jajajajaja!! soy una maestra de la intriga
xDDDDD
aqui pongo un poquito mas!!!!!!!!!!!!
CAPITULO 4
“Abaddona escuchó un ruido y rápidamente se dio la vuelta, temeroso de lo que pudiera ver. La chica del porche no parecía haberse percatado, y el joven muchacho tampoco. Pero él era un ángel, y percibía lo que otros no podían. No era un ruido desconocido…ya lo había oído muchas veces en su larga vida…pero no podía ser. Estaban casi extintos, y no tenía noticias de que ellos estuviesen por Hokoben. Era totalmente incomprensible.
Un chasquido, parecido al que hace un rama al romperse, hace que Abaddona se de la vuelta por completo…y delante de él hay diez vampiros. Los últimos vampiros de la civilización, que le miran con sus grandes ojos de color rojo fuego, con los colmillos rozándoles los labios…”
Abaddona, recordando aquél fatídico incidente, abrazaba a Alex con fuerza, después de la confesión de esta. El si que la necesitaba a ella en su vida…no podría seguirla si Alex no existiera, no podía ser feliz sin reconocer su aroma, sin observar sus redondos ojos color miel, sin tocarla…
Alex no podía dejar de sollozar. Aunque sabía que Abaddona le ocultaba algo muy importante, no podía dejar de pensar en que él la había cuidado cunado otros la habían despreciado, la había apoyado en todas sus decisiones…Alex quería a Abaddona, en cierto modo lo amaba, pero no podía saber si era la clase de amor que Abaddona esperaba de ella. Por que no podía dejar de pensar en aquellos ojos azules, que la observaban tan delicadamente como una caricia…No podía dejar de pensar en Brian y en todo lo que él despertaba en ella, incluyendo aquél sentimiento de familiaridad tan extraño. Era como si le conociese de antes, como si ya hubiera hablado con él…como si ya hubiera besado aquellos labios…
Brian giró la cabeza, incómodo. No podía observar por mas tiempo como Abaddona abrazaba con tanto amor a Alex…a su Alex. Por que ya recordaba. Recordaba mas de lo que le gustaría…
“-No puede ser-dijo Cassandra, mirando a su hermano con el miedo reflejado en el rostro-Br…Brian…¿Qué…?
Brian entró tambaleante en la habitación, con medio cuerpo ensangrentado y la cara llena de mugre. Intentó dar unos pasos hacia delante, pero en vez de eso, cayó desplomado al suelo. Su hermana soltó un grito y se acercó corriendo hacia él. Le retiro el pelo de la cara, y vio que sus ojos eran apenas dos rendijas.
-Hermano-gimió Cassandra, entre lágrimas-¿que te han hecho? ¿Qué ha pasado?
Brian hizo un esfuerzo por mirar a su hermana, y agarro su brazo con la fuerza que le quedaba, que no era mucha.
-Yo…-Brian tosió, lo que hizo que un montón de sangre manara de su boca-…Alex…-y entonces murió. Cassandra lloró desconsoladamente, meciendo a su hermano como si se tratase de un bebé, como si no quisiera soltarlo…”
Brian apretó los puños, furioso. Muerto. Si, el había muerto. Pero aquí estaba. Por culpa de Abaddona…todo era culpa de Abaddona. Y aún así se dignaba a mirarle a la cara, y a abrazar a Alex…si él la hubiera protegido…si solo lo hubiera impedido… no estarían esa cueva, enfrentándose a un poder que nadie sabía controlar. Alex le recordaría….y le amaría como él la amaba a ella. Todo sería completamente diferente. Todo.
Michael observo a Brian. Apretaba los puños. Supo que estaba furioso. Él también lo estaba. No podían dejar que Alex fuera una ignorante toda su vida acerca de esto. Él lo sabía todo. ¿Por qué ella no? ¿Por qué Abaddona era tan egoísta? Alex tenía derecho a saberlo todo. Era su vida. Su historia…
Michael dio un paso a delante.
-Abaddona-llamó, y el aludido se dio la vuelta, soltando un poco a Alex, que ya había dejado de llorar-acabemos con esto.
Brian también observaba a Abaddona.
-No creo que…-empezó a decir Abaddona, pero Brian, totalmente harto, le interrumpió.
-¡¡¡No digas que no crees que Alex necesite saber nada!!!!-gritó Brian, su voz, un eco contra las rocas-ni se te ocurra!!!! Por que si necesita saber!!!Lo tiene que saber todo!!! Necesita saber quien soy yo para ella!!!! por que el quererla como la quiero y que ella no me recuerde ni un poco me está matando!!!lo entiendes Abaddona!!!?? Me está matando que ella no me recuerde!!!!
Alex se quedó completamente quieta, rígida, sin poder apartar la mirada de Brian, que respiraba agitado. Y entonces, como una sucesión de diapositivas, unas imágenes pasaron por su cabeza, como en flash. Un prado muy hermoso, con grandes árboles y flores preciosas, una mano acariciando su cuerpo con dulzura, unos labios besando su cuello con cariño…unos ojos de color azul océano mirándola con ternura. Y un recuerdo asalto su memoria, disipando todo lo existente hasta el momento…
“ -¿Que pasaría si yo muriera?-preguntó Alex, mientras Brian cogía su mano, y la acariciaba con delicadeza. Brian alzó la cabeza para mirarla-¿si yo desapareciera de tu lado?
