Princesa Rebelde (Sexto capitulo actualizado el 24-10-2010)

Bueno, llevaba tiempo dandole vueltas a esta historia, y por fin me deci a escribirla. Espero que os guste, os dejo el prologo y el primer capi si os gusta subire más. Lo que esta en cursiva es lo que piensa Estela, por si acaso.


PRINCESA REBELDE.



PROLOGO

- Ves, Estela, todo esto es tu futuro reino. Desde aquellas montañas lejanas, hasta el este inmenso mar.- le decía su padre, el rey Arturo.

Desde el más alto de los torreones su padre le mostraba, su reino, que para ella era la cosa más hermosa que existía después de sus padres. Las lejanas montañas de Nieve Perpetua, apenas se distinguían en el horizonte, y el mar de Dhur, se situaba al otro lado del poblado. El castillo era la construcción más grande de todo el reino. Se decía que todo aquel viajero que pasaba por allí y aun no lo había se quedaba impresionado por su majestuosidad y su belleza.

- Feliz noveno cumpleaños, Estela.- le dijo su padre-. ¿Te gusta? Será tuyo en cuanto te cases o cumplas los 18 años, te lo prometo.

- Si, me gusta mucho, padre.- siempre respondía a aquella respuesta de esa manera.

- Aunque sospecho, mi niña.- le susurró el rey como si le contara un secreto-. Que tu madre tiene en mente casarte el mismo día en que cumplas los 18. Pero shhh, es un secreto.

Estela rió con aquella risa, que amaba cada persona del castillo. Desde el criado más penoso hasta el mismísimo rey, su padre.

- Y ahora princesita, volvamos dentro, o tu madre se enfadara con nosotros.



CAPITULO 1

- Maldita, criada. Me has tirado del pelo.- gritó enfurecida Amanda.

- Amanda, basta ya.- intentó calmarla Estela, pero sin existo.

- Que lo deje. ¡Estas loca! Esto no lo puedo dejar, el baile es en media hora y aun no estoy peinada.- le gritó su hermana-. No se como puedes tu estar tan tranquila, hoy vas a conocer a tu prometido.

- Y dale, déjalo ya, quieres. Toda la semana con lo mismo que si ojala yo tuviera esa suerte, que si vaya suerte te vas a casar, que si no se, que si no se cuantas.- le respondió risueña Estela

- Si, ojala tuviera yo esa suerte, me han dicho que es el caballero mas guapo de nuestro reino. Haréis una pareja preciosa.

Solo asintió levemente a su hermana. Se observó en el espejo que tenía enfrente. Alta, rubia, ojos azules. Su vestido del azul turquesa que tanto le gusta. Lo único que no le gustaba en ese momento era su cabello, sujeto arriba por un horrible moño. Nunca le habían gustado los moños. Tuvo una idea. Amanda había dicho que no quedaba casi tiempo, por lo que no le podrían hacer un nuevo moño. Rápidamente y sin pensárselo, se quito la redecilla y retiró las horquillas. Cuando esta retirando la última, su hermana chilló horrorizada:

-¡Que haces!

Pero el daño ya estaba ello su largo cabello rizado, estaba suelto se lo coló para que algunos mechones cayeran sobre los hombros. A ella le gustaba mucho más. Su rubio dorado quedaba espectacular con su vestido.

- ¡Estela, madre te va a matar!

- O vamos Amanda, no es para tanto. A mi me gusta mucho más así.

- ¡Estas loca! Pero que va a decir tu prometido.

- Si no le gusta, entonces no se casará conmigo. Me tiene que aceptar tal y como soy.- le replicó a Amanda.

- Ya has estado leyendo otra vez. Que ha sido esta vez “La princesita con el pelo suelto y aceptarme tal y como soy”.- dijo en burla Amanda.

- En realidad, es un libro de leyendas. Hoy he leído la historia de San Jorge y el dragón. Era fascinante. Trataba…

- No me interesa.- la cortó Amanda.

El mayordomo abrió la puerta.

