Bueno este es mi primer fic de Cazadores de Sombras, asi que espero les guste y no me asesinen XD
Reseña: Lo único que deseaba Alec en ese momento era saber porque Magnus había desaparecido y no le contestaba sus llamadas... pero lo que descubrió en su casa hará que la confianza que le tenía se resquebrajara en mil pedazos... y tal vez también su amor por el excéntrico y sexy brujo
Magnus x Alec
Cap 1._ El descubrimiento
Alec no sabía que rayos estaba haciendo…
pero después de unos minutos tuvo que admitir que no podía soportar la idea de estar lejos de él.
Ya había pasado una semana desde su partida de Idris, del cual tuvieron que regresar por separado ya que su madre había querido saber todo acerca de porque jamás le había hablado de sus sentimientos hacia el “joven” brujo; y aunque unas horas después había llegado una carta a su cuarto de parte de “El Gran Brujo de Brooklyn” diciendo que estaba perfectamente y que no podía esperar a que llegara el momento en el que volvieran a estar juntos, Alec ya no volvió a recibir noticias de su parte.
Al principio aparentaba estar feliz y calmado, aunque hervía de preocupación por dentro, ya que no quería arruinar el sueño que estaba viviendo Jace con sus preocupaciones; pero entre mas días pasaban sin tener noticias de Magnus, mas distante y distraído se volvía; y aunque trató de evitarlo, su hermana Isabelle terminó por darse cuenta de que el no se encontraba perfectamente bien.
- Tal vez tuvo que ir a alguna reunión de submundos, y no te pudo avisar –le dijo Isabelle, después de que se hubieran resguardado en la seguridad del cuarto de Alec y él le contara sus pensamientos acerca de Magnus – no tiene porque ser malo, tal vez solo…
- Izzy, cállate – le dijo Alec, con el ceño fruncido; no soportaba la ideade que su hermana sintiera pena por él, y una idea descabellada se le estaba formando en la mente en ese justo momento
- Pero Alec… - Isabelle, algo molesta porque su hermano la había callado, lo tomó del hombro y lo obligó a verla a los ojos – tu sabes lo que Magnus siente por ti, así que tu…
Alec suspiró y se levantó de la cama, haciendo que Izzy se levantara con él
- ¡¿Alec, por el Ángel, que demonios haces?¡ - dijo Isabelle, mientras miraba atónita como su hermano salía de la habitación y caminaba por el pasillo
- ¡Alec¡ - el chico suspiró y se dio la vuelta para encarar a su hermana, que caminaba hacia él extremadamente enojada
- Izzy, por favor baja la voz, no quiero que Jace venga justo en este momento y me pregunte que rayos pasa – dijo Alec; para su sorpresa Isabelle no le reprochó, pero mantuvo su rostro serio y le echó a Alec una mirada que prometía problemas; el chico suspiró y siguió caminando por el corredor, sintiendo los pasos de su hermana justo detrás de él.
Cuandollegaron al ascensor, Alec presionó el botón de “bajar”, y se volteó para enfrentar a Izzy en lo que el elevador llegaba
- Alec, ¿vas a ir a ver a Magnus? – Alec se sonrojó ligeramente ante la pregunta de su hermana, pero asintió y le dirigió una mirada desafiante
- Sabes que tengo todo el derecho de ir a verlo Isabelle – le dijo; ella frunció el ceño y lo tomó por el brazo
- Pero, ¿Y que tal si en verdad tuvo algún problema y no está en casa? – Alec no entendía porque Isabelle estaba tratando de frenarlo con tanto ímpetu, pero había tomado una desición y ni siquiera Jace podría hacerlo cambiar de opinión en ese momento
- Fácil, si no está en su casa me regreso al Instituto – Alec le dirigió una mirada suplicante a Isabelle, ya que sabía que su hermana no lo molestaría mas si lo veía tan desesperado – Por favor Izzy, solo quiero saber porque no me ha mandado ningún mensaje ni me ha regresado mis llamadas
Isabelle,justo como Alec predijo, lo soltó y se alejó de el unos pasos, mientras que en su rostro se mostraban a la vez el deseo de ver a su hermano sonreír y de detenerlo en ese mismo instante; unos segundos después Alecse relajó, porque en el rostro de su hermana era evidente que emoción había ganado la contienda
- Gracias Izzy, te debo una!
El elevador por fin llegó, y Alec le lanzó una pequeña sonrisa a su hermana, en el momento en el cual la dorada reja se cerraba dejándolo, al fin, solo.
La resolución dentro de él flaqueó un poco cuando se dio cuenta del color del cielo al salir del Instituto; pero el recuerdo de los últimos momentos que había pasado con Magnus en Alicante lo motivaron para continuar su camino
- En fin, si llueve me refrescare un poco – una ligera mueca sarcástica apareció en el blanco rostro del muchacho, que empezó a caminar ya que no tenia el mas mínimo interés en tomar un taxi, en parte porque no llevaba mucho dinero, y no sabia con exactitud el nombre del lugar en el cual se encontraba el loft de Magnus.
La llovizna empezó unos momentos después de que Alec saliera del metro, cosa que lo frustró ligeramente, ya que no llevaba mas protección que una chamarra negra, pero el deseo de ver a ese brujo que hacíaque sus pensamientos fueran tan confusos era tan fuerte que siguió avanzando, aún cuando los autos pasaban velozmente junto a él y
terminaban el trabajo de la lluvia.