-Nunca dejaría que eso pasara, Alex-respondió Brian, y la cogió de los hombros para acercarla a ella. Estaban bajo al sombra de un gran manzano, y el sol alumbraba todo el prado dándole un aspecto como de cuadro, un cuadro hermoso y lumínico-además, deberías saber que si tu muriese, yo iría contigo hasta los confines de la mismísima muerte-Brian cazó un rebelde mechón de pelo de Alex, que revoloteaba entre ellos-aunque sabes que yo nunca te dejaría morir…eres mi vida, Alex. Si desapareces, yo desaparezco contigo.
Alex miró Brian con un brillo especial en los ojos. Luego, llevo sus manos a la cabeza del muchacho, y acarició sus bellos cabellos dorados.
-Te amo, Brian-dijo, acercando su cara a la de él-lo sabes, ¿verdad?
Brian no contestó. En vez de eso, acaricio el rostro de Alex y la atrajo mas hacia sí, para besarla. Un beso dulce y tierno, lleno de amor eterno.”
Alex calló desplomada al suelo, sin que Abaddona pudiera evitarlo. Brian se acercó a ella y se arrodilló junto a su cuerpo. Alex le miró, y vio una preocupación inmensa en los ojos del muchacho. Si proponérselo, alzo una mano temblorosa y tocó la mejilla de Brian. Éste cerró los ojos ante ese contacto tan placentero.
-Brian…-susurró Alex, mirando fijamente aquellos ojos azules-estoy bien…no te preocupes.
Abaddona observaba la escena de pie, sin decir nada. Michael se había acercado hasta ellos, pero también permanecía de pie.
-No, no lo estás-dijo Brian, reprimiendo las ganas de echarse a llorar allí mismo-no lo estás…
Michael se acercó a su hermana con rapidez, casi empujando a Brian. Se agachó y tocó su cuello.
-Respira, pero lo hace muy débilmente-dijo, tocándole también la frente-está ardiendo.
Abaddona, quieto como una estatua, miró a Brian.
-Esto…-empezó a temblar, preso de una cólera que hacía años que no sentía-!!!esto es por tu culpa, maldito híbrido!!! Todo esto es por tu culpa!!! –los temblores cada vez eran mas insoportables. Notó como el bastón vibraba en su mano. Michael le miró y se levantó de golpe.
-¡Abaddona!-exclamó, acercándose al caído-¡Abaddona, para!-intentó tocar al ángel, pero este esquivo su mano, sin dejar de mirar a Brian.
-¡Tu no has hecho mas que traerle recuerdos a Alex sobre su pasado!-continuó, y empezó a sentir el fuego arder en su interior-¡todo lo malo que ha vivido! ¡La muerte de sus padres!-el temblor se intensificó tanto que Michael dio un paso atrás. Brian empezó a ponerse en pie, sin apartar la vista de Abaddona-¡conocerte a ti!
Entonces, sin que ninguno de los presentes pudiera hacer nada por evitarlo, un destello de fuego salió despedido del cuerpo de Abaddona e impactó directamente en Brian, lanzándolo por los aires.
Michael gritó y se lanzó contra Abaddona, y ambos cayeron al suelo con un ruido sordo.
Brian chocó contra las duras rocas de la cueva y sintió como se le dislocaban ambos hombros. Pero no gimió, no aulló de dolor. Por que él no sentía eso. Se puso en pie y descubrió que su camiseta estaba rota, chamuscada por el fuego de Abaddona, y las heridas ya estaban empezando a curarse. Miró a Alex, que se hallaba inconsciente en el suelo. Dio gracias a dios. Ella no podía ver en lo que se había convertido. No ahora.
Michael intentó por todos sus medios sostener a Abaddona, pero éste, con un acertadísimo movimiento, se deshizo de su agarre y se puso en pie con facilidad. Vio como Brian se acercaba a él.
-¡Asqueroso monstruo!-gritó, y su voz hizo eco en toda la cueva-¡¿no mueres nunca verdad?! ¡Tendré que soportarte hasta el fin de mis días! ¡Tendré que soportar como vas matando a Alex poco a poco, descubriéndole una verdad aterradora!
Brian se paró en seco y miró al ángel.
-¡No todo es tragedia en su pasado!-gritó-¡me tiene a mí, me tenía a mí! ¡todo lo que paso fue por tu culpa! ¡Ella me amaba, y lo hubiera recordado antes o después…pero no la protegiste lo suficiente! ¡Dejaste que se convirtiera en lo de verdad la está matando! ¡dejaste que se convirtiera en…!
-¡YA ES SUFICIENTE!-tronó Michael, interrumpiendo a Brian-HACED EL FAVOR DE PARAR DE UNA PUTA VEZ!
Abaddona se giró hacia el demonio.
-Mi hermana está inconsciente…no tiene fuerzas…puede que incluso…-Michael se llevó una mano a su abundante pelo negro-¡puede que incluso muera! ¡Y vosotros solo perdéis el tiempo en comprobar cual de vuestros egos es el mayor! ¡Es patético!
Brian bajo la cabeza hacia el cuerpo de Alex. Sus cara estaba manchada de hollín y su boca ligeramente entreabierta. Era hermosa incluso así. Era verdaderamente hermosa.
Abaddona miraba al demonio, sin poder evitar sentirse algo aturdido. Michael estaba…preocupado, y mucho, por su hermana.