- Señoritas sus padres las esperan.

- ¡Oh, no, no, no! Y tu pelo.- chilló histérica su hermana.

- Venga, vamos.

Salió hacia el salón de baile, donde se celebraba la fiesta. Amanda la seguía a paso rápido, demasiado rápido para lo que ella solía caminar, no como debería hacerlo una doncella.

- Estela espera, no podemos entrar sin Viviana

- ¿Y donde esta?

En ese momento, doblo la esquina, una muchacha de cabellos negros y ojos oscuros. Era Viviana. Su doncella y también la de su hermana.

- Perdonadme sus majestades, mi criada, se olvido de mis zapatos en las cocinas. Lo podéis creer ¡en las cocinas!- se excuso Viviana.

- Oh, si ya me había dado cuenta. Deberíamos echar a nuestras criadas. La mía me tiró del pelo cuando me estaba ajustando la redecilla.- le dijo Amanda a Viviana.

Amanda y Viviana siguieron hablando de la deficiencia de sus criadas hasta que llegaron al salón. Estela estuvo todo el camino observando lo decorado que esta el castillo. Todos los estandartes y escudos de armas del reino estaban colgados. Las estatuas, retratos y demás objetos relucían. Los criados se habían esmerado reconoció Estela. Llegaron a la puerta del salón y el mayordomo las anuncio:

- La princesa heredera Estela, la princesa Amanda y la doncella Viviana.

Todos en el salón se sumió en un silencio completo, hasta que Amanda les pidió que siguieran con sus cosas. Amanda y Viviana la arrastraron de un lugar a otro. Las fiestas no le gustaban. Amanda derrochaba encanto con su vestido nuevo, que era un poco escotado, pero su madre pretendía que alguien pidiera la mano de su hermana y esa fiesta le pareció perfecta. Viviana iba detrás de Amanda, y también iba coqueteando con todo aquel que Amanda rechazaba. Viviana como única heredera del condado de su padre esta intentando cazar a algún pretendiente mucho mejor que el de Amanda. Aunque ninguna de las dos lo reconociese Amanda y Viviana siempre estaba rivalizando. Una voz interrumpió sus pensamientos.

- Puedo tener el placer de conocer a la maravillosa princesa Estela.

Estela se volvió hacia el desconocido. Era un caballero de unos 19 años de edad, muy apuesto. Sus cabellos rubios estaban perfectamente repeinados y sus ojos marrones demostraban simpatía y seguridad en si mismo. El muchacho hizo un reverencia, tomó su mano y la besó.

- Soy Diego de Magta.- se presentó.

Ahí lo tenía el caballero del que también le habían hablado a Amanda. El caballero del que su madre decidió que era un buen partido. El caballero del que su padre aseguro que era bueno con la espada y astuto como un zorro. Su prometido, Diego, hijo del conde de Magta

- El placer es mió, señor.- respondió Estela educadamente.

- Oh, no me llames señor, mi princesa, no lo creo necesario. He de decirle que hoy luce magníficamente.

- En serio, mi querida hermana Amanda dice que no debería haberme dejado el pelo suerte.- haber como respondes a esto pensó.

- Mi princesa, he de reconocer que no es el estilo habitual y adecuado, pero luce usted muy bien.

Con que no te gusta. Que bien, Amanda estaría orgullosa de ti. Pues tendrás que acostumbrarte, guapo, lo pienso llevar así muy a menudo. Anda que como alguien se entere de lo que estoy pensando. Se rió en su fuero interno Estela. En ese momento los reyes entraron en el salón y después de hablar un poco con unas cuantas personas. Todo el mundo se sentó a la mesa.

Ella se sentó al lado de su madre y Amanda a su lado seguida por Viviana. Diego se sentó al lado de su padre. Ambos estuvieron hablando durante toda la cena. Por su parte Amanda y Viviana no dejaban de comentar lo guapo que era Diego y lo guapos que eran un par de caballeros más. Y su madre no dejo de lanzarle miradas enfurecidas a ella y a su pelo. Diego le sonrió coquetamente más de una vez durante la cena, sonrisas a las que Estela respondía con pequeñas sonrisas forzadas. Diego le había caído bien pero no era un muchacho de su gusto, como amigos se llevarían muy bien pero como marido y mujer no tanto. Su padre se levantó.

