Cazadores De Sombras Facilis Descensus Averno |
| | .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] | |
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+3Rag Larii Dangerous Girl ·$ Llum de matinada 7 participantes | |
Autor | Mensaje |
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Llum de matinada Duende
| | | | Alex-Mourmine Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Mar Abr 06, 2010 10:08 pm | |
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| | | Stella Bones Criatura de Lilith
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Mar Abr 06, 2010 10:12 pm | |
| Te envié un privado y te invité a amigos | |
| | | Llum de matinada Duende
| | | | Stella Bones Criatura de Lilith
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Mar Abr 06, 2010 10:28 pm | |
| - Llum de matinada escribió:
- Stella Bones escribió:
- Te envié un privado y te invité a amigos
Eso de invitar a amigos... (perdonad mi ignorancia)... cómo se acepta? arriba del todo le das a profile, y en la linea en la que pone informaciones verás preferencia, firma, avatar y amigos e ignorados. Le das y te aperece el nombre de quien te ha invitado y un sigo + o -. Si das a + aceptas si das a - ignoras A mi me costo mucho pillarlo xDDD | |
| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Mar Abr 06, 2010 10:33 pm | |
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Última edición por Llum de matinada el Mar Abr 06, 2010 10:34 pm, editado 1 vez | |
| | | Stella Bones Criatura de Lilith
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Mar Abr 06, 2010 10:34 pm | |
| Un placeeeeeeeeeeeeeeeer! | |
| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 5:57 pm | |
| Stella! Dónde estás? Buena presentación para la continuación que traigo hoy... xD Alguien sabe qué le ha pasado? Sigue viva? Por dónde anda? T_T
Pero bueno, yo he venido aquí para colgar y no para lamentarme, pese a haberle perdido la pista a nuestra amiga. Sí, sí, ya paro. Ya soy una chica madura, 17 años de vida me tienen que haber enseñado a pasar las adversidades. En cualquier caso... creo que ya iba siendo hora de colgar algo porque como he tenido el foro descuidado esta historia se quedó colgada, sin más. Espero que me podrés perdonar por esta ausencia prolongada y que no me mataréis si con los meses mi forma de narrar ha cambiado un poco. Estoy un tanto desentrenada, a lo mejor se me nota Pero basta de lamentos y de acusaciones! Ahí va la siguiente parte! Espero que os guste chavalines ;O
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Emprendieron el camino de vuelta a la pequeña casa de Cassie. Recorrieron el bosque juntos hasta el lugar donde se habían encontrado y allí, Nicholas liberó a su caballo del nudo con el que lo había ligado al árbol y el caballo resopló un poco, para luego empezar a dar vueltas alrededor de su querido amo. Cassie contemplaba la escena maravillada, pues nunca había visto un caballo similar a aquél, tan noble, tan hermoso. El compañero perfecto de viaje para el joven, se dijo para sus a dentros, y volvió a enrojecer. La mano que había posado en el antebrazo del desconocido -aunque Nicholas dijese que por el solo hecho de conocer el nombre del uno y de la otra eran conocidos, era renuente a considerarlo como tal -temblaba levemente a causa de la emoción y el nerviosismo. Notaba el contacto casi directo con la piel del muchacho que era cálida, que la invitaba a no apartarla de él nunca más.
-Señorita Dickenson.
Levantó de repente la mirada, avergonzada por lo que estaba pensando. Demasiado rápida fue su respuesta, refleja, no se acordó de mantener la vista gacha como antes y se topó con sus ojos de nuevo, sonrientes. Los apartó enseguida y estuvo tentada a alejarse un poco de él. Su contacto, tanto el del brazo como el de las miradas le hacía desear distanciarse y acercarse a la vez, contradictoriamente, y eso la confundía. Recordando las normas de cortesía, aun así, se obligó a mantenerse donde estaba y recobrar cierta compostura.
-Perdone, me encontraba en una especie de sueño diurno. -No pasa nada -concedió. Estaba acariciando la crin del caballo con suavidad y el animal movía la cabeza en busca de incluso más atenciones. Se daba cuenta de que su amo había desviado la atención de él -. Me preguntaba si le gustaría volver a su casa dando un paseo -y lanzó una mirada significativa al caballo, una invitación. -Oh, no, por favor. Es usted muy amable pero dudo que lleve la indumentaria adecuada para esa actividad. -No se preocupe, va vestida perfectamente. -Pero verá... -Además, guiaré yo al caballo, no habrá oportunidad de que usted caiga, pues ya nos conocemos de hace mucho y nunca me ha provocado ninguna herida ni se ha desbocado antes. Esté tranquila, no sufrirá ningún daño.
