Las lágrimas del ángel

Gracias Yoli, encantada yo tambien!!

Cuando vas a subir el siguiente?

Wow!
Que ondas!
Recien me pase una leidita y quiero honestamente mas!
Por dios! Y tu casi nos dejas sin arte literaria!
Sigue asi!
Y yo sigo viendo despues!

a mi tmb me encanta sube mas anda porfi...!!

Bueno, aquí os dejo con el siguiente capi!! espero que os guste tanto como los anteriores^^

CAPÍTULO DOS. SEGUNDA PARTE.

Durmieron todos en casa de los
Whitelight. Como siempre, las chicas se quedaron en la habitación de
Addie, pero el problema eran los chicos. Por lo que Alice sabía, se
conocieron en el internado y ya de por sí no se llevaban muy bien.
Al parecer, cuando Daniel se enteró de lo que era y empezó a
entrenarse, Erik ya era de los mejores y eso sólo hizo que su
rivalidad empeorase considerablemente. Teniendo esto en cuenta, que
les tocase pasar la noche en la misma habitación tuvo como
consecuencia una discusión a gritos, si es que no hubo algo más que
palabras, que por poco despierta al barrio entero. Por la mañana
ambos se levantaron al mismo tiempo y corrieron al baño. Los dos
llegaron a la puerta a la vez, lo cual les proporcionó otro tema de
discusión.

-¡Entraré yo primero, que para eso la
casa es mía!-empezó Daniel.

-¡Entraré yo primero, que para eso
soy mayor que tú, mocoso!

-¡De eso nada!¡Y como me vuelvas a
llamar mocoso te quedas sin dientes, capullo!

-¡Sí, ya!¿Tú y cuántos más?

-Pues yo opino que las damas
primero.-dijo Alice mientras se colaba entre los dos.-Además, así
podréis seguir tranquilamente con vuestra amistosa charla.-añadió
justo antes de cerrar la puerta.

Ambos se quedaron mirando la puerta,
embobados.

-¿Qué tal si uno de los dos se va a
desayunar y el otro espera a que Alice acabe?-preguntó Addie
devolviéndolos a la realidad.

-Me parece bien.-asintió Daniel.

-En tal caso vete tú.-contestó Erik.

La chica cogió a su hermano del brazo
y se lo llevó antes de que pudiese replicarle. Aún así, le dio
tiempo a lanzar a Erik una mirada asesina y de odio concentrado.

Alice se lo tomó con calma y salió a
la media hora con una toalla corta alrededor del cuerpo y el pelo
mojado. Erik la esperaba apoyado contra la pared. La sonrió.

-Siento que me hayas visto comportarme
así.-dijo mientras se acercaba a ella.

-No importa.

-Al parecer sigues siendo igual de
sarcástica. Buena forma de cortar discusiones.

La cogió de las manos y se inclinó
para besarla. La muchacha no se lo creía. Llevaba dos años deseando
que aquello pasase, pero ahora no estaba del todo segura de lo que
quería. Apenas les separaban ya unos milímetros...

-Se suponía que ibas a
ducharte.-Daniel sonaba irritado, casi enfurecido.

-¿Y a ti que te importa lo que yo haga
o deje de hacer?-replicó Erik sin separarse de la joven.

-Me importa que tengo unas ganas locas
de ducharme y mi hermana dice que te deje primero, por educación.

-Aguafiestas.

-Con mucho gusto.

Erik se separó de la chica y se metió
en el baño, cerrando de un portazo. Alice fue hacia la habitación
de Addie para cambiarse pero Daniel la retuvo por el brazo. Se giró
para ver qué quería pero él se inclinó rápidamente y presionó
suavemente sus labios con los de ella. La joven cerró los ojos
deseando seguir, pero acabó tan repentinamente como comenzó. Lo
miró sorprendida.

-Para que no te quedes con las ganas de
recibir un beso.

-Que atento.-dijo ella con sarcasmo,
sonriendo.