- Y ahora me gustaría dar la palabra.- Primero tendrías que haber dado un discurso ¿no?-. a Diego de Magta. Tiene algo importante que deciros. Por favor Estela acércate.

Pero de que va esto. Estela se levantó y se acerco a su padre, le dedico una leve reverencia y observó a Diego que se había levantado. Se acerco a ella y se arrodillo. Tenía que haber esperado que sería esto. Que vergüenza, no podría haberlo hecho mas íntimamente.

- Princesa Estela, la más hermosa dama que halla visto y la dueña de mi corazón. Me gustaría pediros su mano en santísimo matrimonio. ¿Aceptáis?- Diego habia cogido su mano y la tenia entre las suyas.

Se me niego madre se decidirá y me estrangulara. Primero mi pelo y luego una negativa, estoy segura de que lo ahora. Además si digo que no decepcionare a padre y a Amanda. Y de todas maneras Diego no se ve malo y es simpático. Estela suspiro.

- Si, acepto

Diego besó su mano. La cogió y la levantó en volandas y le dio una vuelta. En cuanto, la deposito en el suelo, presiono suavemente sus labios contra los de ella. Estela algo aturdida miro a su madre, que estaba en shock por la escena de Diego y a Amanda que estaba que saltaba de la silla de la alegría por su hermana.

- Tenéis mi bendición.- dicto su padre dándole a Diego un apretón en el hombro y un beso en la frente a Estela.

Todas las personas del salón hicieron un brindis por los novios.

- Que empiece la fiesta.- ordenó el rey.

Fantástico. Estoy prometida, seguramente me casare dentro de tres meses cuando cumpla los 18 y ahora tengo una fiesta con bendiciones y felicitaciones por delante. Que divertido…

Sara el rey no es el Arturo que todos conocemos pero es que me encanta como suena el nombre XDD. A mi tampoco me gusta este tipo de bodas pero ya veras que vueltas le voy a dar. Me alegro que te guste. Pero ahi un problema no voy a poder subir hasta el jueves, pero prometo si os gusta que subiere dos o tres capis. ¿trato?

Tienes que seguir subiendo.Me ha encantado.
Estela no puede acabar con Diego no es su tipo ya lo a dicho ella no.
Asi que ya sabes sube maaaaaaaaaaaassssssssssss.
Jejeje escribes estupendamente chao.

Gracias, Cyntia. Jejeje, ¿acabara Estela con Diego? Ya esta decidio. Me encanta que pienses que escribo bien.

WAO COMO ME GUSTA LA HISTORIA!!!! SIGUE SUBIENDO!! cuando puedas claro, PERO SUBE PRONTO PORFI!!

Bueno aqui va el segundo capi, es muy largo y lo siento si os aburre al leerlo pero lo divertido o emocionante como pienso yo de la historia no llega hasta el capi 4 que es el que estoy empezando a escribir.


CAPITULO 2

El piar de los pájaros la despertó. Se quedo en la cama unos minutos más, y se levantó. Se acercó al espejo. Su pelo estaba enredado y tenía ojeras. Menuda fiesta había sido la de anoche. La puerta se abrió, Amanda entró corriendo y la abrazó. Iba vestida con un vestido rosa chillón y de nuevo, muy escotado. Pero esta vez, llevaba el pelo rubio en tirabuzones.

- Que divertida fue la fiesta ¿no? No me lo había pasado tan bien desde hacia tiempo.- canturreo alegremente Amanda

- Mmm…..si claro. Fue muy divertida.- Estela no consiguió quitar el desencanto de su voz.

- Oh, vamos, no seas tan aguafiestas. La fiesta estuvo bien, te vas casar con el caballero más apuesto del reino y serás reina

- ¡Yupi!- gritó Estela, pegando un saltito de emoción fingida.

