compartida entre dos (prólogo y primer capítulo)

Hola, me llamo Sofía y os voy a contar todo sobre mi. Mi aspecto, mi carácter, mis sentimientos y pensamientos, mis penas, mi amistad con chicas… y chicos… Vamos, todo. Y también, que no se me olvide, mis numerosos secretos, todos y cada uno de ellos. Algunos ni te los podrías haber imaginado, y otros… quién sabe. Eso es lo que os voy a contar: TODO



LA AGONÍA DE LO ESCONDIDO

Tras el duro examen de la profesora de Historia, me fui a casa.

Vivía en una vivienda de tres pisos a las afueras de Madrid. En el primero tenía la cocina de unos siete metros por cinco, y el comedor, casi el triple de grande. En el segundo, subiendo las escaleras de caracol a la derecha de la puerta, estaban las habitaciones de mis padres, Jaime y Marisa, y la de Jhonny, mi hermano de 18 años (cuatro años mas que yo). Cada habitación tenía sus respectivos baños. Y en el tercer y último piso estaba mi habitación y otro comedor que cuando los dos éramos pequeños la utilizábamos como el cuarto de los juegos.

Siempre tenía que ir en autobús y luego ir a pie por un sendero cerca de un bosque que mis vecinos pequeños creían maldito y siempre necesitaban que alguien les acompañara.

Cuando llegué, llamé a mi madre, que, como no trabajaba pues se quedaba en casa cocinando y limpiando. Pero no respondió. Y no esperé la respuesta de alguien más porque mi hermano y mi padre siempre llegaban a las tantas de la tarde

Avancé hasta el comedor donde dejé la mochila para encaminarme a la cocina para coger un pastelito de chocolate con un aspecto delicioso. Me lo comí y volví sobre mis pasos. Aún con la boca llena, recogí mi mochila y subí las escaleras hasta mi cuarto.

Me tumbé en la cama a la espera de que mi cansancio se esfumara. Cuando lo conseguí, cogí mis deberes y los deposité encima de mi escritorio al tiempo que me sentaba en la silla en frente de le mesa.

Antes de empezar miré si tenía algún mensaje en mi portátil. Me quedé de piedra. Un tal Frederick Colman me había mandado uno un tanto misterioso. Decía así:


“El mundo está en la magia,

La magia está en el mundo,

La persona que la posee

Posee la verdad…

Sabes a lo que me refiero, niña.

Quedamos mañana por la mañana media hora entes de que llegue tu autobús. Si decides no venir, lo sabré, y será fatal para tus seres queridos. Y no te preguntes por qué quiero quedar, solo pregúntate por qué un desconocido sabe tu secreto.

Atentamente;

Frederick Colman



¿Frederick Colman? Me sonaba el nombre, pero no sabía a que… pero… no podía ser cierto. Ya sé a que me sonaba, a Matt Colman, un compañero de mi clase, y según esto, el hijo de Frederick. Todo esto hacia las cosas más simples a mi vista. El hecho de que Matt me mirara con esa rabia contenida solo podía significar que el lo sabía y quería que su padre dejase de preocuparse de mi y que yo le devolviera el tiempo que le había robado como padre. Pero…

Fui interrumpida por el timbre.

-¡Ya voy!- grité lo suficientemente fuerte para el que hubiera llamado me oyese.

Bajé corriendo las escaleras, tropezándome, para luego saltar al suelo y abrir la puerta de un tirón. El chico que estaba delante de mi se sobresaltó.

Cuando se sobrepuso me miró directo a los ojos con una sonrisilla asomándole a la cara.

- Hola- me dijo cariñosamente.

Le devolví la mirada más o menos feliz.

Ya hacía cinco meses que salíamos y no podía estar enamorada de otra persona. Le devolví la mirada, sonriente, y el, a su vez, me cogió de la cintura.

-¿Puedo pasar?- me preguntó al mismo tiempo que se acercaba un poco mas a mi.

- Claro Will- tiré de el hacia mi a la vez que cerraba la puerta.

Le abracé intentando olvidar el mensaje, pero sin éxito. William notó lo tensa que estaba y me miró a la cara intentando descifrar mi comportamiento.

-¿Qué te pasa? Pareces preocupada…-Will quería consolarme, pero no sabía como.