-Ya ves.-respondió con una nota de
orgullo en la voz.-Addie dice que bajes a desayunar.-añadió.

Dicho esto dio media vuelta y se fue a
su habitación. Alice entró en la habitación sin acabarse de creer
lo que acababa de suceder y dando gracias a su buena suerte. Se
cambió deprisa y bajó corriendo a desayunar. Cuando terminó se
sentó en el sillón junto a su amiga, que la miraba con ojos
expectantes.

-¿Qué?-preguntó Alice extrañada.

-Te noto muy entusiasmada, quiero
decir, más que de costumbre.

-¡Daniel me ha besado!-soltó.

-¡¿En serio?!-sus ojos empezaron a
brillar con renovada ilusión.

-Todavía no me lo creo.

-Te dije que le gustabas.

-¿A quién?-preguntó Erik
sobresaltándolas.

-Nada, cotilla, son cosas
nuestras.-respondió Addie molesta.

-No soy cotilla, sólo me gusta saber
lo que pasa a mi alrededor.

-¿Aunque no sea asunto tuyo?

-Supongo...-dijo mientras abría el
grifo de la cocina dejando caer el agua caliente.

Diez minutos después bajaba un Daniel
muy furioso y con instintos homicidas hacia Erik.

-¡No ha tenido gracia!

-Puede que para ti no, pero a mí me ha
divertido bastante.

-Va chicos, dejad de
pelearos.-interrumpió Addie.

-No me digas que le defiendes.

-No le defiendo Dan, pero no quiero que
la casa se convierta en un campo de lucha libre.

Alice, por su parte, llevaba toda la
discusión absorta mirando a Daniel, que estaba a medio vestir, sin
camiseta. Intentó apartar la vista pero su piel blanquecina, con el
torso lleno de músculos prominentes y definidos y sus brazos
musculados, fuertes y seguros, su cuerpo fornido y lleno de runas
como tatuajes de fuego...esto no ayudaba mucho a apartar la vista.
Entre tanto:

-¡Mira chaval, te voy a partir la
cara!-Daniel estaba fuera de sí. La discusión había empeorado
bastante.

-¡Me encantaría verte intentándolo!

-¡Pero queréis parar ya!-los dos a
una se volvieron hacia Alice. Parecieron calmarse un tanto.

-Gracias, y ahora a ver, ¿no tenemos
ya suficientes problemas como para que andéis discutiendo como si
tuvieseis cuatro años?-esto les hizo bajar la vista. Tenía razón.-
Y vale ya de bromitas, que más que un campo de lucha libre esto
parece el patio de parbulitos.-añadió.

Aunque estas palabras surtieron efecto
se lanzaron una última mirada de odio infinito.

-Bien, creo que debería ir a
investiga, a ver qué averiguo.

-Y yo voy a terminar de vestirme.-la
idea le bajó un poco la moral a Alice, pero no lo dejó notar.

Y diciendo esto los jóvenes disolvieron la amigable reunión dando
media vuelta y yendo cada uno en dirección opuesta al otro.


-Confirmado, mi hija tiene la otra
piedra.-dijo Cedric.

-En tal caso ya estarán
activadas.-puntualizó Alaric.-Lia.-llamó.

-Sí, mi señor.-contestó una voz
suave como el terciopelo.

-Busca a mi hijo y a una chica...

-Es fácil de reconocer dado que sus
ojos son violetas.

-Lo más probable es que estén juntos.
Empieza la búsqueda por Nueva York.

-Entendido, salgo ahora mismo.-hizo una
elegante reverencia y salió de la estancia.

Uyuyuyyyyyy, este ya me lo he leido, no vale!! Date prisa en subir más!!!!!!!!!!
Adoro a Daniel

Oh mi Dios!!!!
Cada vez se pone mejor!!!
Sigue, vamos!!!!
Me encanta!!!

