mi secreto: él

Bueno, esta es otra historia que quería escribir
bueno, otra de las muchas historias que quiero escribir

espero que os guste, y acepto cualquier tippo de comentario
lol XD:








Siempre quise amar a alguien, quererle con todas mis fuerzas, y no soltarle jamás. Y eso pasó. Conocí a… alguien, del que no os puedo hablar. Alguien totalmente diferente al que podéis conocer, con secretos, peligros detrás de él, aventura, fantasía, y sobre todo, amor. Alguien en el que podéis confiar, con el que podéis vivir vuestra vida, sin tener que mentir, ni disimular, ni siquiera esconder tus sentimientos, por que lo sabe ya todo de ti. Y tú también conoces a esa persona, mejor que a tu propia madre, conoces su pasado, su presente y su futuro. Pero lo mejor, es que él, como lo acabo de decir es diferente, no os lo podríais ni imaginar. Tan diferente, que incluso lo tienes que esconder de la vista de los demás, tienes que protegerlo, auque sea él, el más capaz para ese papel. Y lo mejor, es lo que escondemos, los secretos que tenemos, lo que compartimos. Algo, que nadie, pero absolutamente nadie, puede tener. Algo único.

Capítulo 1

-¿Te gusta este? –Me preguntó Alex-.

Me quedé mirando la falda que me enseñaba. Era la más bonita que había visto en la tienda. Normalmente, me la habría probado, enseguida, con el resto de la ropa de la tienda. Pero hoy no tenía ganas. Me sentía deprimida, sola, y quería algo, pero no sabía el qué. Es como cuando te sientes aburrida y te apetece hacer algo, algo diferente, y cada cosa que te proponen no sirve. Piensas en esa actividad que haces diariamente, o en la otra que siempre te habría gustado hacer, y por fin tienes la oportunidad de cumplir ese… deseo, o como quieras llamarlo, pero simplemente, no te apetece. Entonces, tras perder la oportunidad, te das cuenta que en realidad no querías, tan solo era por probar, por saber lo que se siente.

Pues eso mismo me estaba pasando. Era el principio de la temporada de verano, y la ropa, simplemente, era magnífica. Os explicaría porqué me gusta comprar, pero si eres como yo, creo que ya lo sabrás. Te gusta, como lo he dicho antes, saber lo que se siente con esa falda, o ese pantalón, o esa camisa, e imaginarte como te vería la gente con esa vestimenta. Demostrarle a la gente que no tienes un solo estilo, que te puedes instalar en el entorno de cualquier lugar.

Miré a mi amiga, con cara de no soportarlo más, de que si me quedaba ahí por más tiempo me derrumbaría. Estos días, por más que durmiese, no conseguía estar activa, era como un zombie, no se me podía hacer salir de casa.

Alex suspiró, moviendo la cabeza de un lado a otro, negando, y haciendo mover su pelo negro acabado en puntas a la vez.

Es de mediana estatura, su cuerpo atlético, ya que era una de las corredoras en el equipo de atletismo. Te estarás sorprendiendo por que normalmente una deportista no suele llevar ropa de marca tan cara y femenina, pero ella es ella, y nadie la entiende. Su cara es pálida, contrastando con su cabello, y bien se podría haber dicho que, si llevaba ropa oscura, era gótica, o algo así. Y nadie se sorprendería si un día quisiera llevar ropa gótica. Solía cambiar de estilo de un día a otro. Como ir un día completamente arreglada, y al siguiente, ir demasiado informal y juvenil. Per era su encanto. Luego su nariz es fina y recta, con unos labios carnosos, y ojos grandes, de un castaño oscuro, que podrían pasar por negros.

-Pero es La Falda. ¡Llevas alabándola desde hace una semana, y por fin la tienes ante tus narices! ¿Qué te pasa? Me esta empezando a preocupar. Normalmente, sería yo la que protestaría, y tú serías la que me arrastrase de tienda en tienda, pero parece que hoy no es un día normal. ¿En serio, qué te ocurre? No soporto verte así. Pareces una zombie – ¿Veis como tenía yo razón?- . Y…

Pero no terminó de hablar. Se quedó mirando detrás mío, embobada por algo… o alguien.