Le volví a abrazar bien fuerte, como si quisiese impedir que se fuese volando. Pero en ese momento no pude aguantarlo más, y unas lágrimas empezaron a rodar sobre mi mejilla.

Me volvió a mirar fijamente, sin saber que hacer. Me zarandeó mientras me volvía a formular la pregunta y me aseguraba de que podía confiar en el. Pero eso yo no lo sabía. Todo el mudo puede traicionarte, y mas aún con un secreto como el mío. Angustiada por la agonía de no poder enseñárselo a nadie, me separé totalmente de el.

-Lo siento – le dije en una voz a penas audible.

Pero sé que el me escuchó porque intentó replicar, pero me fui corriendo por las escaleras dejando un atónito amigo. Entré en mi cuarto y cerré la puerta de un portazo. Seguido me tumbé en mi cuarto esperando las de Caín. Lloré desconsoladamente durante un buen rato hasta que oí la débil y arrepentida voz de mi amigo llamándome detrás de la puerta. Como respuesta me giré dando la espalda a la puerta. Will, sabiendo que no le contestaría, entró. Se paseó de puntillas por toda mi habitación y, sin saber como, supe que me estaba contemplando, y que pensaba como poder ayudarme. Tras su largo silencio, se sentó a los pies de mi cama y empezó a acariciarme el brazo. Meditó un largo rato como empezar su relato, luego prosiguió.

-Sé que no sabes si contármelo o no, pero si lo haces no volverás a sentirte así. Esta angustia que sientes ahora mismo yo también la siento. Por eso he venido. Tengo que contarte un secreto que nunca te podías haber imaginado, un secreto irreal, un secreto que solo una persona más puede tener. Estoy destinado a encontrarla pero yo aún no la conozco. Tu angustia, como te he dicho antes, se te pasará solo si me lo cuentas, pero no te voy a obligar a nada, eres tu la que tienes que decidir por ti, no yo. Y si ahora quieres estar sola, lo entiendo, es comprensible.

Seguí sin responderle, sumida en una angustia entre contárselo o no que no soportaba. En cambio, él ya estaba preparado para desvelar su secreto, solo si yo quería…

-Bueno, veo que no te convenceré ni para que me respondas a una sencilla pregunta como que si quieres dar un paseo conmigo mañana después del colegio ni nada por el estilo.

Y tras decir esto se levanto cuidadosamente, igual que si temiera despertar a alguien. A la vez que se giraba hacia la puerta y se encaminaba hacia ella, me levante de la cama sin hacer ruido y me quedé mirando fijamente su espalada mientras le decía:

-Te lo contaré si tú me aclaras lo que has dicho antes.

Tenía sospechas a lo que me había contado y temía (en realidad, esperaba) que tenía algo que ver con lo mío.

Will se giró poco a poco con una sonrisilla asomándole en la cara. Luego fue apareciéndole un aspecto de confusión.

-¿Qué es lo que quieres aclarar?

-Lo que quiero aclarar es lo que me has dicho antes de que compartías el secreto con alguien pero que aún no lo sabías. Me gustaría saber todo sobre tu secreto, tengo dudas sobre lo de que lo compartas con alguien.

Creyendo entender a lo que me refería, me contestó acercándose a mí con una sonrisa de oreja a oreja.

-No te preocupes, la persona con la que estaré, bueno, la chica con la que estaré no significa que vaya a enamorarme de ella, ni mucho menos, significa que será una conocida con la que pasaré buenos y malos momentos, lo mismo que tu cuando aún no salíamos juntos. Lo mismo.

Nos quedamos en silencio, el creyendo que ya había contestado a mis preocupaciones y yo que el aún no había terminado de hablar.

El silencio el final empezó a resultar incómodo.

-Aún no me has dicho de que trata tu secretito.

-¡Claro, es verdad! Verás, desde hace quince años, Morhen, otro mundo que nadie conoce desapareció de la faz del universo por algo o por alguien que es lo más probable ya que los únicos que aún existimos somos los que no estábamos en ese momento en Morhen. Trion, el…, uno de los que quedamos con el cargo mas alto envió dos personas, dos de los únicos bebés a vivir en la Tierra, el planeta donde encontramos mas indicios del ladrón. Yo era uno de los bebés…, un bebé normal y corriente, en cambio el otro, o mejor dicho, la otra era la única descendiente de un alto linaje de brujas y magos. Teníamos como misión ser enviados aquí y con el paso de los años encontrar al Oscuro, que es así como lo llamamos, pero al ser enviados algo salió mal y el paradero de cada uno de los dos fue diferente, yo aquí, y ella… a saber.