Sube maaaaaaaaaaaaaaaaas!

mas mas mas mas porfi

sube mas no me dejes asi porfi

Bueno chicas aqui os dejo con el siguiente capi!!
Ya me direis que os parece!!

albiiiiitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! mira en los mensajes privados!!!!!!!! plissssssss
PD: este capi ya me lo leí, escribe rápido mujer!! ¬¬
Pero lo adoro^^

yo tmb kiero mas!

Aqui os dejo con el siguiente capi!!!
A ver que os parece^^

CAPÍTULO TRES. PRIMERA PARTE.

El día se le hizo muy corto a Alice y,
cuando terminó de cenar, se fue a la habitación casi corriendo.
Cada vez estaba más nerviosa, normal, iba a pasar la noche en la
misma habitación que Daniel. Él también estaba nervioso, lo cual
no era normal, ya que había pasado la noche con más chicas de las
que le apetecía contar, y no precisamente durmiendo. Dejó pasar un
rato y se retiró también a la habitación.


Ella, al no conseguir dormirse, se
había puesto a escuchar música con su nuevo mp4. Se abrió la
puerta y entró el joven, despeinado y vestido con el pijama, pero
con el mismo aspecto de ángel de siempre. La chica enrojeció y bajó
la vista, había vuelto a quedarse embobada. Se quitó los cascos. Él
también había enrojecido, la muchacha estaba realmente hermosa con
su corto camisón de tirantes negro. Daniel era justo la clase de
chico que tiene muy claro quien le gusta pero preferiría clavarse un
cuchillo antes que admitirlo delante de la chica. Se tumbó al lado
de Alice.

-¿Qué tal con el idiota?-preguntó
él.

-¿El idiota?

-Erik.-aclaró entre dientes.

-Ahh...bueno, bien.

-¿Fui oportuno con mi llamada?-era
evidente que sabía la respuesta.

-¿Qué te ha contado él?

-Me dijo que os estabais besando.

-No es del todo exacto, nos íbamos a
besar cuando sonó mi móvil.

-Te gusta, ¿verdad?-preguntó
resignado.

-Puede, un poco, ¿y a ti qué más te
da?

-Me da igual, sólo era curiosidad.-a
pesar de sus esfuerzos, su tono dejó notar que le importaba más de
lo que estaba dispuesto a admitir.-Pero tenía la esperanza de que
tuvieras un gusto más...aceptable.

-¿Y quién se supone que me tiene que
gustar para tener un gusto “más aceptable”?-preguntó irritada.

El chico guardó silencio y ella,
exasperada, se levantó y fue a dejar el mp4 en el escritorio. Cuando
se dio la vuelta Daniel estaba frente a ella, muy cerca. Puso las
manos el su cintura para acercarla más. Acercó los labios
lentamente a su oreja.

-Yo.-susurró.

Alice giró la cabeza en un acto
reflejo, como si quisiese replicar, pero se encontró con que él
había girado la suya y la besaba, suavemente al principio, como si
no estuviese del todo seguro, que se transformó en fiero cuando ella
enredó las manos en su cabello, fino y sedoso, atrayéndole más
hacia sí. Unos golpes en la puerta sobresaltaron a ambos. Daniel fue
a abrir.

-Tu hermana me ha aconsejado que ponga
de mi parte para que nos llevemos mejor,-dijo Erik con malicia.-así
que vine a daros las buenas noches, ¿interrumpo algo?- inquirió con
siniestro placer al ver la mirada iracunda que le dirijía Daniel.

-No, tranquilo, pero la próxima vez
prefiero que me des los buenos días. Por las mañanas hay menos
cosas interesantes que hacer con una compañera tan guapa.-contestó
disfrutando de la furia que consiguió provocar el su adversario.

-Ya, bueno, pues procurad no hacer
mucho ruido, los demás queremos dormir.- y dicho esto, dio media
vuelta se fue.

El muchacho cerró la puerta y se giró,
encontrándose con la sonrisa socarrona de ella.

-Eso te pasa por ser tan oportuno con
el móvil.