Cuandopor fin divisó los edificios de ladrillo rojo que le eran tan familiares, una sonrisa de júbilo iluminó su rostro y apresuró el paso, deseoso de descifrar el misterio de Magnus y, aunque no quería admitirlo, de entrar a un lugar seco, caliente y reconfortante. Al llegar frente al edificio donde vivía Magnus, la intranquilidad empezó a
molestarlo, pero trato de no hacerle caso; su mano temblaba ligeramente cuando apretó el timbre que decía “Bane”, y para su frustración no era solamente frío lo que sentía en esos momentos. Alec tocó tres veces, pero nadie contestó, las ventanas de su loft estaban más oscuras de lo habitual, y el pasillo estaba cargado de un áurea de intranquilidad, cosa que preocupaba al joven shadowhunter
- Creo que en realidad no esta en casa… será mejor que me vaya… - los pensamientos de Alec eran un remolino incierto de dudas y preocupaciones, y por mas que quiso no pudo apartarse de esa puerta, quelo atraía como un imán a un pequeño alfiler
- Supongo que no estaría mal… si echara un vistazo para ver si todo esta en orden… - el muchacho tocó ligeramente la puerta, y como si fuera obra de magia ésta se abrió, invitándolo a descubrir el secreto que guardaba tan celosamente en su interior.
- ¿Magnus? – el shadowhunter entró sigilosamente, y trató de subir las escaleras con el mayor cuidado posible, envidiando a Jace como nunca lo había hecho, gracias a su habilidad de caminar tan silenciosamente como un felino; cuando se encontró por fin ante la puerta del loft, sentía sus manos cubiertas por un sudor frío, ya que la atmósfera de la habitación era más pesada incluso que en el exterior; lentamente y
esperando no ver algo terrible, Alec giró el pomo de la puerta y entró a la habitación.
El chico estaba listo para afrontar muchas cosas, incluso en su fuero interno se había preparado para encontrar la habitación principal hecha pedazos y a Magnus tirado en el piso, desmayado… pero nada en el mundo podría anticiparlo para lo que encontró.
Un brillo rojizo iluminó el cabello de la chica, que estaba profundamente dormida en el sillón favorito de Magnus. Aunque Alec no quería admitirlo, en el fondo su mente rectificaba que la muchacha era hermosa,ya que su cabello, de un color rojizo más oscuro que el de Clary y con un ligero brillo violáceo, caía lacio y suave y le cubría parte de la espalda; su rostro era blanco como la porcelana, finamente delineado, parecía una obra de arte de algún artista clásico.
Alec se quedó observando unos segundos a la chica, pero el ruido de unos pasos conocidos hizo que desviara su mirada; ahí, en la puerta de su dormitorio, estaba el Gran Brujo de Brooklyn, con un aspecto de haber terminado de ducharse, el cabello negro despeinado y húmedo, y una camisa de lino blanca medio abierta, de tal manera que enseñara parte de su blanco pecho… y lo peor… unas ligeras marcas rojizas, semejantes a los arañazos, marcaban ligeramente la piel de sus brazos y su pecho
- Quien osa entrar en la casa del Gran Brujo de Brooklyn sin su permiso?? – el mago se quedó petrificado un momento, al observar al adolecente ojiazul completamente mojado en la puerta de su casa, lanzándole una mirada llena de dolor y desprecio
- Alec…? – el chico miró unos segundos más a Magnus, haciendo que él se sintiera perdido en la inmensidad de los ojos azules del muchacho, que en esos momentos parecían reflejar al mar embravecido; después el chico desapareció de la puerta, corriendo tan velozmente como eran capaces únicamente los vampiros y los nephilim.
Magnussiguió con la mirada perdida en el lugar en el que había estado Alec, consciente de que su mayor temor se había hecho realidad… una parte de él había confiado en la habilidad de Isabelle y Maryse para retener al joven shadowhunter en el Instituto, ya que él les había mandado una carta diciéndoles que se iba de viaje por un tiempo… pero al parecer la curiosidad del muchacho había ganado sobre su naturaleza tranquila, arruinándole todo el teatro.
El brujo sabía que tenía que tomar una decisión, y si se quedaba en ese lugar y dejaba a Alec huir con esa imagen grabada en su mente, el chico jamás volvería a confiar en él, y lo abandonaría a su suerte para no volver jamás; Magnus pensó que tal vez eso era justo, porque no quería involucrar a Alec en sus problemas, pero la imagen que se formó en su mente lo traicionó: Alec desapareciendo de su vida para siempre, no
volver a ver su sonrisa ni la alegría que se reflejaba en sus ojos cuando él le decía que lo amaba… un dolor muy intenso inundó su pecho, tan fuerte que Presidente Miau soltó un bufido y se alejó de la habitación; y una ligera mueca de dolor apareció en el rostro de ella, destruyendo la completa paz que hasta entonces había demostrado.
Magnusdebía de tomar una decisión en ese momento… un suspiro salió de sus labios en el momento en el que su mano se elevaba hasta la altura de sus ojos, y un ligero chasquido resonó en la habitación.
Como dije antes... espero que les guste ^^