- Muy graciosa, ahora quítate el camisón y vístete. Nos vamos al pueblo.- rió Amanda

- ¿Al pueblo?- pregunto curiosa Estela

- Padre, quiere enseñarle a Diego el pueblo en el que va a vivir a partir de ahora.- le explicó Amanda, dirigiéndose hacia el armario.

- ¿Va a vivir en el pueblo?

- Bueno, en realidad va a vivir aquí en el castillo, pero da igual.- Amanda siguió echando un ojo a los vestidos, cogió uno verde esmeralda y se lo enseño a Estela-. ¿Este?

Estela cogio el vestido y sin mediar palabra se cambió. Volvió a dejarse el pelo suelto, para disgusto de Amanda.

- No podrías al menos hacerte unos tirabuzones, así no se vería tan mal. No te digo que se vea feo pero…- le replico Amanda-. Por cierto, ¿y tu criada?

- Emmm… pues no lo sé.- dijo sinceramente Estela.

Amanda sonrio maliciosamente.

- Otra más.- antes de que Estela pudiera preguntarle a que se refiria, Amanda siguió hablando-. Venga, vamonos.



- Y enseguida vamos a llegar al mercado.- comentaba su padre.

- Muy bonito el pueblo.- decía Diego una y otra vez.

- ¿Os gustaría que hiciesemos a pie el camino que queda?.- preguntó el rey a nadie en particular. A su padre le encantaba andar.

- Por supuesto, majestad

Todos bajaron de la carroza. Diego la ayudó a bajar de ella y le dedicó una sonrisa. Pobre chico, solamente esta intentando ser amable y yo pasó de él. Le dedicó otra sonrisa en respuesta, y esta vez no fue falsa. Amanda bajó detrás de ella. Su madre estaba refunfuñando por dios sabe que.

- Venga, vamos.- dijo rapidamente su padre cuando vio que todos habian bajado.

Cuando llevaban ya un rato andando, pasaron por delante de la librería. Estela se quedó absorta mirando los ejemplares en el escaparate. Y no se percató de que los demás se habian ido. Alguien chocó contra ella y calló al suelo.

-Lo siento, lo siento, lo siento.- se disculpaba la persona que debía haber chocado contra ella, no podía saber quien era, estaba oculta por una capa al igual que ella.

- No pasa nada.- contestó Estela.

- Lo siento, debería mirar por donde voy. ¡Oh no, mi fruta!

La figura se arrodilló al lado de una cesta llena de fruta y se retiró la capucha de la capa. Era una muchacha de aproximadamente su edad. De pelo castaño y ojos verdes muy amables. Estela se acercó a la chica.

- Dejame ayudarte.- Estela se retiró tambien su capucha y se pusó a la tarea.

Cuando hubieron acabado, los ojos de la muchacha revelaban verdadera gratitud.

- Gracias, muchas gracias.

- No ahí de qué. ¿Por qué es tan importante para ti esa fruta?.- Estela estaba confundida en la fruta habia apenas doce manzanas rojas brillantes.

- El dinero que me dan en el mercado me viene bien. Mi padre es pescador, y no gana mucho dinero.- le explico la chica.

- ¿Vas al mercado? ¿Podrías mostrarme el camino?

- Por supuesto, no podría hacerme menos.

El rato que tardaron en llegar al mercado estuvieron hablando. La chica era muy agradable e inspiraba confianza. Era facil hablar con ella. Al parecer su familia estaba pasando un poco de hambre. Su padre y su hermano eran pescadores y ella tenía un pequeño huerto en la parte trasera de su casa. Con el dinero que sacaban de aquellos trabajos apenas tenían para mantenerse. Por lo visto su hermano más pequeño, con apenas unos meses de vida, habia nacido mal y el medico cobraba mucho. Estela le contó poco de ella, se limitó más bien a escucharla y disfrutar de su compañia. Cuando llegaron al mercado, Estela vio de inmediato a su familia.

