Bueno, aquí el final del capítulo 1!!!!! Espero que os guste^^
Capítulo 1. Tercera parte:
Erika se quedó mirando a su madre fijamente. Aunque veía a su madre, su cabeza aún tenía grabada la cara de Kyle. La verdad es que el chico era realmente atractivo, pero irritante. ¿Cómo habría desaparecido tan de repente? ¿Se abría caído del árbol? Ojalá fuese así, pero en el suelo del jardín no había nada y ni siquiera oyó un grito ni un golpe.
- Ma… mamá… ¿qué pasa?
- No hija, qué te pasa a ti.
- Nada… es que ha sido tan… repentino –mintió mientras se mordía el labio. Siempre que mentía, se lo mordía.
- Lo sé, hija, pero ya verás cómo te adaptas. Rajib es un hombre bueno y generoso, tendrás todo lo que quieras y un marido que te mantenga.
“Sí, pero no te olvides de esclavitud y un puñado de hijos a los dieciséis”, pensó para sí. No podía decirle a su madre que no quería casarse con Rajib, al fin y al cabo, terminaría haciéndolo, y era mejor que el hombre pensase que estaba feliz así.
- Tranquila mamá, sólo quiero estar sola para asimilarlo. En un rato bajo –dijo Erika, mordiéndose de nuevo el labio. No pensaba bajar ni a rastras.
- Vale hija. Te guardaremos un trozo de tarta.
Su madre se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta. Erika corrió a poner el oído en ella, a tiempo de escuchar cómo su madre descendía por las escaleras y entraba en el salón.
- Bueno, es bonito ver cómo una hija miente a su madre –dijo una voz.
Erika se giró bruscamente. Ahí estaba Kyle otra vez, sobre la rama del árbol.
- Bueno, es decepcionante ver cómo no te has caído desde ahí –replicó Erika.
- Vale, dejémoslo en empate, no vamos a conseguir nada atacándonos mutuamente con sarcasmo hirientes.
- Oh, entonces te ha dolido. Me alegro –dijo Erika, tirándose a su cama.
- ¿Vas a llorar otra vez?
- Vete a la mierda.
Pareció que eso hirió verdaderamente al chico, que puso una mueca. Sus ojos estaban brillantes y su mirada era profunda.
Erika se olvidó de él. Quería estar sola y, puesto que Kyle no le iba a dejar, se aisló en su mente, en su burbuja independiente, como le gustaba llamarla ella.
Pensó en su mudanza. No podría llevarse nada puesto que se suponía que no tenía pertenencias. Tampoco podría despedirse de sus amigas. Sería como si Erika no hubiese existido, hubiese desaparecido sin dejar rastro, esfumado.
Una lágrima asomó por su retina y comenzó a caer, seguida por un montón de ellas más. Profirió un leve gemido, que luego se transformó en un llanto, mientras hundía su cara en las sábanas.
Kyle la vio llorar y se deslizó por la ventana, entrando en el cuarto. Se acercó silenciosamente a Erika y se sentó junto a ella. El joven estaba bastante serio y en sus ojos brillaba la tristeza.
Kyle posó una mano sobre el hombro de la chica y con el otro brazo la envolvió con su cuerpo delicadamente. Comenzó a susurrarle al oído cosas como “Tranquila, todo saldrá bien” y “No pasa nada, llora, desahógate”. La dulzura de sus palabras la consolaron, mientras Erika apoyaba la cabeza en el hombro de Kyle, llenando su camisa de lágrimas. Los brazos del chico eran cálidos y la abrazaban cariñosamente, dándola una sensación de tranquilidad y protección muy agradable. Era plácido tener ahí a Kyle, nunca había tenido a nadie que la consolase, aunque el chico fuese más bien un desconocido.
Erika levantó la vista topándose con la mirada del joven. Era una mirada firme y segura, parecía saber lo que decía. “Esos ojos… -pensaba la joven- esos ojos me suenan de algo…”.
- Lamento haberte manchado la camisa, Kyle –dijo Erika, secándose las lágrimas entre sollozos.
- No pasa nada, tranquila. Es normal, lo que pretenden hacerte es horrible.
El chico se levantó. Erika notó como si le arrebatasen algo.
Kyle se acercó a la ventana y sacó medio cuerpo fuera, apoyándose en la rama del árbol. Le tendió una mano mientras le decía que se viniese con él.
La chica vaciló. “¿Debería irse con un extraño?”. Aunque, en ese caso, Rajib también era un extraño. Kyle se había mostrado muy dulce con ella, y parecía digno de confianza.
Erika se quitó el mantón que llevaba encima de un tirón, mostrando su bello vestido negro. Cogió sus sandalias negras con tiras de bailarina y se las puso rápidamente. Mientras tanto, Kyle tenía la boca abierta de par en par. La chica estaba guapísima sin las ropas esas.
Erika se le acercó y aceptó su mano, pasando bajo el marco de la ventana. Su tacto era cálido y apacible.
El chico la ayudó a bajar por el árbol, llegando él primero al suelo.
- Venga Erika, salta esta última rama.
- ¿Estás majara? ¡¡Está muy alto!!
- Que no tonta, yo te cojo.
Algo en su sonrisa impulsó a la chica a saltar. Cayó sobre los fuertes brazos de Kyle, que la sujetaron con firmeza.
- Te dije que te cogía –dijo soltándola.
- Gracias.
Erika se había puesto roja. Se tocó las mejillas, estaban calientes. Intentó esconder su rostro, no quería que Kyle la viera ponerse roja.
El joven tiró de ella hacia la calle y salieron corriendo por la Avenida Madison, de camino a Central Park, cogidos de la mano.
El el siguiente capi habrá sorpresa para todas vosotras!!!
Espero que os deis cuenta de ella, jejej
Besos!
PD: siguiente cacho en la página 6