo.

?¿Alec?

?¿Mmm?

?No es que me apetezca lo que nos debe de estar pasando a los dos por la cabeza, pero creo que necesitas algo de reposo, las emociones fuertes deberían esperar. Además, si alguno te tus amiguitos nos oyera o interrumpiera…

Alec aceptó que Magnus tenía razón.

?No me importa ?dijo volviendo a besarlo?, no necesito más. Me conformo con que no dejes de besarme.

Con sus palabras consiguió arrancar un gemido a Magnus, que se lanzó contra él besándolo con toda el ansia, la necesidad, el amor y la pasión del mundo.





?Claro que lo recuerdo ?le respondió Alec volviendo a la realidad.

Segundos después de que el nefilim acabara de decirlo las puertas del Gard se abrieron y comenzó a salir la gente.

"Mierda" no pudo dejar de pensar. Lo último que le apetecía en ese momento era irse a pelear contra Valentine y su ejército de demonios, por mucho que supiera que lo haría al lado de Magnus.

Q bonito... quiero un hijo suyo!!!!! Me encanta. Esta estupendamente. Quiero mmmmmmaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

esta precioso!
sube mas mas mas mas!!!!!!!!

jaja, me alegro de que os guste y que sepais que tengo escritos el 4, 5 y 6, pero que el 7 lo tengo a mitad por diversos motivos:
Estoy escribiendo el fic de presi y iglesia (que en realidad son dos)
Estoy formando en mi mente el fic de Malec mientras los demás se van a la corte seelie
Estoy escribiendo el fic que he apostado a favor de España (en lo referente al mundial) y en el que sí, salen Magnus y Alec (de hecho lo cuento bajo el punto de vista de Alec) pero que se verá más centrado en Simon (ni se os ocurra pensar mal, por el angel, no penseis que... porque no va a ser eso).

Y por útimo aviso que ya he decidido que este fic tendrá 10 capitulos.
Subiré jueves o viernes el próximo cap

me encantaa jejeje
Espero con ANSIA el capi de lo de Presidente Miau que es muy graciosa su forma de ver las cosas

Alais.Lightwood escribió:

jaja, me alegro de que os guste y que sepais que tengo escritos el 4, 5 y 6, pero que el 7 lo tengo a mitad por diversos motivos:
Estoy escribiendo el fic de presi y iglesia (que en realidad son dos)
Estoy formando en mi mente el fic de Malec mientras los demás se van a la corte seelie
Estoy escribiendo el fic que he apostado a favor de España (en lo referente al mundial) y en el que sí, salen Magnus y Alec (de hecho lo cuento bajo el punto de vista de Alec) pero que se verá más centrado en Simon (ni se os ocurra pensar mal, por el angel, no penseis que... porque no va a ser eso).

Y por útimo aviso que ya he decidido que este fic tendrá 10 capitulos.
Subiré jueves o viernes el próximo cap

Tu tranquila, tomate todo el tiepo q necesites. te espraremos.

Desde la pantallita de un movil?
Yo no se si seria capaz, a mi que no me quiten las catorce o quince pulgadas de mi Lucy...

Kiwi..., tu localización me recuerda mucho a una frase que dijo H.J.S (Homer Jay Simpson...XD)...¿la has sacado de él?

P.D: es una tonteria, pero... ¿sabes que los habitantes de Nueva Zelanda se autodenominan "Kiwis"?
XDD

Ah, si es un Iphone...y pensar que yo tengo un LG arena que está en las últimas...
La frase de Homer me sonaba, sabia que no era igual pero me sonaba...XD
Yo es que oí ayer lo de los kiwis en la tele...

Yo también lo oí xD Esataban con noticias del Mundial y bla bla bla...

Porque no estarias viendo la misma cadena de noticias que los demás, yo la oí de pasada, haciendo zapping, creo que la dijeron en antena3

alais... ejem... comentas mucho pero no e visto ningun tema nuevo dentro de tus mensajes
cuando vas a subir mas?

Citación :

cuando vas a subir mas?

Pues dije que subiría ayer u hoy, solo que tuve un problemilla que está ya solucionado: eliminé si querer el documento de Word en el que estaba el fic de Malec, y he estado buscando un programa para recuperar cosas que se hayan eliminado de la papelera de reciclage. Ya vuelvo a tener el fic y una copia de seguridad.