- Me tengo que ir.- le dijo a la chica.

- Pues un placer haberte conocido.

- Lo mismo digo. Por cierto, ¿cómo te llamas?.- le pregunto.

- Soy Gabriela.- se presentó la chica-. ¿Y tú?

- Estela, soy Estela.

En ese momento, su madre la llamó.

- Estela, ven aquí.

Gabriela la miró con ojos como platos.

- Eres la princesa

- Yo… esto… sí

- No me lo puedo creer. He estado hablando con la princesa.- Gabriela la seguia mirando con ojos como platos.

- Estela, ven aquí.- repitio su madre

- Me tengo que ir. Me ha encantado haberte conocido. Adios.

Estela se alejó de una Gabriela muy sorprendida. Su madre le regaño por haber estado por ahí y no haber ido con ellos. Cuando la familia real, Diego de Magta y el resto de acompañantes salieron del mercado, Estela llevaba una cesta con doce manzanas rojas brillantes, que había comprado a una chica muy agradable con el pelo castaño y unos ojos verdes que le daban las gracias.



- Princesa, su padre la requiere en la sala del trono.- le estaba diciendo el mayordomo.

Estela dejó el bordado a un lado. ¿Qué querrá, papá, ahora? No lo había visto desde que comieron después del paseo. Siguió al mayordomo hasta la sala del trono. Su padre estaba sentado en el trono y Diego estaba de pie al lado del trono del rey.

- Hola, mi bella dama.- Diego hizó una reverencia mientras la saludaba.

- Ven aquí, mi niña.- su padre le indicó que se acercara. Cuando ella se hubo acercado, su padre se levantó.

- ¿Qué deseas, padre?.- Hubiera dicho, papá, pero con Diego delante mejor guardar las formalidades.

- Verás, Estela, tu hermana y Viviana se han quejado de la deficendia de sus criadas y tambien han protestado por la tuya. Asi que tu madre esta en estos momentos despidiendo a vuestras criadas por lo que tienes que elegir otra.- le explico su padre.

Estela tuvo una idea.

- ¿Padre, puedo elegir a quien yo quiera?

- Pues claro que sí.- le respondió su padre, sonriendo.

- Genial.- dijo Estela con alegría-. Si me disculpais.

- Por supuesto, pequeña

- Espera voy contigo.- le dijo Diego.

Diego la siguió hasta fuera de la sala. Tengo que quitarmelo de encima.

- En realidad, Diego voy a darme un baño. ¿No creo que sea muy bueno que vengas conmigo, no te parece?.- rió Estela.

- Por supuesto que no. Bueno, entonces ¿te apetecería dar un paseo a caballo conmigo cuando acabes de bañarte?.- le dijo Diego más rojo que un tomate.

- Puede.

Estela dio media vuelta y empezó a dirigirse hacia sus habitaciones. En cuanto estuvo segura de que Diego no la veía, tomó el camino hacia las cocinas. Las cocinas estaban abarrotadas de gente, pero el mejor lugar por el que salir del castillo sin ser vista. Para que nadie se fijase de su vestido, que daría demasiado el tono, tomó prestada una capa de las perchas.



- ¿Perdone, no conocerá alguna casa de un pescador que tenga un pequeño huerto y uno de los familiares se llame Gabriela?.- preguntó a una de las personas que pasaban por allí.

- Por allí, giré a la derecha en la segunda callejuela y luego a la izquierda, la primera casa que tenga una puerta verde es la que usted busca.- le respondió el hombre.

Estela siguió las indicaciones del hombre, y en cuanto encontró la puerta llamó. Una mujer de mediana edad, bajita, con un rostro amable y que llevaba un pequeño bebe con ella, abrió la puerta.

- ¿Sí?.- preguntó.

- Hola, ¿es usted la madre de Gabriela?.- Por favor, que sea ella, por favor.

- Oh, ¿eres una amiga de Gabriela?. Pasa, por favor. Tomo aguanteme un momento a la pequeña y voy a buscar a Gabriela.