Nos quedamos callados por segunda vez sin saber que decir. Sabía que podía ser real, algo que una persona normal no podría saber, pero igualmente estaba atónita. No sabía que un secreto podía competir contra el mío en el secreto más grande de la historia. Ahora estaba segura de que había mas personas como nosotros.

Will se me quedó mirando como si esperara algo de mí.

-¿Qué? ¿Qué pasa?

-Ahora te toca a ti.

-¿El qué?

-Contarme tu secreto. Yo acabo de hacerlo y tú habías dicho que lo desvelarías, vamos, solo a mí.

-Si, es verdad…es justo, tú lo has dicho y ahora me toca a mí.

-Te lo iba a contar de todas maneras, pero como antes creía que no me escuchabas…- me repuso co aspereza.

-Ya…No te lo pudo contar todo con exactitud, pero tengo más o menos mi secreto en un cuaderno. Está todo escrito ahí. La verdad no sé de donde se me ocurrió lo de contarlo como un cuento, pero era la mejor manera de poder contar, desvelar, lo que me atormentaba. Y esto me hacía sentir un poquito mejor, pero no lo suficiente.

Me acerqué todo lo posible a Will y lo abrazé. Aún con los brazos en torno a su cuello me sumergí en sus ojos, y el, en los míos. Sin poder resistirlo, puse mis manos a ambos lados de la cara y le besé. Al principio se resistió, pero luego se dejó llevar. Me besó en la boca, en los pómulos, las orejas, el cuello, como si cada uno fuera el último, como si temiera perderme, como si me quisiera, y ese era justamente el caso, me quería. Y yo a el. Nos amábamos pero era el momento de parar. Me alejé un poco de el y le negué con le cabeza, luego me separé totalmente de el. Le sonreí y el me la devolvió. Rápidamente, antes de que estropease algo abrí mi cajón y cogí el cuaderno. Me lo quedé mirando, pensando qué hacer, si tenía alguna escapatoria…No, no, no…no le podía traicionar.

-Bueno… es hora de contártelo... ¿Preparado? Pues allá voy.

oh dios, es genial Tria, escribes super bien, estoy desenado que pongas el siguiente capitulo, me has enganchado a la historia!! y eso que es solo el primer capitulo. Enhorabuena por tu historia!!

Hola Will.Black
gracias por tu comentario,eres l@ unic@, de todos los k lo han leido, k me ha escrito. pense k a nadie le gustó...
Cuando he leido lo que has escrito, me he puesto contentisima, de verdad.
Seguiré la historia pero poco a poco, ya k el dia dos empiezo el colegio, otra vez.
Bueno... mil gracias, de veras.

*ya he colgado el principio del segundo capítulo, por si no lo sabias...

Tria escribió:

Hola Will.Black
gracias por tu comentario,eres l@ unic@, de todos los k lo han leido, k me ha escrito. pense k a nadie le gustó...
Cuando he leido lo que has escrito, me he puesto contentisima, de verdad.
Seguiré la historia pero poco a poco, ya k el dia dos empiezo el colegio, otra vez.
Bueno... mil gracias, de veras.

*ya he colgado el principio del segundo capítulo, por si no lo sabias...

De nada Tria. Y gracias por avisarme de lo del segundo capitulo, ahora mismo lo leo que ya tengo ganas de saber como sigue^^

Desde k escribiste no e tenido ocasion de ablar contigo
k t pasa??????????????????

esta muy bien tu historia Tria la dejas intrigante a evr si cuelgas mas pronto un beso!!

tengo el resto de la historia en otra página...
espero que te pases a verla!!

x cierto, te has propuesto postear en cada página???

no, solo posteo en las paginas que me gustan

jejejj
lol
entonces te gustan practicamente todas las paginas...

es que las voy descubriendo y me apetece participar ^^ pomnos el link de donde tienes colgado otro trocito de tu historia plis