Cassie aún lo miró renuente.
-Se lo aseguro -y tras la mirada seria que le dedicó asomó una chispa de diversión.
Cassie aún volvió a mirar un momento el caballo, con una mezcla de admiración y temor. Finalmente, aun así, cuando Nicholas le ofreció sus brazos para ayudarla a subir no se resistió y dejó que, con gran horror por su parte, la rodeara con ellos por la cintura y finalmente la sentara en el lomo del animal, que reaccionó dando algún relincho por el peso desconocido. Por supuesto, no es necesario describir las emociones que recorrieron el cuerpo y el corazón de nuestra joven amiga cuando las manos poderosas la prendieron del suelo y la elebaron en el aire. Miró a Nicholas sin poder ocultar su rubor. Cuando, riendo, su acompañante subió al caballo justo detrás de ella y puso sus esbeltos brazos a su alrededor para prender las riendas ya no pudo resistir más y poco faltó para que perdiese el equilibrio y cayera. La actuación rápida de aquellas manos permitió, por suerte, evitar semejante desgracia.
No tardaron mucho en llegar a la casita. Descendió Nicholas primero y luego ayudó a Cassie a bajar del caballo, que aún así cayó al suelo con estrépito. Es difícil manejar una joven nerviosa, dicen. Antes de que Nicholas volviese a subir al caballo aún tuvo tiempo de apenarse por el lamentable estado de su vestido y los cabellos revueltos. Su madre le preguntaría qué le había pasado. ¿Sería mejor que su madre viese que había vuelto en caballo con un joven semejante o que creyese que había tenido algún accidente en su caminata? Se decantó, por supuesto, y como cabía esperar en una señorita de su tiempo, por la segunda opción. Miró una vez más al mozo, que desde su posición privilegiada la miraba a su tiempo. Ambos, con una sincronización perfecta, se ruborizaron a la vez. Nicholas hizo ademán de girarse para irse por donde había llegado y Cassie, pese al miedo que montar a caballo le había provocado, tuvo ganas de subir de nuevo, con él. No dijo nada en cualquier caso y Nicholas se empezó a alejar. No tardó mucho en girarse de cualquier modo para decirle:
-¿Tendré el placer de verla mañana? -¿Cuándo? -preguntó presurosa ella, mientras miraba de reojo a la puerta de su casa. -Pronto, por la mañana, la esperaré. -¿Dónde?
Él no contestó, solo dibujó una sonrisa que el atardecer iluminó con brillos naranjas, violetas y rojos. Luego, se fue.
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Espero vuestros comentarios
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| | | Larii Dangerous Girl ·$ Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 6:15 pm | |
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| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 6:53 pm | |
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| | | ♫_Kiwi_♪♪ Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 6:56 pm | |
| Llum Stella sigue viva y coleando jajajajaj pero al foro se conecta nada nada...anda ocupadita!! Wolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! ^^ | |
| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 7:06 pm | |
| Jopelines, pues aquí se echa de menos! (No soy la más indicada para decirlo pero bueno...)
Wolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa a ti también! xD | |
| | | ♫_Kiwi_♪♪ Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 7:11 pm | |
| Jejejj es que esta estudiando fisica y matematicas!! Hoy cuando hable con ella le digo que la echas de menos!! ^^ | |
| | | Llum de matinada Duende
| | | | Stella Bones Criatura de Lilith
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 11:07 pm | |
| No es que esté estudiando matemáticas y física, es que también estoy estudiando lengua xDDDD Es que estoy en primero de bachiller y es muuuuuuuuuuuuy complicado sacarlas en verano... tengo el día organizado en estudiar, comer y dormir. Hoy me harté y en vez de hacer los 45 ejercicios diarios solo he hecho 10. En fin, os echo también de menos pero es que no tengo tiempo material para escribir xD | |
| | | Llum de matinada Duende
| | | | ♫_Kiwi_♪♪ Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 11:14 pm | |
| energiaa energiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! Tomala! jajaj | |
| | | Stella Bones Criatura de Lilith
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Miér Ago 04, 2010 11:18 pm | |
| Gracias!!! Y Kiwi... me he corrido al ver tu foto *_*
XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
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| | | ♫_Kiwi_♪♪ Nefilim
| | | | Alex-Mourmine Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Jue Ago 05, 2010 11:48 pm | |
| wooooo¡¡¡¡ parece que estamos locos¡¡¡¡ volviendo al tema me encanta est genail¡¡¡¡ sige escribindo bsos | |
| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Vie Ago 06, 2010 3:49 pm | |
| Alex HOLAAAAAAAAAA!!!! Hacía mucho que no nos veíamos, no? Me alegro mucho de que aún ahora te siga gustando mi fic Espero que lo que está por venir también te guste ^^
Dios, me habéis puesto una conversación pecaminosa en mi historia... no sé cómo podré superar esto xD Pero bueno, me dejo de quejar y ahí va la siguiente parte
------------------------------------------------------------------------------------------Cassie se levantó al día siguiente con una extraña sensación. ¿Había sido la pasada tarde solamente un sueño? Miró su vestido celeste, aunque ahor ateñido de un verde claro en los bordes, con aún alguna florecita colgando de él y una zona con finos pelos adheridos. Su pulso se acceleró cuando pensó en lo que había pasado, porque evidentemente no era un sueño. Y también recordó lo que hoy estaba por pasar. Volvería a ver al señor Willoughby y ni siquiera sabía si era decoroso o no hacerlo. El día anterior había intentado comunicarle su vivencia a su madre, pero por temor a que ésta tachase su actitud de reprochable, no le dijo nada. Ahora no sabía si lo que estaba por pasar ese día aprofundizaría un poco más el futuro castigo por una actitud errónea o si era corriente y acceptable. Dejando el tema en un lugar de su mente por el momento, pues podía amargarla y ya no había vuelta atrás en la vuelta del caballero, se fue al drawing room, dónde se puso a leer en us butaca favorita. Ojeó por encima el libro en el que se encontraba inmersa pero no tardó en volverlo a cerrar para depositarlo, de nuevo, en la mesita que se encontraba junto a ella. ¿Y si solo era una cortesía pero no una realidad, lo que el extraño dijo de la visita? ¿Y si finalmente no venía? Le ahorraría muchos problemas. ¿Lo volvería a ver otra vez en caso de que no se presentara? Una voz, una corazonada, algo le decía que sí pero no estaba tan segura. Además, ¿no eran ya las diez de la mañana? Si hubiese querido verla habría ido mucho más pronto, es decir, ya era tarde y él dijo exactamente -pues su mente había almacenado cada palabra de su corta conversación-: "Pronto, por la mañana, la esperaré". Se levantó repentinamente. <> Eso no significaba que la iría a buscar a casa, por supuesto. Y, ¿dónde más la podría esperar que en el único sitio que ambos conocían? Abrió la puerta apresurada y empezo a correr. Apenas había recorrido unos cuantos metros cuando su madre se asomó por la puerta abierta con ojos interrogadores y le preguntó:
-¿A dónde vas Cassie?
Cassie paró en seco.
-Voy a pasear un poco, madre, hace un día espléndido. -Ya veo -murmuró su madre, aún con un brillo un tanto extraño en los ojos -no tardes mucho, ¿de acuerdo?
La chica usó el tiempo estrictamente necesario para murmurar un "Adiós y buen día" a su madre y luego reemprendió la carera hacia el claro del bosque en el que, en el ayer, había ido a llenar el cántir. Los pensamientos mohínos sobre la falta o asistencia del señor Willoughby a la cita la mantuvieron ocupada durante todo el tiempo. Le dio vueltas a la primera opción, dándose argumentos a sí misma de por qué tendría que faltar y justificándolo de alguna manera, aunque estos la entristecían. Luego pasó a la etapa de defender su presencia allí y cada vez el corazón le iba más deprisa, era la única conclusión. Quizá por el cansancio, tal vez algo más tenía relación con ello... Cuando finalmente llegó al claro en el que el día anterior se habían encontrado dio un vistazo a su alrededor y con abrumador desconsuelo encontró allí su respuesta. No había nadie. Tan solo la melodía del bosque acompañaba sus respiraciones ahogadas. Si se pensaba en el caso con la cabeza fría, era de esperar que Willoughby ya no estuviese allí. Es decir, no tenía reloj pero las diez y algún cuarto era una hora bastante avanzada. En el caso de que, por un regalo de la suerte, hubiera enviado al señor hasta allí, éste se podría haber cansado de esperar hace rato, al no encontrarla, y haberse marchado de nuevo. Parecía una explicación bastante verosímil teniendo en cuenta el panorama. Cassie se fue a sentar justo al lado del río, mojándola hasta las rodillas. Se remangó un poco el vestido para no mojarlo a su tiempo y miró con ojos perdidos al interior del agua cristalina, donde los peces saltaban y describían eses y las algas se balanceaban con calma.