Me giré para comprobarlo.

¡Y un punto más para mí!

Alex se había quedado parada observando a un chico. Era moreno, y corpulento. Y bastante joven; no debía de ser mucho más mayor que yo. Uno o dos años de más. Igual que mi hermano Mike, de dieciocho años, y un completo subnormal. Bueno, subnormal, para mí, las chicas de mi instituto creían que era el chico más guapo, y estaba claro que no lo conocían tan bien como yo. Y gracias a esa popularidad, yo también pasé a ese bando. Pero con menos fama, y más moderada.

-¿Lo has visto? Es…

-No lo digas, no me gusta hablar de esas cosas. Encima, nunca lo conocerás, solo podrás fantasear de él. Concéntrate más bien en los chicos que conoces, tendrás más oportunidades.

Y como si me hubiese oído, miró dentro de la tienda, desde el otro lado del escaparate, hacia nosotras. En ese momento me dí cuenta de que tenía los ojos verdes o azules. En todo caso, claros.

Miró primero a Alex, evaluándola seguramente, y luego a mí, después levantó la mirada y nos sonrió, para marcharse como había venido.

Miré el lugar por donde se había ido. Realmente, si que era guapo, pero no valía la pena. Empecé a imaginarme que él iba al mismo instituto que nosotras, y que lo conocería.

-Vaya, nos ha mirado, y nos ha sonreído… Entonces le gustamos…-me dijo con una sonrisa pícara, haciéndome despertar de mis ensoñaciones.

Le sonreí, y le contesté:

-No, es a ti a la que le gusta.

-Y a ti-me cortó-. Admítelo, te gustó lo que viste.

Me conocía tan bien. Pero no pensaba rendirme, seguiría igual que antes.

-Vale, sí, era guapo, pero nada más. Y como he dicho antes, no lo conocemos-la última frase la dije articulando cada palabra.

Y para mi sorpresa, se rió.

-De acuerdo. Pero estoy segura de que si lo conocieras, saldrías con él sin pensártelo.

Suspiré, rendida. Tenía razón, pero eso me lo guardaba para mí.

eii esta muy bien sube mas!

okees
subiré dentro de poco
lol
me alegro de que te guste

gracias
como he dichjo antes
espero no tardar
me gusta que os guste
lol
XD

wiii se llam alex igual que yo
jaj
aprt de eso
esta genial¡¡¡¡
sige cuendo puedas¡¡¡

gracias
Alex: pues la verdad el hecho de que te llames así fue una de las razones por las que escogí ese nombre, buscaba uno no muy utilizado, pero si conocido, y que vaya bien con la personalidad de mi personaje, ya que es deportista pero también muy... femenina. Y como Alex también se utiliza como nombre de chico, iba bien con su personalidad.
Lari: nunca me habían dicho que me expresaba bien. Normalmente, la gente dice que me cuesta. Como cuando era pequeña, mi hermana (melliza), tenía que traducirles lo que decía a mis padres. Total, un embrollo.

bueno, me alegro que os guste
´colgaré, espero, dentro de poco

gracias
eres genial y te expresas de miedo

wow!

cada vez mejore historias tria!!!

te felicito!!!!!

massssssssssssssssssssssssssss

ytqqqqqqqq

gracias por vustros coments
os dejo un cachoto más
espero que os guste:




-Vale, sí, era guapo, pero nada más. Y como he dicho antes, no lo conocemos-la última frase la dije articulando cada palabra.

Y para mi sorpresa, se rió.

-De acuerdo. Pero estoy segura de que si lo conocieras, saldrías con él sin pensártelo.

Suspiré, rendida. Tenía razón, pero eso me lo guardaba para mí.

-Lo que tú digas. ¿Por cierto, ya has terminado? Me gustaría irme a casa. Tenemos mucho que estudiar.

Esta vez, me miró, pasmada. Y volvió a reír, poniendo esa cara de interrogación, como si estuviese loca, y no supiese lo que yo decía.