La mujer la hizó pasar y cerró la puerta. Le pasó al bebe y salió en busca de Gabriela hacia la parte trasera de la humilde casa. Estela miro a la bebe. Tenía los mismos ojos verdes que Gabriela. La bebe tiro de la capucha de la capa y Estela se quitó la capucha. La pequeña empezó a jugar con uno de sus rizos y rompió a reir, Estela la sigue inmediatamente.

- Sientese, por favor, majestad.- le dijo una voz muy familiar.

Estela se giró y descubrio a Gabriela moviendo una silla hecha a mano para que Estela se sentase. Estela se sentó y colocó a la pequeña en su regazo.

- ¿Puedo ofrecerle algo, majestad?.- le preguntó la madre de Estela.

- No, pero gracias.

- Aura deja de tirarle del pelo a la princesa.- regaño Gabriela a la pequeña quitandola de los brazos de Estela.

- Oh, no me estaba molestando.- dijo Estela.

Gabriela y su madre permanecieron en silencio y Estela decidió hablar para romper ese silencio.

- Gabriela, quería hablar contigo.

- ¿Las manzanas estaban mal?.- preguntó Gabriela con el rostro llenó de preocupación.

- No.- se apresuró a añadir rapidamente-. En realidad estaba exquisitas. Lo que quería decirte, en realidad preguntar era que si te gustaría obtener un trabajo en el que ganases más dinero.

- Por supuesto, majestad.- respondio alegremente Gabriela.

- Bueno, ¿te gustaría ser mi criada? No tendrías que hacer mucho, lo unico que le pido a mi criada es que sepa darme conversación. Y no me vuelvas a llamar majestad, ¿somos amigas no?

Gabriela perdio la timidez inicial y se lanzó a abrazar a Estela.

- Gracias, Estela. Muchisimas gracias.- gritó Gabriela-. ¿Cuándo empiezo?

- Mmm… cuando quieras, cuanto antes mejor. Y si quieres puedes dormir en el castillo o volver a dormir en el pueblo.

Estela permaneció toda la tarde en la casa de Gabriela, no le apetecía nada ir a dar un paseo a caballo y se lo estaba pasando de fabula con Gabriela. La madre de Gabriela no paró de agradecerle en toda la tarde el haber concedido ese honor a su hija y la pequeña Aura no paró de intentar llamar la atención de Estela, y Estela que adoraba a los niños le dio toda la atención que Aura le pidió. Gabriela le enseño el huerto y el manzano y Estela ayudó a Gabriela a recolectar un par de frutas. Estela y Gabriela quedaron en que Gabriela se presentase en el castillo a la mañana siguiente.


¡Que os guste!

Gracias, chicas. Me encanta que os halla gustado. El tercer capi lo estoy retocando ya, aunque no me gusta mucho por que en realidad no pasa mucho pero es necesario. Y en el cuarto empieza lo que se dice lo interesante. XDDDD

Diana, me gusta mucho la historia! Y sobre todo la personalidad de la princesa, no hay nada como una princes humilde
sigue porfii!
un besitooo

Que bien te ha quedado, Di. Sigue subiendo.
Si chicas y chicos no me deja leerlo hasta que no lo ha colgado aqui. Y eso que soy su hermano.
Sube más, hermanita estoy ansioso por leerlo.

jo como me gusta la historia!!
Estela es tan humilde y generosa.... aisshh!!! xDD
y que pasa cn las criadas??
SUBE MAS PORFI!

Bueno aqui dejo el tercer capi que es un poco cortito en comparación con los otros claro. Que os guste!!


CAPITULO 3

Estela esta con su padre y su madre en la sala del trono cuando Gabriela se presentó. Gabriela respondio a todas las preguntas que sus padres le hicieron. Al rey le pareció una buena chica pero la reina no se veia tan complacida. Pero con un par de suplicas por parte de Estela, Gabriela se convirtió en su criada.

- Guau!!! ¿Vives aquí?.- le dijo asombrada Gabriela cuando ya estuvieron en su habitación.