Sonrió y se acercó a ella mientras su
corazón empezaba a acelerarse. Se inclinó y empezó a besar su
cuello apasionadamente mientras cogía su cintura con ambas manos y
tiraba de ella hacia sí. Sus labios comenzaron a subir hasta llegar
a su mandíbula, hasta su mejilla y finalmente a sus labios, besando
todo lo que encontraban a su paso.

-¿Quieres...que...pare?-susurró entre
besos.

Por toda respuesta, Alice atrajo su
rostro hacia el suyo e hizo que sus labios se encontrasen de nuevo,
primero con un leve roce y luego echándole los brazos al cuello y
volviendo a enredar lo dedos, largos y finos, en su pelo, pillándole
por sorpresa. El joven los abrió con su lengua profundizando el beso
mientras ella retiraba las manos de su cabello para tirar hacia
arriba de su camiseta. Se separó para poder terminar de quitársela.
Daniel sonrió y volvió a besarla mientras le quitaba la camisa y la
llevaba a la cama, donde siguieron besándose y acariciándose con
pasión, como si su mundo dependiera de ello.




Por la mañana se encontraron con que
casi no había comida, por lo que tuvieron que ir a comprar,
situación que aprovecharon los chicos para discutir sobre cosas tan
absurdas como las marcas de los productos o la tienda a la que ir.
Las chicas los ignoraron por completo y compraron lo que les dio la
gana. En el camino de vuelta aprovecharon una de sus discusiones y se
adelantaron para hablar.

-¿Qué pasó anoche?-preguntó Addie
en voz baja.

A Alice se le subieron los colores al
recordarlo.

-¡Vaaayaaa!Así de contento estaba
esta mañana.

-Baja el tono Addie.

-Venga, del uno al diez, ¿hasta qué
punto te gusta...Erik?

La joven se mordisqueó el labio
inferior. Sacó cinco dedos en una mano y luego fue sacando en la
otra mano uno...dos...tres.

-¡Un ocho!¿Y mi hermano?

Fue como un acto reflejo, extendió las
dos manos.

-¡Un diez!

-¿Y tú, te sigue gustando
Erik?-preguntó para devolvérsela.-Del uno al diez.

Addie extendió una mano entera u un
dedo de la otra.

-Mentirosa.-la acusó.

De mala gana, extendió otros dos
dedos.

-¡Ocho!

-Sí, pero como se te ocurra decírselo
te cambio de compañero de habitación.

-Anda, abre la puerta.-dijo riéndose.

Habían llegado a su casa. Los chicos
las alcanzaron mientras Addie aplicaba la llave, pero la puerta había
sido forzada. Dentro estaba todo desordenado, tanto como lo había
estado la casa de Alice, pero esta situación se diferenciaba en que
una chica de largo pelo azul eléctrico y ojos negros les esperaba
apoyada en el marco de la puerta de la cocina. Hizo un movimiento con
la mano y la puerta por la que entraron se cerró sin posibilidad de
volverse a abrir.

-Es una bruja.-aclaró Erik en voz baja
al advertir la mirada interrogante de Alice.

-¿Qué haces aquí Lia?-inquirió
Daniel.

AHHH YO KIERO SABER MAS!!!

NECESITO SABER MAAAAAAAAAAAAAAS!!! Cuando vas a colgar el siguiente?

Albiita , me gusta mucho la historia !!me encantó la parte en la que Daniel dice:" No, tranquilo, pero la próxima vez prefiero que me des los buenos días. Por las mañanas hay menos cosas interesantes que hacer con una compañera tan guapa.-contestó disfrutando de la furia que consiguió provocar el su adversario."
Que chico Daniel , es de los que se clavaría un cuchillo antes que admitir que le gusta una chica , pero a la hora de seducirla.... no se queda corto XD , me estás matando de la curiosidad , que pasó por la noche?¡?¡?
bueno , lo dicho , que la historia es muy buena , sigue así , espero con ansia el próximo capiii!!!