Como lo prometí y como probablemente sea lo último que suba antes de irme de vacaciones (a no ser que españa pierda hoy contra chile, porque he apostado un fic a que gana el mundial, asi que si pierde lo subiré mañana)...
Aquí os dejo el capitulo cuatro




Alec y Magnus paseaban cogidos de la mano, disfrutando de la fiesta y de la compañía del otro.

Magnus estaba feliz, por las nubes, hablando de todo y saludando a todos.

Alec simplemente disfrutaba de estar con Magnus y de ver lo feliz que este estaba. Minutos antes su novio había pasado una importante prueba para los dos. Que decir más que todo había salido bien, para variar.

Hacia ahora apenas diez minutos Alec se había acercado cogido de la mano de Magnus a sus padres y los había presentado.

Y todo había salido bien.

Sus padres tardarían en digerirlo, como le había pasado a él mismo, pero lo querían y lo habían aceptado, al igual que habían aceptado su relación con Magnus.

De pronto, Alec sintió la necesidad de decírselo al mago. Se acercó hasta él, le dio un fugaz beso en la mejilla y le dijo al oído:

−Gracias.

Magnus se paró y lo miró.

−¿Gracias por qué?

−Lo sabes perfectamente.

−¿Qué pasa? −le preguntó sonriente− ¿Tenías miedo de que no me comportara con tus padres? ¿De que dijera algo que prefieres que no salga a la luz?

−No es eso…bueno vale, si. ¿Se notaba mucho?

−Pues un poco, si llegas a estar un poco más moreno se hubiera notado que ibas blanco como la leche…Pero algo me dice que los cazadores de sombras no frecuentáis mucho la playa, ni perdéis el tiempo tomando el sol, cuando podéis estar matando demonios.

−Veo que lo has cogido −le respondió Alec−. Trabajamos a jornada completa. Treinta horas al día los diez días de la semana −bromeó−. No, ahora en serio, no tenemos tiempo para esas cosas, o por lo menos, yo no.

−Arrg… Que estresante.

Alec reflexionó un rato sobre el asunto. Lo cierto es que Magnus tenía razón. Siguieron paseándose por la fiesta, en silencio. Magnus parecía absorto en sus propios pensamientos.

Al cabo de unos minutos el brujo se detuvo y le dijo al nefilim con una sonrisa:

−Necesitas unas vacaciones. Y con “necesitas” me refiero a los dos, claro está.

−¡Ah! −dijo Alec riendo− Me encantaría, pero no tengo tiempo.

Magnus lo fulminó con la mirada.

−De eso nada, no me vengas con excusas. Si tienes tiempo de descansar o no te importa quedarte a pasar la noche conmigo después de echar un polvo… entonces puedes irte dos semanas, como mínimo, de vacaciones con tu novio.

Alec enrojeció por el comentario de Magnus, y aunque tentado por la idea no pudo dejar de pensar en si el mago conocería la diferencia entre pasar con él la noche, lo que podían ser unas ocho o diez horas, e irse de vacaciones dos semanas, lo cual, claramente, eran muchas más.

Finalmente tomó una decisión.

−Lo pensaré −le dijo.

Magnus sonrió, primero pensativa y después socarronamente.

−En ese caso yo me pensaré el contarles a Jace y los demás lo que pasó en mi loft mientras ellos estaban en la corte de la reina seelie, me pensaré en contarles como te abriste de piernas aquella primera vez…

Alec se puso rojo a más no poder, sabiendo perfectamente a que se refería Magnus, y consciente de que el mago lo chantajearía con aquello el resto de su vida.

−¿Estas chantajeándome? −lo acusó Alec.

−¿Y tu estas tratando de escaquearte de unas vacaciones románticas con tu novio?

−No pero… −comenzó el nefilim.

−Pues ya está −dijo Magnus zanjando la cuestión−. Y ese puede ser tu regalo de cumpleaños, llevarme a unas románticas vacaciones todo incluido. Y por todo incluido me refiero a que tú vas a estar incluido. Todo tú.

Alec volvió a enrojecer, preguntándose si no estaría ya más morado que rojo.