-Pero si es viernes. Tendrás todo el fin de semana para hacerlo –luego, me mira con cara de súplica-. Por favor. Por un día que me dejo llevar. Por favor, por favor –solo le faltaba ponerse de rodillas, y llorando-. Por una vez que no estudio el viernes. ¡No suele pasar! Y tú deberías aprovecharte de ello.

-Y por una vez que quiero estudiar el viernes –le contesté con el mismo tono de voz-. Me quiero ir a casa. Tú te puedes quedar –esta vez le respondí en tono tajante. Viendo que ella no estaría dispuesta a estar sin mí, volví a la carga-. No tienes por que irte, si yo me voy. Si te apetece quedarte, te quedas. No lo fastidies todo por mí. Además, esa falda te quedará mejor a ti que a mí, y encima tendrás un nuevo conjunto, y un nuevo estilo. ¿Qué más quieres?

En vez de contestar, hizo una mueca de disgusto.

Y tenía la perfecta idea para hacer que se quedara.

-Y, seguramente, si buscas un poco te puedes encontrar con el chico.

Esa mueca de disgusto, cambió a una mueca de completa felicidad. Ya sabía yo… Pero cambió rápidamente de expresión cuando se dio cuenta de que, igualmente, me iba a ir.

Y antes de que pudiese replicar, la despedí, y me fui corriendo de allí, no sin antes decirle:

-Cuéntame como te ha ido. ¿Vale?

Una vez fuera de la tienda y del centro comercial, me paré para seguir con un paso lento, hasta llegar a mi casa. Tan solo tenía que cruzar unas cuatro calles, dos rotondas y un parque. Y quería tomarme todo el tiempo del mundo para llegar y así poder pensar y divagar en mis pensamientos.

Estos días me sentía realmente mal, pero no tenía ni idea de porqué. Dormía todo lo necesario, pero estaba cansadísima, estudiaba hasta las tantas, pero en los exámenes me quedaba con la mente en blanco, como cuando estás a punto de dormirte, y el tiempo pasa deprisa, me tenían que preguntar las cosas varias veces hasta que me enterase de lo que me decían. Causante del cero que me acababa de poner la señorita Díaz en un examen oral de historia. Era lo de siempre, te preguntaba sobre la lección que habíamos leído el día anterior, pero me la preguntó tantas veces que dio por sentado que no me la sabía. Y además, algo que no he dicho aún. Lo que me parece más raro de todo esto. Y es que en el momento en el que vi a ese morenazo, tuve la sensación de que ya lo conocía de antes. Y aún más extraño, cuando vi sus ojos, supe como se llamaba. Elip. Así se llamaba. Pero ese nombre no existía. Es decir, bien podía existir, pero entonces no era de este mundo, igual que esos nombres raros de los libros o películas en las que salen extraños mundos con extrañas criaturas y extraños nombres. Pero es, como no, no existía, y… Y estaba volviendo a mis fantasías. Tendría que reducir el número de libros de fantasía, y de películas. Cada vez estaba peor. En serio. Ya pensaba en mundos paralelos. Dios santo. Me tendrían que llevar al psiquiatra.

En ese momento llegué a casa. Era un barrio raro en Madrid, es decir, un barrio lleno de chalets y con suficiente espacio entre cada casa para una piscina. Y lo buena era que teníamos nuestro propio jardín, y las casas no eran como en el centro donde los edificios están tan cerca unos de otros que casi puedes ver el polvo de las estanterías de tus vecinos por la ventana. Estaba en la parte de Madrid ciudad con más vegetación.

Pues sí. ¿Que os creíais? La ropa es cara, y si mis padres no tuviesen tanto dinero, no habría descubierto mi afición hacia la ropa.

Saqué mis llaves del bolsillo y me dispuse a abrir la puerta, cuando alguien la abrió desde dentro.

Fui subiendo la vista de abajo arriba. Primero vi unas deportivas blancas, luego unos tejanos con una sudadera negra sobre una camisa blanca. Luego me fijé en su cara. Y… Dios mío de mi vida. No podía ser cierto. No podía. Simplemente no podía.