-¡Por fin!
Se giró enseguida al reconocer la voz, y casi sin creérselo. Detrás de ella se encontraba Nicholas, vestido con una camisa nueva y, esta vez, seca, unos pantalones pardos culminados por una succesión de botones colocados describiendo una línea recta y unas botas de montar negro azabache, hasta las rodillas. Se arrodilló junto a ella, que en el mismo momento empezaba a levantarse.
-Cualquiera diría que la estoy pidiendo en matrimonio -dijo Nicholas, poniéndose de pie, también.
Cassie enrojeció, más vivamente que nunca. Empezó a girarse para ocultar la vergüenza y el vergonzoso tono apastelado de sus mejillas. Hizo ademán de alejarse y Nicholas cayó en la descortesía que acababa de hacer.
-Perdone, señorita Dickensen, no pretendía ofenderla. Perdóneme, perdone a este estúpido muchacho que apenas sabe cómo tratar a las señoritas -se excusó le ofreció una mano, esta vez sin cántir, para que ella retomara su posición a su lado. Cassie pareció apreciar el acto, pero demasiado preocupada por la cara que pudiese verle el extraño aún dudó en volver a su sitio anterior -. Se lo ruego, no me tome esto en consideración. ¿Pretende dejarme sin su presencia tan pronto, ahora que acabamos de encontrarnos de nuevo?
La pobre joven no sabía qué hacer. Las palabras de Nicholas eran ciertamente agradables, aunque le daban aún más vergüenza de la que ya sentía. Se preguntó a sí misma si quería pasar un tiempo más con un mozo semejante. Se preguntó también si su cuerpo no se encontraría en paz mientras estuviese con él. Pareciese como si éste no pudiese restar en calma en compañía del otro, que el corazón no dejaría de latir en sus oídos y sus manos pausar el leve temblor. Se dijo, en cualquier caso, que por unos minutos más de actividad incesante no pasaría nada, así que sin tomar la mano, tal era su azoramiento, volvió al lado de Nicholas, sentóse en la misma posición en la que se encontraba en un principio y calló unos instantes. Un buen espectador habría sabido apreciar un fino velo de decepción en los ojos del señor Willoughby, pero en ese momento Cassie no estaba mirándolo, por lo cual lo pasó por alto.
-Bien -dijo éste -, señorita, creo que es momento de que presente mis excusas por no haberla recibido antes. He venido aquí hace algún rato y en apreciar su ausencia, he ido a buscar algo para pasar el tiempo con más rapidez. -La miró fijamente a los ojos y ella se preguntó si sería tal vez muy descortés mantenerlos apartados, ya que el par de bellos pozos que la observaban parecía que podían mover engranajes secretos en su interior. Nicholas no tardó en apreciar la reticencia de la chica pero se negó a apartarlos él. Suspiró, y su voz pareció contener una mezcla de emociones contenidas -Realmente, creí que usted ya no se presentaría. Fui en la búsqueda de lo que le acabo de decir con la esperanza de encontrarla aquí cuando volviese y, por un milagro de Dios, así ha ocurrido. -Terminó con una sonrisa.
No sabía qué decir, qué hacer. El silencio parecía la solución más cómoda y más segura, porque tenía la sensación de que pronunciar una palabra podría dejar en evidencia algo que ella misma no comprendía pero que le pareció demasiado íntimo para expresar. Nicholas se tomó su silencio como una muestra de desinterés, por más que miraba en su dirección Cassie no le devolvía ni siquiera una mirada de reojo, una acceptación, algo que le dijese que no era él el único que quería estar allí con la persona a su lado esa mañana. Se despeinó el pelo que ese día llevaba perfectamente peinado, buscando algo que decir, que pudiese inspirar la atención hacia él de la señorita Dickensen.