−Tu ganas −admitió finalmente.

−Ya lo se. Siempre gano.

"Mmmm…tentador" pensó Alec al imaginarse a solas dos semanas con Magnus, de hecho, se mirara por donde se mirara no era para tanto: fueran al lugar que fueran iba a dar igual, ya que Alec sabía que no saldrían demasiado del hotel.

Siguieron paseando. Magnus seguía pensativo, balanceando su mano entrelazada junto con la del nefilim. Alec pensó en preguntarle que demonios le pasaba cuando el mago se volvió hacia el sonriente.

−Europa.

−¿Qué? −le preguntó Alec confuso.

−Ya me has oído, Europa: Roma, Milán, Venecia, Berlín, Bruselas, Praga, Oslo, Madrid, Barcelona, Ibiza, Viena, Lisboa, Atenas, Dublín, Londres, y…−vacilo Magnus− Paris, sobretodo Paris.

Alec parpadeó confuso, ¿se podía saber donde tenía el sentido común ese hombre? No podían ir a tantos lugares.

−No podemos visitar tantos lugares −le dijo−, aunque solo viéramos lo mejor de cada una de esas ciudades no nos daría tiempo.

−Alec, Alec, Alec… una vez estemos allí lo mejor de esos lugares vas a se tú… Eres un hermoso monumento andante digno de fotografiar y que solo yo puedo sobar. −le contestó el mago rodeándole las caderas y atrayéndolo hacía él.

Alec rodeó el cuello de Magnus con los brazos y lo besó. Cuando se separaron le dijo al oído:

−Pues buena suerte, porque no pienso dejar que me hagas fotos.

−¿Ni si te dejo salir vestido? −le respondió Magnus con una sonrisa perversa.

El nefilim se puso rojo, lanzó una enfadada mirada al brujo y le contestó.

−Ni aun así. No necesitas fotos teniendo al original tan a mano. −le dijo mostrando una sonrisa.

−¡Pero eso no es justo! −dijo el mago fingiendo enfado− Isabelle y Clary me matarán si no les llevo fotos.

−¿Por qué tendríamos que matarte? −sonó una conocida voz detrás de ellos.

El Gran Brujo de Brooklyn y el cazador de sombras se dieron la vuelta y se encontraron de frente con los rostros llenos de curiosidad de Isabelle y Clary.

−Por nada −se apresuró a contestarle Alec a su hermana.

−¿En serio? −resonó la escéptica voz de Izzy− Pues no me lo creo. ¿Qué estas diciéndole a mi hermano sobre nosotras Magnus?

Alec dirigió a Magnus una mirada asesina fría como el hielo, dejándole claro que si decía algo lo mataría. El mago la ignoró olímpicamente y le contestó a Isabelle:

−Dentro de poco será mi cumpleaños, así que Alec y yo hemos decidido irnos de vacaciones por Europa, y ahora este… −dijo refiriéndose a Alec−va y me dice que no quiere que os lleve fotos.

−Pobre Alec, no puedo imaginar el porqué −dijo Clary−. Pero lo siento, estoy con ellos dos, yo quiero ver las fotos.

El cazador de sombras estuvo apunto de decirle algo a Clary cuando oyó que le llamaban, eran sus padres, así que se fue para ver que querían, pero antes de eso Magnus lo agarró del brazo y le dijo tan bajo al oído que solo él lo oyó:

−Espero que sepas que tienes los dieciocho, y que no hace falta que le pidas permiso a papá y mamá.

Alec ignoró su comentario y se fue.

Una vez el nefilim estuvo lo suficientemente lejos para que no lo oyera, Isabelle le dijo a Magnus:

−¿Tienes papel y boli?

El brujo chasqueó los dedos y estos aparecieron en las manos de esta. Isabelle garabateó algo y luego se lo devolvió.

−Ahí están mi móvil y mi correo electrónico. −le dijo señalando el trozo de papel− Me da igual lo que diga Alec, yo quiero ver las fotos. Apáñatelas como quieras pero mándamelas.

−Faltaría más, pero solo una cosa si queréis volver a verme vivo: no le enseñéis a Jace las que no creáis adecuadas o Alec me matará cuando lo descubra.