LOS MIOS TAMPOCO!!!

gracias
acabo de preparar mi paraguas por si os explotan los nervios
XD
mañana seguramente pondré más
pero a partir del lunes será un poco más mederados
por que vuelven las clases y estoy hasta el cuello de estudios.

gracias
pero paciencia
he empezado esta historia hace menos de una semana, ni cinco días!!!
pero seguramente ponga más mañana.
Bueno, seguramente, no, pondré más mañana

bueno, dije que pondría más
pues aquí está:




-Buenas, tú debes de ser Grace.

Me quedé pasmada. Sin saber que decir. Era la primera vez que pasaba. Normalmente cuando me habla un chico, no me pasa eso, y ahora tampoco. Pero es que aún estaba alucinando. En serio, no podía ser cierto.

Me miró, confundido. Luego tuvo una risa nerviosa.

-Acabo de estar con tu hermano. Soy nuevo y a aceptado para hablarme de todo un poco, y…

En ese momento, tuve la capacidad para hablar.

-Ya bueno, no confíes en él. Solo lo hace para tener más popularidad de la que tiene, aunque sea imposible.

Se mordió el labio inferior, asintiendo.

-Bien, lo tendré en cuenta. Soy…

-Elip –susurré.

-… ¿Qué? –Negué con la cabeza en señal de que lo olvidara- Bueno, me llamo David.

-Pues encantada -Lo sorteé para poder entrar en la casa.-. Tengo prisa, lo siento.

-De acuerdo –Oí que decía a mi espalda. Me giré, para volver a quedar cara a cara.-. Mañana volveré para que tu hermano siga con su explicación. Espero volver a verte.

-Sí, yo también –Le sonreí, luego cerré la puerta.

Vale, había sido muy raro. Nunca me había pasado esto. Me había sentido indefensa, ni siquiera podía hablar. Y lo más raro, me había sentido activa, completa, pero ese efecto ya pasó. Solo debía de ser en su presencia.

Sonreí para mis adentros, y me sorprendí a í misma de querer que llegase mañana para poder volver a verlo.

Dejé mi mochila en el suelo, a la derecha, justo debajo del perchero. Me encaminé hacia la cocina donde sabía que estaría mi hermano.

Me apoyé en el marco de la puerta, viendo como Mike revolvía el armario. En un momento dado soltó un “Sí” lleno de alegría, y sacó el paquete de donuts. Sin reparar en mi presencia, se lo comió, bueno, más bien se lo devoró. ¿Alguna vez habéis visto a un cocodrilo con su presa, cómo se la zampaba? Pues si os lo imagináis, sabréis de qué forma comía. Como si fuese el último día de su vida.

-¿Me he equivocado y he ido a parar al zoológico? –le pregunté con intención de humillarle.

Levantó la mirada, de golpe, sorprendido. Luego pasó a su cara de siempre, la de fastidio.

-Vaya, veo que las compras no duraron eternamente. ¿Qué ha pasado? ¿Te has mirado al espejo del probador por primera vez?

Se tragó el último bocado.

-Ya, bueno. ¿Quién era el que acaba de irse?

Mike sonrió con suficiencia.

-¿Te ha gustado lo que has visto y estas pensando en pedirle una cita?

Enarqué una ceja, pero en mi interior pensaba: “que no me ponga colorada, que no lo note, que no note que me pongo nerviosa”

-No. Salvo que me pregunto quién va y viene por nuestra casa. Solo era curiosidad –Creo que lo dije con demasiado énfasis, ya que la sonrisa de mi hermano se hizo más grande aún.

-Lo que tú digas. Es nuevo, se llama David y está en mi clase. ¿Algo más?

Maldita sea. Solo sabía eso. Y si además le preguntaba más sobre él se notaría demasiado, así que lo dejé correr.

-A… bien, vale.

Y me fui a mi cuarto llevándome la mochila.

gracias
a mi tambien
espero poder escribir más
si tengo suerte, mucha suerte
esta tarde habrá más
pero solo si tengo mucha suerte

hum hum hum dara que hablar seguro!! jeje
sube mas porfi!

vale, gracias
me temo que mi hermana se ha pasado horas al ordenador
y a no ser que escriba despues de cenar o antes
no pondré más por hoy