¿Qué estoy haciendo mal?, se preguntó a su vez Cassie que, pese a que Nicholas no la viera, a través del espacio enre sus cabellos observaba ya atentamente al pobre joven. No quería importunar al señor Willoughby, nada se encontraba más lejos de su intención. Se lo veía en cualquier caso de alguna manera desdichado.
-Creo que he de irme. Mi madre se preocupará.
Se miraron el uno a la otra. Ambos tenían expresiones similares. Entre ellos se inició un silencio que duró largo rato, en el cual ninguno de los dos dijo nada por temor de agrabar la situación. Cassie finalmente se levantó de nuevo, seguida de Nicholas. El ambiente estaba tenso.
-Si la he importunado, lo siento profundamente -dijo Nicholas. -Por supuesto que no me ha importunado -respondió Cassie, que apenas daba crédito a lo que oía -soy yo quien he de disculparse por mi actitud. No estoy acostumbrada a tratar con gente ajena a mi familia, ¿sabe? Pese a que me avergüence reconocerlo, no sé... no comprendo los ideales de actuación de una señorita en estos casos. No quería causarle displicencia ni cansarle, pero me sabría mucho peor que se censurara a sí mismo por su actitud. Es una compañía muy agradable señor, no quiero que piense lo contrario por mi culpa.
Nicholas la miró de hito en hito. No la había oído nunca formular un discurso tan extenso. Una emoción surgió en él desde el fondo de su corazón, algo parecido a aquello a que algunos suelen llamar júbilo. No le desagradaba, sino que ambos se habían visto en situaciones parecidas. Tampoco él, pensó, había tenido relación con una chica así antes. Por supuesto que había entablado conversación con mujeres de edades iguales a la de él, pero nunca había dado con un caso como el que tenía delante. Ella tampoco. Costumbres, malditas costumbres como dijo un sabio. A veces le gustaría que todos se despojaran de los absurdos preliminares de la cortesía y se abriesen a como son ellos mismos en el interior. Alborozado, con un remolino rojizo en sus mejillas e índigo en sus pupilas, fue a buscar al caballo, para sorpresa de Cassie, que aún estaba desconcertada por lo que acababa de ocurrir, y de detrás de este cogió un ramo de margaritas acabadas de recoger. Se acercó a Cassie y se lo tendió.
-Si lo que dice es cierto, si yo no le he causado malestar de ninguna forma, espero que acepte este obsequio y a cambio de él me haga una promesa.
Cassie no pensó en los efectos que podría tener hacer una promes a un poco más que desconocido, pero impaciente por complacerle le dijo que sí al momento. Nicholas depositó el ramo en los brazos de Cassie, que se estremeció con el contacto de las manos del chico en tocarle las suyas propias.
-Prométame que me permitirá verla mañana. Prométame que tal vez pasado y el siguiente, que cuando llame a la puerta usted saldrá a recibirme y que cuando me vea no saldrá huyendo de mí. Le ruego que me conceda mi deseo y que todas estas promesas, que tenían que ser una, las mantendrá.
Asintió sin voz, incapaz de sobrellevar el cúmulo de sentimientos que se arremolinaban en su interior.
-Pero no acepte tan rápido, pues aún tengo otra petición. -Por supuesto -consiguió articular.
Nicholas se lo pensó mejor y suprimió su último deseo. En vez de decir aquello que paseaba por su cabeza, simplemente le pidió:
-¿Me concedería el honor de acompañarla a casa?
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Me ha quedado muy largooooo xDDD | |
| | | Larii Dangerous Girl ·$ Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Vie Ago 06, 2010 7:08 pm | |
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| | | Alex-Mourmine Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Vie Ago 06, 2010 9:44 pm | |
| nicholas no te procupes sino me gusta seras la primera en saberlo | |
| | | Llum de matinada Duende
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Vie Ago 06, 2010 10:53 pm | |
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| | | Alex-Mourmine Nefilim
| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] Vie Ago 06, 2010 10:59 pm | |
| creo que te equivoca¡¡¡¡ no nos queremos veneviciar lo u queremos es su cuerpo queremos a ese chulazo mas que a los cachoritos que las bolas de nieve que l lasaña de mi madre eso is que es llevar un paquete, no lo que hacen los repartidores ai oma que rico | |
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| Tema: Re: .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] | |
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| | | | .:*Diario de nuestras vidas*:. [11/08/10] | |
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