- Si, ¿te gusta?

- Me encanta. ¿Qué tengo que hacer?

- Supuestamente todo lo que yo te pida que hagas. Pero no tenias que hacer nada. Ven voy a presentarte a mi hermana.

Se dirigieron a la habitación de su hermana. Cuando entraron Amanda esta dando voces como una posesa a su nueva criada.

- ¡¿ Pero es que no hay nadie capaz de hacer algo bien en este castillo?!

- Eso te pasa por cambiar tan a menudo de criada. Nunca les das tiempo de aprender.- le replicó Estela.

Amanda se volvio hacia Estela percatandose por primera vez de su presencia, pero sus ojos repararon en Gabriela.

- ¿Esta es la criada que has elegido?.- preguntó

- No hace falta ser tan maleducada. ¿Qué te pasaba?

- No sabe arreglar mi pelo.- dijo Amanda señalando a una chica de pelo rojizo.

- Yo te lo arreglare.- dijo Gabriela.

Amanda aceptó encantada.

- ¿Por qué tanta prisa para arreglarte el pelo?.- preguntó Estela.

- Se te ha olvidado, hoy vienen el tio Francisco y el conde de Magta. Yo creo que fue un maleducado, el conde de Magta, por no presentarse el dia que su hijo te pidio la mano.- le comento Amanda

- ¡Era hoy! Se me habia olvidado. Y ya sabes que no vino por que tenia asuntos que atender en su condado.

- Bueno, te ves muy guapa no hace falta que te arregles.- le dijo Amanda.

En ese momento entró Viviana en la habitación diciendoles que ya habian visto desde las almenas a los dos nuevos visitantes. Amanda salio disparada de la habitación y Viviana la siguió.

- ¿ No deberian esperarte?.- le pregunto Gabriela.

- Da igual. Ven, conmigo.

Cuando llegaron a la puerta del castillo su tio y el conde ya estaban alli. Su tio seguia siendo la misma persona gruñona y seria de siempre y al parecer no le caia demasiado bien el conde. Su esposa, la baronesa, era una persona muy risueña pero tambien muy timida que se escondia detrás de su marido. Por otro lado el conde se veia comodo. Era muy parecido a su hijo excepto por los ojos que eran de un color negro en vez de marrón. Diego ya estaba al lado de su padre.

- Y he de suponer que usted es la prometida de mi hijo. La princesa Estela.- le dijo el conde mientras le hacia una reverencia. Igual que su hijo exactamente igual.

Cuando todos se hubieron presentado el rey pidió a todos que fuesen a el salón del trono a disfrutar de un banquete que habia preparado. Todos lo siguieron, el conde de Magta se puso al lado de ella y empezó a darle conversación. La verdad es que era una persona muy amable, Amanda se acercó.

- ¿Y conde cuanto tiempo se quedara en el castillo?- preguntó curiosa Amanda.

- El conde y el baron, mi hermano, permanerceran en castillo hasta la boda.- consteto el rey a la pregunta de Amanda.

Mucho tiempo diria yo. Tres meses van a estar aquí eso es mucho tiempo. No se si voy poder sobrevivir con toda esta panda de locos. Bueno tengo a Gabriela. Estela se volvio hacia Gabriela que estaba contra la pared y le dedico una sonrisa. Gabriela se la devolvio.

xDD pobe Estela lo que le va a tocar sufrir.... en fin.... SUBE MAS PORFI!

Jejeje, me encanta que os guste, aunque hoy no voy a poder subir, mañana subire seguro. Me encanta y adoro que os guste. XDDDDD

muy bueno tu histori!!!

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

xD

bessitoss y ssombritass^^

Quiero conti, quiero conti, y todo el mundo aqui la querrá... (musica de willy wonka) se me pira la pinza jajaja
pues eso Di, que siguas, que te esta quedando genial Pobre princesa, va a tener que pasarlo mal hasta que encuentre a su verdadero principe... jejeje un besazo!